Sendero Salinas del Mesto – SL-A 199

La ruta pertenece al municipio de Hinojares; situado al sur del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Siendo el pueblo más pequeño de la Comarca de Cazorla y un lugar con unos bellísimos paisajes de gran diversidad cromática. Es un enclave único; formado por sierra, desierto, montaña y ríos.
Hinojares es un pueblo de cultura, historia y tradiciones.

Nos encontramos ante un lugar de paisajes badlands, con tierras pobres y muy erosionadas. Un lugar de escasa vegetación, pero con interesantes especies florísticas.
Y en la zona se puede observar un gran salto de agua de 100 metros, que en épocas de lluvia y de forma temporal, nos brinda una gran belleza; como es la cascada de la Vinatera.

Se recorre un paraje singular con un característico valor ecológico; como son las Salinas del Mesto. Se encuentran en la parte norte del municipio; unas salinas de manantial; es decir, agua salada que procede del subsuelo y emergen a la superficie de forma natural.
Del Imperio Romano se han heredado usos y costumbres que han perdurado hasta la actualidad; y la sal era un bien muy preciado. Símbolo de ello es que las ciudades romanas siempre se construían y desarrollaban junto a una salina. Y así se demuestra en las inmediaciones de Hinojares, donde se encuentra uno de los más importantes asentamientos íberos, los Castellones de Ceal. Que se originó gracias a una antigua ruta comercial a través de las vías de comunicación por las montañas; desde Levante hacia el valle del Guadalquivir.

Comenzamos en las instalaciones deportivas del municipio de Hinojares; donde bajamos hacia la calle Real. Seguimos toda la calle sin tomar desvío hasta llegar a una fuente, desde donde continuamos frente a ella subiendo para empezar a salir del pueblo.
Seguidamente caminamos por una pista forestal donde nos acompañan las vistas del olivar; por el cual seguiremos hasta que el camino se convierte en una pequeña senda.
Las vistas de los paisajes áridos nos acompañan con diferentes tonalidades; donde llegamos a un punto en el que pasamos por debajo de un impresionante puente. Tras caminar por media ladera, nos encontramos junto a la ribera del río, que la acompaña una frondosa vegetación de juncos y adelfas.
Llegamos a un cruce donde al tomar la pista forestal que comienza a subir, nos va acercando a la Aldea de Cuenca. Esta subida nos hace conectar con la carretera, por la cual se camina durante 1 kilómetro hasta llegar a una pista hormigonada donde comienza el descenso entre viviendas del lugar.
Finalizamos nuestro recorrido tomando nuevamente en la carretera a la derecha, donde nos condure directamente a la plaza principal de la Aldea de Cuenca.

La Aldea de Cuenca cuenta con mucha historia, ya que en el Cerro de la Salina hay restos de un Castillo árabe; y junto a la plaza, los lavaderos tradicionales. Aquí se observa la cabecera del Río Turrilla, un manantial de agua fresca y cristalina que empieza a dar vida al valle y que tiene su nacimiento en Siete Fuentes.