Senderos de Bozoó. Ruta 2: Recuenco

Los cambios en la Red de Sendas del Parque Natural han sido de calado en Bozoó. El antiguo SLC-BU 92 desapareció para dar paso a 7 senderos locales de distintas longitudes, características y dificultades. Al igual que el resto de sendas, iremos desgranando aquí cada una de ellas para que podáis conocerlas y acercaros a recorrerlas.

La ventaja de esta variedad de senderos es que siempre podemos jugar con ellos de tal modo que, uniendo unos con otros, tendremos la posibilidad de diseñar nuestra propia ruta, acorde a nuestras posibilidades y capacidades.

Hoy vamos a recorrer una de las sendas más montañeras de toda la Red de Bozoó. Las marcas amarillas nos llevarán hasta el alto de Recuenco, paraje cuyo nombre nos habla de la forma peculiar del valle a sus pies, de origen glaciar; del mismo modo, pasaremos por los altos de Valcaliente y Bujarrillo, no sin olvidar el paso por el alcornocal, por el que disfrutaremos de un paisaje insólito en estas latitudes.

Salimos del pueblo de Bozoó. Junto al Centro Social y la fuente encontramos los paneles informativos que nos ayudarán a planificar la ruta del día.

Enfilamos rumbo Oeste por una calle que en pocos metros nos saca del casco urbano y se convierte en la pista que nos introduce en el monte. Como no podía ser de otro modo, el camino no tarda en ponerse cuesta arriba.

El camino de La Concha, por el que transcurre nuestro paseo, baja del monte acompañando al arroyo del mismo nombre. De momento no habrá que tomar ningún desvío, seguiremos la pista principal y las marcas que así lo indican. Pocos metros más allá de unas naves ganaderas, pasaremos junto a la Fuente de La Concha, a mano derecha y separada por una valla para que los animales no la dañen. Según la época del año, llevará agua y nos podremos refrescar y echar un trago.

El extenso monte de Bozoó nos ofrece una variedad paisajística y botánica incomparable, dependiendo de suelos, exposiciones, altitudes…encontramos distintos tipo de bosque y de ambiente. También es una base importante de la economía del municipio, a la cual los pinares aportan su cuota.

Alrededor de 800m más adelante ignoramos el desvío a la derecha por el que se adentran el Sendero de Los Horcajales y el de Pituelo. Seguimos ascendiendo por la pista para 400m arriba encontrar nuestra salida de la misma, también a la derecha, siguiendo las indicaciones y, siempre, el color amarillo.

La pista se convierte en camino rodeado de pinos silvestres. Continuando el ascenso se nos aparecen ya los primeros alcornoques junto con los pinos y encinas, estrechándose el camino hasta que llegamos a otra pista en la zona alta.

Siguiendo las indicaciones, giramos a la derecha y comenzamos a llanear. 200m adelante encontramos una bifurcación. Si bien acabaremos después en la pista de la izquierda, la senda nos hace recorrer un tramo del de la derecha para poder admirar los hermosos ejemplares de alcornoque que aquí encontramos. En esta área vemos que algunos alcornoques han sido descorchados en demostraciones organizadas por el Ayuntamiento. También vemos que una parcela a la derecha está señalizada y vallada; en ella se intenta que la competencia de los pinos sea menos agresiva y se estudia la evolución del bosque de alcornoque.

Al final de la valla llegamos a un gran cruce, en el que giramos brevemente a la izquierda para retomar la pista paralela que antes obviamos. De este modo, seguimos a la derecha rumbo norte por esta otra pista, atravesando un pinar maduro aún con la presencia de algún alcornoque de buen porte, así como encinas.

Tras casi un kilómetro, abandonaremos la pista subiendo a la izquierda por una buena, pero corta, cuesta hacia la cumbrera, la cual ya no abandonaremos en bastante tiempo. Primero nos asomaremos a un collado desde el cual ya obtenemos unas vistas fabulosas. Para mejorarlas más aún nos acercaremos al cercano alto del Bujarrillo, marcado con hitos a la izquierda del collado.

Después de las fotos de rigor, regresamos al collado y seguimos por una estrecha trocha por la cumbrera hasta el alto de Valcaliente, situado prácticamente encima de la fuente de Chillón, a donde podemos acceder por otra senda.

Pero eso queda para otra excursión y otro día. A la izquierda el abismo y a la derecha los pinos, hasta llegar a un cortafuegos por el que abandonamos momentáneamente la cumbrera. Descendemos por el lado derecho, por lo que seguimos bordeando el pinar. Al terminar este, nos encontramos de frente con un pequeño repecho con su senda que nos sube al ya próximo Recuenco, objetivo principal de nuestra caminata.

Si hace buen día, el mismo Recuenco es un punto perfecto para almorzar, con algún banco habilitado para sentarse, las incomparables vistas de 360 grados y sus paneles explicativos.

Ahora toca la parte dura de la ruta, con una persistente bajada por cortafuegos de casi 2 km. Afortunadamente, las vistas van a ser tan fabulosas a lo largo de este tramo que terminaremos por olvidar el esfuerzo.

A mitad de la bajada, nos desviaremos brevemente por un cruce a la derecha para asomarnos al mirador de los Horcajales, situado en el paraje homónimo en un lugar prominente cuyas visas merecen la pena ser disfrutadas. En este punto nos juntamos con el sendero de los Horcajales, con el que compartiremos lo que nos queda de ruta.

Tras volver al cortafuegos, continuamos la bajada hasta llegar a otro cruce, esta vez a la izquierda. Este tramo de la senda nos lleva a visitar la charca de los Herranes, balsa natural de agua y punto vital para la abundante fauna de la zona.

Tras disfrutar de la visión del agua, regresamos, pegados al límite del monte al Camino de la Concha. Hemos descendido tanto que aparecemos prácticamente en el pueblo; buen momento para tomar algo en el Centro Social y comentar la jornada mientras nos refrescamos.

Clasificamos esta senda como difícil por su longitud y las fuertes pendientes de alguno de los tramos. No obstante, discurre por caminos y pistas abiertas cómodas de pisar.