Señoritas de Lizana por la Virgen de la Sierra.
near Bespén, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
-Duración, un par de horas de ida y vuelta.
-Desnivel, 150 metros de subidas y bajadas.
Si venimos por la autovía entre Huesca y Barbastro, hay que salirse por el desvío hacia Angües y posteriormente por el ramal a Bespén. No hará falta llegarse al pueblo ya que la pista de nuestra andadura parte antes, a mano izquierda de la carretera y sin rótulo o indicador que la señale. Se puede aparcar en su comienzo, junto al lindero del campo de vides de las bodegas de Bespén.
De la pista salen ramales secundarios a los campos del entorno, pero el carril principal es mas ancho y conduce a la ermita de la Virgen de la Sierra. Edificio de paredes encaladas, con la virgen visible dentro de la hornacina, campana con cuerda para hacerla sonar, y unas vistas amplias de la Hoya de Huesca y de la Sierra de Guara. Antes quizás habremos observado unas cuevas próximas a la finca de los viñedos, con ventanas abiertas en sus paredes y usada como granero en época de los moros. Construcciones tipicas de estos lares.
Acertar con la pista correcta desde la ermita, en bajada paulatina hacia el barranco del Alcanadre. Mas campos de cultivo en la margen del carril, con tozales donde se intuye la forma de algún sarcófago labrado en la piedra. Desde las lazadas últimas se contempla una bella estampa del discurrir del Alcanadre por su barranco.
La pista fina junto a la gravera del cauce, donde hay varias pozas para el baño y el remojon.
Localizar el emplazamiento de las señoritas conlleva seguir la margen del río aguas abajo, por un estrecho paso entre la vegetación arrastrada por la fuerza del cauce. Después hay que andar un rato por las piedras y penetrar en la espesura.
El matorral es denso y pincha, lo cual hace muy recomendable, casi imprescindible, el uso del pantalón largo. Hay tenues rastros de camino que se dirigen a un primer torreón o chimenea de hadas, cuya silueta y forma puede confundirse con las auténticas señoritas que se ubican a escasos metros. Un senderillo, exigüo y pindio, asciende a la parte alta de esa primera formación, con ánimo de obtener una vista cenital sobre las dos señoritas de Lizana. Es el mejor balcón para admirar a los dos pináculos de arcilla, coronados por zaborros de arenisca. Cuidado en la bajada por la inclinación y lo resbaloso del terreno.
Aun se puede acceder a la base de las chimeneas, siempre fustigados por un matorral lacerante, gracias a la huella de una trocha adornada de espinos. Sería de agradecer una limpieza en el acceso a estas formaciones geológicas, dignas de una mayor propaganda y reconocimiento.
Las orillas del río permiten breves paseos a fin de invetigar rincones para el solaz y el recreo acuático.
-Desnivel, 150 metros de subidas y bajadas.
Si venimos por la autovía entre Huesca y Barbastro, hay que salirse por el desvío hacia Angües y posteriormente por el ramal a Bespén. No hará falta llegarse al pueblo ya que la pista de nuestra andadura parte antes, a mano izquierda de la carretera y sin rótulo o indicador que la señale. Se puede aparcar en su comienzo, junto al lindero del campo de vides de las bodegas de Bespén.
De la pista salen ramales secundarios a los campos del entorno, pero el carril principal es mas ancho y conduce a la ermita de la Virgen de la Sierra. Edificio de paredes encaladas, con la virgen visible dentro de la hornacina, campana con cuerda para hacerla sonar, y unas vistas amplias de la Hoya de Huesca y de la Sierra de Guara. Antes quizás habremos observado unas cuevas próximas a la finca de los viñedos, con ventanas abiertas en sus paredes y usada como granero en época de los moros. Construcciones tipicas de estos lares.
Acertar con la pista correcta desde la ermita, en bajada paulatina hacia el barranco del Alcanadre. Mas campos de cultivo en la margen del carril, con tozales donde se intuye la forma de algún sarcófago labrado en la piedra. Desde las lazadas últimas se contempla una bella estampa del discurrir del Alcanadre por su barranco.
La pista fina junto a la gravera del cauce, donde hay varias pozas para el baño y el remojon.
Localizar el emplazamiento de las señoritas conlleva seguir la margen del río aguas abajo, por un estrecho paso entre la vegetación arrastrada por la fuerza del cauce. Después hay que andar un rato por las piedras y penetrar en la espesura.
El matorral es denso y pincha, lo cual hace muy recomendable, casi imprescindible, el uso del pantalón largo. Hay tenues rastros de camino que se dirigen a un primer torreón o chimenea de hadas, cuya silueta y forma puede confundirse con las auténticas señoritas que se ubican a escasos metros. Un senderillo, exigüo y pindio, asciende a la parte alta de esa primera formación, con ánimo de obtener una vista cenital sobre las dos señoritas de Lizana. Es el mejor balcón para admirar a los dos pináculos de arcilla, coronados por zaborros de arenisca. Cuidado en la bajada por la inclinación y lo resbaloso del terreno.
Aun se puede acceder a la base de las chimeneas, siempre fustigados por un matorral lacerante, gracias a la huella de una trocha adornada de espinos. Sería de agradecer una limpieza en el acceso a estas formaciones geológicas, dignas de una mayor propaganda y reconocimiento.
Las orillas del río permiten breves paseos a fin de invetigar rincones para el solaz y el recreo acuático.
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
He realizado esta ruta. Gracias por compartirla acaulis. El sendero que se aproxima a las señoritas está limpio y desbrozado. También se atisba otra perspectiva desde el camino que desciende al Alcanadre.