Serra da Groba. San Cosme ~ Pozas Mougás ~ Mirador da Cabeciña

Una ruta larga y sin dificultades para recorrer parte de la Serra da Groba y que iniciamos en Chan da Lagoa, área recreativa ubicada en una zona amplia y llana. Un sitio cómodo para dejar los coches y que, al estar situado a buena altura hace que la caminata sea muy llevadera y el desnivel apenas se note.
La ruta transcurre en su mayoría por pistas forestales y por cómodos caminos, excepto un pequeño tramo que va por un sendero algo más estrecho.
Nos encontramos una buena cantidad de caballos que por estar en esta Serra intuimos que se tratará de garranos, como los llaman en el lugar, garranos o burras. No son domésticos, pero pertenecen a varios miembros de la asociación de ganaderos de A Serra da Groba. Aunque parezca paradójico, ser salvajes y tener dueño les ha salvado de desaparecer.
En nuestro recorrido nos acercamos a la aldea de San Cosme y luego pasamos junto al curro de Mougás, que es el de mayor tamaño del municipio de Oia y cuyo principal evento es la celebración da rapa. (Mougás: Km 8.30 de nuestra ruta)
Más adelante llegamos a las Pozas de Mougás. Las primeras que encontramos son las formadas por el rego das Pías, son más pequeñas pero hay una buena cantidad de ellas en un entorno muy verde y agradable. Seguimos camino y alcanzamos una zona recreativa con mesas, asadores y fuente. Unos metros más adelante se encuentra la Poza Grande de Mougás, formada por una fervenza que nace del cauce del río Peito y deja por aquí sus aguas tras una bella caída. Las pozas son una zona muy visitada en verano y se encuentran dentro del trayecto de la Ruta máxica de Oia.
Tras dejar atrás este enclave la ruta se convierte en una caminata en la que vamos disfrutando de buenas vistas hacia el mar, que se hacen espectaculares al llegar al área arqueológica y mirador da Cabeciña. (Km 15.20)
Desde el punto de vista arqueológico, lo que hace interesante “A cabeciña” es que combina una serie de petroglifos de la edad del bronce con una serie de castros de la edad del hierro. Lo malo es que a pesar de ser una zona de gran interés se encuentra mal conservada por lo que sería necesario ponerla en valor e impedir que se siga deteriorando, ya que tanto el castro como los petroglifos no están protegidos y carecen de una buena señalización. Lo mejor e imperdible de este lugar son las maravillosas vistas que se pueden apreciar desde lo alto del mirador, donde mar y tierra parecen fundirse en la bella panorámica.
Más adelante, otras vistas que merecen un descanso de contemplación son las que se aprecian desde el Miradoiro de Plas, también conocido como el de la Caseta, ya que se encuentra en el lugar una pequeña caseta que quizá fuera de vigilancia. Desde aquí se puede disfrutar la belleza del entorno del Faro de cabo Silleiro, el perfil de las Cíes y el inmenso mar. Una maravilla!
Tras pasar esta zona comenzamos un tramo de sendero que se encuentra algo oculto y es algo estrecho, es poco más de un km y estaba recientemente desbrozado.
Luego seguimos por cómodas pistas de tierra, siempre rodeados de piñeiros y en suave subida hasta llegar al punto final del trayecto en Chan da Lagoa.

La ruta nos pareció bastante asequible. La calificamos como moderada por los kilómetros, pero bien podría ser fácil, algo que siempre dependerá de la preparación de cada persona.
Lo mejor de esta ruta quizá sean las vistas panorámicas, por lo cual sería importante realizarla en un día despejado. Además, apenas se pisa el asfalto.