Sevilleja de la Jara. Los Molinos de Río Frío

El río Frío, afluente del río Huso, a su vez afluente del Tajo, cuenta con una gran cantidad de molinos de cubo, llamados así por la forma de sus receptores del agua. De hecho, en apenas 7 km podemos encontrar ruinas y restos de hasta 23 de ellos con sus correspondientes presas, acueductos, canales, viviendas de los molineros, cochiqueras, majadas o cuadras para guardar los animales, formando juntos la mayor concentración de molinos de la provincia de Toledo.
La primera mención a estos molinos aparece en documentos emitidos por el arzobispado de Toledo en 1418, estando en funcionamiento hasta 15 de ellos ya durante el siglo XVIII. Y apareciendo ya algunos como ruinas en mapas de 1892.
Perteneciendo todos ellos a familias de Buenasbodas, Gargantilla, Sevilleja de la Jara, La Nava de Ricomalillo o Campillo de la Jara, estos molinos captaban el agua del río a través de presas y cauces, para hacerla llegar hasta su cubo con la fuerza suficiente para mover la piedra de moler que se encontraba debajo. Permitiendo el río su buen aprovechamiento gracias a su caudal constante a lo largo de todo el año.
Nuestro paseo comienza a 4 km al norte de Sevilleja de la Jara, cerca de Gargantilla, en una zona pegada a la N-502 con amplio espacio de aparcamiento.
Desde aquí comenzaremos a caminar en dirección este por el Camino de Sevilleja a Robledo del mazo, el cual es parte del Camino de Guadalupe de los Montes de Toledo, aunque en este caso lo recorreremos en dirección contraria hasta que, tras 2 km, giremos por un camino a nuestra derecha que nos acercará a Río Frío y a los primeros molinos de su cauce, el Molino Cimero y el del Tuerto, los cuales merece la pena visitar inicialmente para comprender su estructura y funcionamiento.
Una vez vistos, desandaremos nuestros pasos 1.100 metros, mientras contemplamos otros molinos como el del Moral y el de Alejandro, para posteriormente bajar por un camino a nuestra izquierda en dirección al molino de Juan Sánchez, pasando por el molino de Doña Petra.
Este camino se estrechará poco a poco hasta el punto de tener que caminar en fila india y con cuidado entre el monte, para llegar hasta el molino de Alcora, pasar por el molino de Tío Flores y su bonita zona de baño (conocida como el Charco de Tío Flores), para llegar un poco más adelante, a la altura del molino de Pedro Leandra, de nuevo a un camino amplio por el que cruzaremos por debajo de la carretera N-502 y desde el que nos apartaremos hasta el último molino de nuestro recorrido de hoy y su amplia pradera, en la que podremos encontrar no uno, si no dos pequeños puentes de piedra salvando desniveles al paso del cauce del Molino.
Desde aquí desandaremos posteriormente nuestros pasos y continuaremos por el camino, hasta llegar finalmente al punto de partida de nuestro paseo.

Fauna: Corzo, jabalí, ciervo, perdiz, conejo, zorro, liebre, gineta, muflón…

Flora: Jara pringosa, retama, cantueso, aulaga, hinojo, olmo pumila, zarza, romero, almendro, olivo, encina, acebuche, labiérnago, fresno, higuera, helecho, majuelo, cornicabra, jazmín silvestre, espino negro, granado…

Figuras de protección a lo largo del recorrido: LIC, ZEPA, Área Crítica del Águila Perdicera, Zona de Importancia del Águila Imperial Ibérica, Zona de Importancia del Buitre, Área Crítica: de la Cigüeña Negra, Zona de Importancia de la Cigüeña Negra y Zona de Importancia del Lince.