Sierra Bejar.Integral Pico del Águila-Pico Alaiz- Pico Colorino- Prados Domingos.
near Palomares Alto, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Sierra Béjar. Integral Pico del Águila-Pico Alaiz- Pico Colorino- Prados Domingos.
He seguido el track de Emilio (El Frutas), de 20/08/2015.
Ruta clásica para los bejaranos. Se puede realizar la circular completa con salida en Béjar, subiendo por los Pinos, pero alarga la ruta en aproximadamente 6 kilómetros, siendo más propia de días largos de primavera. En Diciembre, la hemos acortado un poco saliendo desde la Carretera DSA-181, entre Navacarros y Candelario, en el kilómetro 3,5 aproximadamente.
Candelario es un municipio de la provincia de Salamanca, típico serrano, de enorme tradición chacinera, que se ubica en las faldas de la Sierra de Béjar, con características construcciones, muros anchos de piedra, grandes balcones de madera y las célebres batipuertas, doble puerta de madera que protege el acceso a la casa desde el exterior, parece reunir diferentes funciones como el trabajo de campo llevado a cabo a lo largo de los años, la defensa de la casa de los rigores climáticos (frecuentes nevadas) o, lo que es más probable, formaban parte del quehacer cotidiano de la casa, permitiendo que desde el interior de la misma, desde el portal, el matarife, pudiera asestar a las reses el golpe definitivo que pusiera fin a su vida e iniciara el proceso de la matanza. De hecho, en algunas de ellas se puede ver una curiosa anilla de hierro y algún gancho, del mismo material, por el que se hacía pasar la cuerda que sujetaba a la res, para tirar desde su interior y acercarla hasta la batipuerta, facilitando así el trabajo del sacrificio, sin temor a golpes, cornadas o dentelladas. Hay que tener en cuenta que Candelario, durante siglos, se dedicó a la actividad del embutido. De hecho el traje típico de los hombres se denomina "Choricero", con gran fama en la Corte desde que Carlos IV probara los embutidos de José Rico y se convirtieran en proveedores de la Casa Real. Se llegó a disponer de más de cien viviendas destinadas a la elaboración de los mismos.
A su vez, Candelario está rodeado de espectaculares bosques de robles castaños y pinos, alguno de los cuales llega a los 2.000 metros de altitud. Lugar declarado Bien de Interés Cultural y Reserva de la Biosfera por la Unesco.
El recorrido incluye los Prados Domingo, Hoya de la Cardosa, Regajo del Cerrojo, Pico el Águila, La Covatilla, la Peña del Alaiz, el Pico Colorino y vuelta a Prados Domingo.
Salimos tomando la pista forestal en el punto indicado de la carretera de Candelario a Navacarros, donde un pequeño cartel así lo indica. Hay lugar para aparcar dos o tres vehículos. La pista es suave y cómoda, nos llevará hasta una construcción que alberga ganado y tomamos allí el camino de la izquierda, atravesando un bosque de robles. Como a 1,2 kms del inicio, a la izaquierda, sale un pequeño sendero por un pinar que nos llevaría al Colorino y al Alaiz, y que será el que utilizaremos a la bajada. Continuamos caminando hasta el Puente en la Garganta del Barquillo (aquí se inicia el Río Barquillo, que surge de la unión del Arroyo del Oso y del Arroyo del Águila), por cierto con bastante agua. Lo cruzamos, seguimos en zig-zag por la pista durante un kilómetro y setecientos metros, donde a la izquierda, señalado por un hito sale un pequeño cortafuegos que hay que tomar. Unos metros después, a la derecha, tomamos un pequeño sendero que nos mete de lleno en un precioso pinar. Ésta es sin duda, la parte más dura de la subida, pues en 1,5 kms salvamos unos 350 metros de desnivel, aunque el esfuerzo se amortigua, pues el entorno parece un bosque encantado, con mullido suelo, y el pequeño sendero bien trazado, hasta llegar a un muro de piedra, que atravesamos. Desde aquí podremos ver ya, aunque había nubes y niebla muy movediza, el objetivo de hoy, el Pico del Águila y la loma de la Cardosa. Una vez atravesada la pared, hay que estar atentos a pequeños hitos y alguna marca de pintura verde (poco visible), y así iremos remontando la loma de la Cardosa, y siguiendo un sendero aquí ya más definido y con hitos visibles que nos meterá en la Garganta del Oso. El Pico del Águila queda siempre a la izquierda y a la derecha las paredes graníticas de la Cardosa y del Risco Gordo. Llegamos a la cabecera de la garanta a través del Regajo del Cerrojo, donde tuvimos algunos problemas, pues había bastante nieve y algunas placas de hielo. Giramos a la izquierda, algunos hitos no se ven bien, para remontar la loma y llegar hasta la valla de la Estación de Esquí de la Covatilla y al sendero que sube a la cuerda del Calvitero. Seguimos por el camino hacia abajo y a la izquierda llegamos al Pico del Águila (2063m).
Desde aquí hay magníficas vistas de Candelario y Béjar, Pantano de Navamuño, Picos de Valdesangil, y, a lo lejos, Sierra de Francia y Sierra de las Quilamas. Volvemos al camino, pasamos junto al Parking de la estación de la Covatilla, caminamos unos 500 metros por la carretera de acceso a la estacón y giramos a la izquierda para llegar al Pico Alaiz, con su virgen que lo corona, donde hay que buscar bien el camino pues está cubierto de escobas. Se desciende por la parte derecha del pico, siguiendo los hitos, hasta la Fuente del Alaíz, a mitad de camino del Alaíz y el Colorino, pletórica de agua, por cierto la única fuente de toda la ruta. Continuamos hasta el Pico Colorino (o alto de los Quemados), donde aprovechamos para comer, pues el día se había quedado espléndido a esa hora, con un sol radiante.
El sendero, con gran pendiente, continua hacia abajo, con roca suelta, y en un poco más de un kilómetro de bajada, conectamos nuevamente con la pista de subida y en unos minutos llegamos al coche, acabando esta singular y emblemática ruta.
He seguido el track de Emilio (El Frutas), de 20/08/2015.
Ruta clásica para los bejaranos. Se puede realizar la circular completa con salida en Béjar, subiendo por los Pinos, pero alarga la ruta en aproximadamente 6 kilómetros, siendo más propia de días largos de primavera. En Diciembre, la hemos acortado un poco saliendo desde la Carretera DSA-181, entre Navacarros y Candelario, en el kilómetro 3,5 aproximadamente.
Candelario es un municipio de la provincia de Salamanca, típico serrano, de enorme tradición chacinera, que se ubica en las faldas de la Sierra de Béjar, con características construcciones, muros anchos de piedra, grandes balcones de madera y las célebres batipuertas, doble puerta de madera que protege el acceso a la casa desde el exterior, parece reunir diferentes funciones como el trabajo de campo llevado a cabo a lo largo de los años, la defensa de la casa de los rigores climáticos (frecuentes nevadas) o, lo que es más probable, formaban parte del quehacer cotidiano de la casa, permitiendo que desde el interior de la misma, desde el portal, el matarife, pudiera asestar a las reses el golpe definitivo que pusiera fin a su vida e iniciara el proceso de la matanza. De hecho, en algunas de ellas se puede ver una curiosa anilla de hierro y algún gancho, del mismo material, por el que se hacía pasar la cuerda que sujetaba a la res, para tirar desde su interior y acercarla hasta la batipuerta, facilitando así el trabajo del sacrificio, sin temor a golpes, cornadas o dentelladas. Hay que tener en cuenta que Candelario, durante siglos, se dedicó a la actividad del embutido. De hecho el traje típico de los hombres se denomina "Choricero", con gran fama en la Corte desde que Carlos IV probara los embutidos de José Rico y se convirtieran en proveedores de la Casa Real. Se llegó a disponer de más de cien viviendas destinadas a la elaboración de los mismos.
A su vez, Candelario está rodeado de espectaculares bosques de robles castaños y pinos, alguno de los cuales llega a los 2.000 metros de altitud. Lugar declarado Bien de Interés Cultural y Reserva de la Biosfera por la Unesco.
El recorrido incluye los Prados Domingo, Hoya de la Cardosa, Regajo del Cerrojo, Pico el Águila, La Covatilla, la Peña del Alaiz, el Pico Colorino y vuelta a Prados Domingo.
Salimos tomando la pista forestal en el punto indicado de la carretera de Candelario a Navacarros, donde un pequeño cartel así lo indica. Hay lugar para aparcar dos o tres vehículos. La pista es suave y cómoda, nos llevará hasta una construcción que alberga ganado y tomamos allí el camino de la izquierda, atravesando un bosque de robles. Como a 1,2 kms del inicio, a la izaquierda, sale un pequeño sendero por un pinar que nos llevaría al Colorino y al Alaiz, y que será el que utilizaremos a la bajada. Continuamos caminando hasta el Puente en la Garganta del Barquillo (aquí se inicia el Río Barquillo, que surge de la unión del Arroyo del Oso y del Arroyo del Águila), por cierto con bastante agua. Lo cruzamos, seguimos en zig-zag por la pista durante un kilómetro y setecientos metros, donde a la izquierda, señalado por un hito sale un pequeño cortafuegos que hay que tomar. Unos metros después, a la derecha, tomamos un pequeño sendero que nos mete de lleno en un precioso pinar. Ésta es sin duda, la parte más dura de la subida, pues en 1,5 kms salvamos unos 350 metros de desnivel, aunque el esfuerzo se amortigua, pues el entorno parece un bosque encantado, con mullido suelo, y el pequeño sendero bien trazado, hasta llegar a un muro de piedra, que atravesamos. Desde aquí podremos ver ya, aunque había nubes y niebla muy movediza, el objetivo de hoy, el Pico del Águila y la loma de la Cardosa. Una vez atravesada la pared, hay que estar atentos a pequeños hitos y alguna marca de pintura verde (poco visible), y así iremos remontando la loma de la Cardosa, y siguiendo un sendero aquí ya más definido y con hitos visibles que nos meterá en la Garganta del Oso. El Pico del Águila queda siempre a la izquierda y a la derecha las paredes graníticas de la Cardosa y del Risco Gordo. Llegamos a la cabecera de la garanta a través del Regajo del Cerrojo, donde tuvimos algunos problemas, pues había bastante nieve y algunas placas de hielo. Giramos a la izquierda, algunos hitos no se ven bien, para remontar la loma y llegar hasta la valla de la Estación de Esquí de la Covatilla y al sendero que sube a la cuerda del Calvitero. Seguimos por el camino hacia abajo y a la izquierda llegamos al Pico del Águila (2063m).
Desde aquí hay magníficas vistas de Candelario y Béjar, Pantano de Navamuño, Picos de Valdesangil, y, a lo lejos, Sierra de Francia y Sierra de las Quilamas. Volvemos al camino, pasamos junto al Parking de la estación de la Covatilla, caminamos unos 500 metros por la carretera de acceso a la estacón y giramos a la izquierda para llegar al Pico Alaiz, con su virgen que lo corona, donde hay que buscar bien el camino pues está cubierto de escobas. Se desciende por la parte derecha del pico, siguiendo los hitos, hasta la Fuente del Alaíz, a mitad de camino del Alaíz y el Colorino, pletórica de agua, por cierto la única fuente de toda la ruta. Continuamos hasta el Pico Colorino (o alto de los Quemados), donde aprovechamos para comer, pues el día se había quedado espléndido a esa hora, con un sol radiante.
El sendero, con gran pendiente, continua hacia abajo, con roca suelta, y en un poco más de un kilómetro de bajada, conectamos nuevamente con la pista de subida y en unos minutos llegamos al coche, acabando esta singular y emblemática ruta.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Curiosamente se hace mas dura la bajada que la subida, pero merece mucho la pena. Es durilla, pero se puede hacer.
Ese día el problema estuvo en el hielo y nieve. Es una ruta con cierta dificultad pero muy bonita.
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Difficult
Durilla, la hice con Agustín Lorenzo. Como el dice, más dura de bajada que de subida.