SIERRA DE ALBERCUTX

Nuestro objetivo con la excursión de hoy es realizar un recorrido por la cresta de la Serra de Albercutx subiendo a sus cimas más importantes, visitar el Mirador de’n Parietti o Mirador des Colomer y descender por el camino de Albercutx.

Llegamos al puerto de Pollença por la carretera Ma-2200 que une Pollença con el Puerto de Pollença y en la última rotonda antes de tomar la carretera que sube a Formentor nos desviamos a la izquierda y estacionamos nuestro vehículo en una explanada que sirve de aparcamiento del camino de Cala Bòquer.




Comenzamos a caminar por el Camino de Cala Boquer que sale de este aparcamiento y nos dirigimos por una ancha pista hacia las Casas de Bòquer. Enseguida nos encontramos con una barrera metálica cerrada que permite el paso de peatones por una portezuela situada en su lado izquierdo y que da acceso a las Casas de Boquer. De estas casas destaca su torre que data del siglo XVII.

Salimos de las casas por otra barrera que se abre y seguimos por nuestro camino muy transitado que conduce hasta la Cala, pasamos por un bonito paso entre dos peñascos y unos metros más adelante abandonamos el camino y nos desviamos a nuestra derecha buscando el mejor sendero para dirigirnos a una fisura que se ve a lo lejos en la montaña, donde se encuentra el Pas de la Bretxa.

Caminamos entre una maraña de vegetación y rocas y cuando estamos cerca de la base de esta grieta la abundante vegetación nos impide continuar para coger este paso por lo que optamos por desviarnos un poco a la izquierda, donde la vegetación está más despejada y subir por otra fisura parecida. Esta subida es un poco más dificultosa que la del Pas de la Bretxa. Tenemos que emplear pies y manos pero no existe ningún peligro para superarla. Una vez arriba continuamos por la derecha y enseguida alcanzamos el punto donde desembocariamos de haber tomado el paso anterior.


Una vez superado el paso entramos en la cresta de la Serra d’Albercutx, donde se extiende una pared seca y se abren las vistas a la bahía de Pollença y a las dos vertientes de la serra. Desde aquí seguimos la pared de piedra en dirección al Penyal Roig, por un sendero que discurre a ras de los acantilados de un peñasco que que queda a nuestra derecha. En poco tiempo alcanzamos el Coll del Penyal Roig y desde aquí nos dirigimos, por el lomo rocoso de la montaña, hacia la cima de este Penyal de 215 m. de altitud,, sin camino definido pero con algunos hitos que nos indican la dirección más fácil. La subida no presenta ninguna dificultad. Desde esta cumbre, rematada por un gran hito, se observa una magnífica panorámica de la bahía de Pollença, de la Serra de Cavall Bernat, del Valle de Bóquer y ya se divisa nuestro próximo objetivo que es el Puig del Morral.

La subida a este Puig tampoco ofrece dificultad, salvo la del terreno muy pedregoso. No hay camino definido, pero si hitos suficientes. Su cima de 354 m. de altitud, está coronada por un hito de vértice geodésico y ofrece unas vistas extraordinarias de las bahías de Pollença y de Alcudia, de frente podemos ver ya la Talaia d’Albercutx y la carretera de Formentor y al oeste la Serra de Cornavaques y el Castell del rey.

A continuación descendemos del Puig del Morral y seguimos por la cresta de la Serra por una sucesión de puntales de menor altura pero no exentos de dificultades, con algunos pasos, unos más fáciles, otros más difíciles y otros más expuestos, quizás sea el tramo más complicado de la ruta, lo que nos obliga a extremar la precaución.

Nuestro próximo objetivo es el Coll de la Clo, donde finaliza la Serra de Albercutx. Este Coll está entre esta Serra y la Penya del Migdia. Descendemos el último puntal de la Serra siguiendo los hitos y alcanzamos el Coll que lo cruzamos en busca de un camino que se encuentra más arriba en la base del acantilado de la Penya de Migdia.

Una vez que hemos alcanzado este camino lo seguimos por nuestra izquierda hasta que desaparece entre las rocas en las que vemos unos hitos que nos indican por dónde continuar. El objetivo es un paso situado al norte de las paredes rocosas que superamos sin dificultad pero empleando los pies y las manos. Una vez arriba, estamos en un pequeño collado, nos dirigimos al Coll de la Creueta.

En el descenso nos cruzamos con un camino, en el que hay un hito y un poste. Por la derecha, por donde seguiremos luego, conduce hacia las Casas de Albercutx y por la izquierda que es por donde continuamos ahora nos dirigimos hacia el Coll de la Creueta.

El Coll de la Creueta es fácil localizarlo, es el lugar donde aparcan todos los vehículos que visitan el Mirador d’en Parietti o des Colomer o que se dirigen a Formentor. A mano izquierda tenemos un monumento levantado en 1968 que evoca la figura del ingeniero Antoni Parietti Coll, artífice de esta magnífica obra y quien trazó la carretera de Formentor. Una escalera de piedra conduce hasta el Mirador, uno de los lugares más famosos de Mallorca y desde el que pòdemos observar una extraordinaria panorámica de la isla de Colomer, el Puig del Pal, el Puig Fumat, la Atalaia de Albercutx, etc.

Visitado este Mirador, retomamos de nuevo el camino por el que hemos venido y comenzamos el descenso hacia las Casas de Albercutx y dejando a nuestra derecha la Penya del Migdia. El objetivo es la tubería que vemos más abajo y luego el camino que se adentra en el pinar. Caminamos por la tubería o tuberías, ya que hay tres que se han ido superponiendo a medida que se han ido estropeando y que conducen el agua hasta Formentor. La pendiente es muy inclinada y la vegetación bastante espesa. Al llegar al pinar dejamos las tuberías y seguimos por el camino que sale a nuestra derecha que pronto se transforma en una estupenda pista que atraviesa el pinar. Al salir del pinar nos encontramos con una barrera cerrada que se abre y que da acceso a la finca de Albercutx. Pasamos por delante de estas casas, hoy completamente abandonadas y en poco tiempo alcanzamos la barrera que da acceso a la carretera, casi siempre cerrada. ya solo nos queda caminar por la acera hasta llegar al punto de partida.

En definitiva, hemos realizado una excursión difícil, por lo abrupto del terreno, por la falta de camino evidente en muchos tramos y por el esfuerzo realizado en algunas subidas y bajadas, pero las vistas que hemos podido contemplar ha merecido la pena el esfuerzo realizado.
Los componentes del grupo hemos sido: Jaime, Pepe, Salvador y yo (Juan González Blázquez) como guía.
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