Sierra de Chiva. La Vallesa. Barranco de las Colochas (pinturas rupestres). Pico Santa Maria. La Vallesa. 13,5 km.

En esta ruta nos dirigimos de nuevo a la Sierra de Chiva, aunque en esta ocasión nos apartaremos de nuestros destinos habituales, con acceso desde Chiva, para buscar una zona más al noroeste, a la que accedemos desde Siete Aguas. Nuestro objetivo principal es una bonita sierra, la sierra de Santa María, donde se concentran las mayores elevaciones de toda la Sierra de Chiva y, por ende, excepcionales miradores.
Hemos previsto seguir un excelente track de Juane Alemany (referencia 22787694), sobre cuyo trazado hemos hecho varias modificaciones menores, motivadas en general por las dificultades para encontrar la ruta adecuada entre los varios rastros existentes en muchos lugares y en algunos casos por preferencias de paso o búsqueda de puntos de observación. Tras acabar la ruta, que tiene unos 13,5 km de longitud real y unos 490 metros de desnivel positivo acumulado según los datos registrados por un Garmin del grupo, y de subirla a wikiloc sin ningún problema, salvo que me advierte de que no tengo cobertura (como en muchas otras ocasiones), me encuentro con la sorpresa de que aparece en el registro una longitud de 78,28 km, y un desnivel total positivo de 759 m. Ambos datos son erróneos, mucho más por supuesto el de longitud, pero no me explico la causa del error, sobre todo cuando la gráfica de la ruta y el gráfico de alturas parecen totalmente correctas. Supongo que el error es debido a algo que disfunciona en Wikiloc, y que ellos lo arreglarán.
La ruta a pie comienza en el área recreativa de La Vallesa, a donde hemos llegado, desde Siete Aguas, por un algo estrecho camino asfaltado por el que se accede a la Base de Emergencias y aeródromo de Siete Aguas, desde donde se continúa por el Camino de Gestalgar hacia La Vallesa, donde hay amplio espacio para acampar y diversas instalaciones junto a la fuente (con tres abundantes chorros de agua). En la zona el suelo está húmedo y hay varios sitios donde hay grandes charcos de agua en el camino que seguimos.
Empezamos a andar hacia el norte, por el Camino Natural del Turia al Cabriel, en dirección al azagador de la Tejería, y salimos por la derecha en una vaguada con un rastro de pisadas escasamente perceptible y algunas zonas de charco, siguiendo la ruta propuesta por Juane Alemany (esta parte se puede evitar, continuando por el Camino Natural, que más adelante gira a la derecha, para volver hacia el lugar por donde pasa luego el camino que seguimos), que disminuye marcadamente el recorrido duplicado; así llegaremos en pocos minutos a una casa ahora no habitada, pasada la cual encontramos un camino, donde salimos a la izquierda para acceder a un cruce donde seguiremos por la derecha (el camino está marcado aquí como Camino Natural del Turia al Cabriel, por lo que aquí se cierra el bucle que hemos atajado siguiendo la recomendación de Juane).
Seguimos adelante por el Camino Natural, para luego salir por la izquierda en el primer camino que cruza, que se mantiene en buen estado hasta la entrada de una casa, y luego pasa a estar invadido por la vegetación, aunque es claramente reconocible. Así progresamos en tranquilo ascenso hacia la ladera sur de la Loma de la Vallesa, cuando el desnivel aumenta notablemente mientras alcanzamos el collado situado entre Carpinteros y la Loma de la Vallesa. Aquí ya estamos en la ladera oeste de la Sierra de Santa María, y abajo en el valle podemos ver el camino de Chera a Siete Aguas, mientras seguimos contorneando la ladera de la Sierra, al tiempo que empezamos un carrusel de, al principio, modestos sube y baja en el recorrido. Tras pasar bajo la cima del Santa María, el bonito sendero por el que caminamos, con impresionantes vistas, inicia un descenso más prolongado, para ir en busca del Barranco del Burgal, al tiempo que gira hacia la derecha. Aquí vemos ya un buen número de terrazas pétreas, con algunos potenciales abrigos. Es sólo cuestión de minutos llegar a un lugar, en un pequeño barranco situado a la izquierda del barranco principal, donde las terrazas parecen más marcadas y uno de los abrigos está protegido por una reja. Estamos en el Barranco de las Colochas, y las rejas protegen algunas pinturas rupestres, que en este caso son esquemáticas y bastante fácilmente reconocibles.
Tras un corto tiempo para ver las pinturas, comer y beber algo, nos ponemos en marcha, volviendo hacia el barranco principal, por el que progresamos hasta cruzar un sendero que sale por la derecha, y asciende bajo las Clochas de Primo, por un muy bonito barranco ubicado en la parte central de la Sierra de Santa María, a los pies de sus mayores elevaciones. Se suceden los tramos de subida y bajada mientras progresamos por el barranco, hasta llegar al pie de la zona donde están las mayores alturas. Aquí el sendero se desvía a la izquierda y asciende hasta una pequeña zona de menor pendiente, desde donde ya podemos ver el vértice geodésico del Pico Santa María. Aún hay que seguir subiendo algo más, antes de llegar al pie de la última elevación, un espolón rocoso bastante erosionado, donde hay que hacer una corta trepada para llegar hasta el vértice. Toda esta zona, tanto a la subida como a la bajada, muestra buen número de trazos de paso, que en muchos casos confunden más que guían al caminante. Hay algunas marcas de pintura amarilla y también un cierto número de hitos, pero no son suficientes, ni destacan especialmente en algunos casos, para que sea fácil seguirlos. El resultado, naturalmente, es que si no estás constantemente pendiente del GPS te sales del trazado y tienes que buscar la manera de volver a él (bastante fácilmente casi siempre); otras veces las marcas te inducen a escoger alternativas al trazado, y en alguna ocasión te parece que hay pasos más fáciles por otro lugar. De ahí la mayoría de las modificaciones en el trayecto con respecto a otros trazados.
Cuando bajamos del vértice geodésico nos parece que empezamos una agreste bajada, porque el lado este de la sierra es notablemente más agreste, pero la realidad es otra. Sólo estamos llevando más lejos la idea del continuo sube y baja, pasando por diferentes elevaciones menores en lo alto de la sierra. Así llegaremos a la Cima del Santa María, donde volvemos hacia el barranco interior por el que llegamos, encontrando una gran cueva natural casi al pie de la cima, para después seguir por la cordal de la sierra hasta su punta sur, por la que a continuación descenderemos siguiendo un sendero bastante irregular y con abundante piedra suelta, que exige mucho de las rodillas y pies (más de uno se ha dejado aquí las uñas de los pies), por el que acabaremos llegando a la Loma de la Vallesa. Aquí nos desviaremos hacia el este, para ir a buscar un camino al pie de la Loma, que es conocido como camino de Gestalgar, por el que continuaremos, en un descenso ya bastante más cómodo, hasta ir a encontrar el Camino Natural del Turia al Cabriel, donde giramos a la derecha para ir en busca del trazo que seguimos al comienzo de esta ruta, siguiendo el cual volveremos a La Vallesa, donde hemos dejado el coche y termina la ruta.
En conjunto, una ruta muy bonita, interesante y divertida, aunque bastante exigente para lo que suponíamos, sin puntos de dificultad técnica significativa o de peligro. Vistas impresionantes en muchos lugares y una sensación casi total de aislamiento, con bastante vegetación pero poca protección contra el sol. Una ruta óptima fuera del verano, pero previsiblemente dura en esa época.
Buen calzado de montaña (preferible bota alta), bastones, sombrero, agua suficiente y algo de comida son recomendaciones habituales. Hoy la Fuente de la Vallesa tenía mucha agua, pero no suelo beber aguas no tratadas.