SIERRA DE ESPARTEROS

Tiempo en movimiento: 4h 21´. Fuimos tres personas (agradecerles la compañía y las fotos desde aquí) e hicimos varias largas paradas, entre ellas una visita, casi al final del trayecto, al bar que queda a unos 200 metros del inicio/final.

A unos 3 km desde Morón de la Frontera, y circulando por la carretera que nos lleva a Montellano, veremos una ermita a la izquierda al principio de un pinar. Ahí estacionaremos nuestro vehículo y comenzaremos a caminar.

Hasta algo antes del primer waypoint denominado "RUINAS", transitaremos de común por senderines de cabras, dando un pequeño rodeo a la sierra para culminar la subida al vértice geodésico por el nordeste. Durante los últimos centenares de metros iremos por un sendero ya más ancho y señalizado con unas flechas y unos puntos de colores. Creo que aquí coincidimos con la subida que a la cima se hace desde la carretera de Coripe.

Ultimada la ascensión al punto más alto de la sierra, y habiéndonos recreado con las vistas, nuestro destino, ahora, es llegar al puntal del otro lado. El itinerario no es difícil, pero sí algo cansino, y es que nos toca transitar por las pedreras de la crestería. Muchas veces aprovecharemos senderines de cabras para aliviar las piernas y descenderemos algo para aprovechar que en la ladera hay menos piedras. Hay que tener cuidado con el lado derecho porque ahí se ubican los cortados de la cantera de cal, así que deambularemos siempre por el lado izquierda de la cuerda. Recomiendo no seguir mi track a pie juntillas porque, seguramente, no es el track perfecto. Me dejé guiar por mi instinto montaraz. Cada uno que vaya por el sitio que crea más cómodo, tal que hice yo.

Ya en los últimos metros de aproximación al puntal postrero me acerqué hacia el tercer waypoint "RUINAS". Junto a la antena anterior, y tras la alambrada anexa a ella, parte cerca un carril que nos dirigiría muy cerca del fin del periplo. Lo digo por si alguien quisiera tomarlo. Nosotros ascendimos al puntal y comimos allí.

Ahora toca descender con cuidado por la ladera e ir aproximándose gradualmente a la carretera. El asfalto lo podemos evitar en su mayor parte usando primero senderines paralelos a él, el aliviadero de aguas después y, por último, una senda situada junto a la alambrada de la cantera.

No gusto de hacer publicidad, pero en el bar que hay a unos 200 metros del final sirven unos litros de cerveza fresquísimos, litros que alivian sobremanera las jornadas calurosas, como fue nuestro caso.

Gracias a los que subieron el track que, a grandes rasgos, seguí.

¡Que disfrutéis la ruta tanto o más que yo!