Sierra de Guadalupe de Maciascoque (Murcia)

Ruta no compleja, para realizar preferentemente en épocas “no calurosas”. Aunque los bastones no son estrictamente indispensables, pueden ser una buena ayuda sobre todo en la corta zona de ascenso y descenso del Vértice Geodésico, con muchas subidas y bajadas, eso sí, no excesivamente exigentes, la totalidad del recorrido es por pistas y senderos y un trozo de la rambla del Talón. Una vuelta por los alrededores de Guadalupe de Maciascoque, para “atacar” desde la pedanía murciana, la Sierra de su mismo nombre por zona Sur. Subo hasta cerca del cementerio del pueblo y al pasar por debajo de la autovía a Granada (A7), giro a la izquierda y cojo un camino paralelo a esta, al pasar la entrada de la finca de Agridulce sale un camino a la derecha ascendente por el cual entramos en esta pequeña sierra, nos desplazamos entre la finca “De Los Muñoces” y una instalación de venta de casas prefabricadas hasta llegar al camino de entrada real. Por el camino es fácil que encuentre perdices, conejos (estamos en un coto de caza, pero la zona por donde pasamos no la visitan, están en otras zonas menos transitadas), pequeñas rapaces y culebras (estas últimas, no venenosas, sobre todo en la rambla y en los meses cálidos). Para recorrer casi toda la Sierra al subir las primeras cuestas me dirijo a la izquierda hacia una senda que hay al lado de la fábrica de la pólvora, aquí unos sube y baja a distintas ramblillas hasta llegar a la Rambla grande la del Talón. Ya en el lecho de este cauce, la vegetación se muestra mucho más frondosa, con enormes pinos que lo jalonan. Seguir su curso, que acaba desembocando en el Segura, permite imaginar las grandes avenidas de agua, el torrencial caudal al que la rambla del Talón ha dado salida. Se ve en los taludes, donde quedan al descubierto las capas de depósitos aluviales que fueron arrastrados por las corrientes. Y también en la orografía del lecho, en el que hay que ir salvando pequeñas y enormes pozas que un día horadaron fuertes torrentes de agua. Excavadas en la tierra de los taludes o confeccionadas en la densa capa de pinochas que se acumulan bajo los pinos, dan cobijo a la abundante riqueza botánica y fauna de este paraje que, tras poco menos de 4 kilómetros de marcha, les muestra en las laderas circundantes los alcornoques. Mientras, si sigue por la rambla, pasarán junto a enormes algarrobos. Aunque la época del descorche ya pasó, los alcornoques de la Ribera de Molina siguen mostrando en sus troncos el bornizo, ya que nunca nadie llevó a cabo en ellos la pelá. Plantados en la primera mitad del siglo XX, estos parientes de encinas y robles pronto superarán los tres cuartos de siglo. Una longevidad milagrosa, si se tiene en cuenta que es el alcornocal que crece en el territorio más seco conocido. Una circunstancia que convierte esta arboleda diseminada en un terreno de interés científico y sugiere su protección. De hecho, ha sido propuesto como Microrreserva Botánica. Ahora sin flor, aunque lo habitual es que florezcan a finales de primavera, poseen, como sus primos, bellotas como frutos. Cuando lleguen al final de la rambla encontramos una escombrera ilegal que la vegetación ha colonizado, y volvemos paralelos a la rambla encontrando otra vez los tubos de ventilación por donde discurren las tuberías del gas, hasta llegar a una balsa abandonada y para no repetir me voy a la izquierda y recorro esta vertiente de la Sierra de Guadalupe que llega hasta cerca de la Ribera de Abajo y su cercana Rivera de Molina, por un buen camino hasta cerca del Cabezo del Aire 2, paralelo a la vía Verde por arriba por camino de sube y bajo me dirijo hacia el Este buscando el Vértice Geodésico de Cabezo Blanco 2 (Coordenadas N38 0 53.55 W1 11 13.42 de 174 metros) un altozano con vértice geodésico que le pone a sus pies unas vistas inmejorables de Murcia, la Vega del Segura y las sierras que rodean el gran valle. No es raro que por la zona se encuentre con corredores en su sesión diaria de entrenamiento o de ciclistas que encuentran en los descensos y ascensos de este territorio acarcavado un circuito ideal para disfrutar. El camino es sencillo, pero tengan cuidado con los traspiés cuando tomen la senda de descenso del Cabezo Blanco 2, ya que su elevada inclinación hace el terreno resbaladizo, se puede subir por un camino que sale un poco más a la izquierda, más sencillo. Para bajar hasta una urbanización al lado del Campus de Espinardo de la Universidad de Murcia y sin entrar en ella nos vamos a la derecha hacia el Cabezo del Calvario bajamos a su rambla por una senda y me dirijo hacia la zona de la Granja, donde está la Granja Universitaria de la UMU. Unos casi 13 Km en unas 3 horas, con 366 metros de desnivel (muchos subes y baja al atravesar ramblas) con muchas fotos y waypont, para ver esta sierra, hoy muy verde (este otoño ha sido lluvioso), cosa excepcional pues suele estar más seca que un erial.