Sierra de Gudar Non Plus Ultra NPU4

La traca final pendia de un hilo por culpa de las previsiones metereológicas, que al final fueron mas benignas de lo previsto.
Realizamos la ruta entera entre Linares y Valdelinares; pasando por el pino del Escobón, el Molinete y la ascensión al Monegro, última cima de la travesía.
Partimos de Linares de Mora por el PR TE 29, dirección a Valdelinares. Pasaremos por la ermita mas antigua del pueblo y llegaremos a la zona del pino Escobón siguiendo el rastro del río Linares.
Poco después de pasar junto a la fuente de las Tabernetas, el sendero cruza la carretera, para dirigirse a ese encantador rincón que es el Molinete, con su exuberante vegetación, sus molinos y sus pequeñas cascadas.
Recorremos la zona alrededor del molino y sus pozas y barrancos.
Retomamos el PR y empezamos a subir hacia la Masía de la Torre Colás, un lugar con grandes vistas y donde decidimos cual de las variantes que se ven desde aquí vamos a utilizar para subir al Monegro.
Bajamos a la carretera donde abandonamos el PR. Utilizaremos el pequeño barranco que baja desde la fuente del Mas de los Clérigos para subir a los prados que rodean el Mas de la Balsa.
Tomamos las terrazas junto al bosque para acercarnos al borde de la Cerrada de la Balsa. Tras echar un vistazo al todavía desnudo avellanar subimos por el borde de la Cerrada hasta el camino de la Mina. Nos espera un largo trecho por este camino en una subida sin prisa pero sin pausa hasta que estemos sobre la dorsal.
En este tramo siempre en sombra, visitaremos los restos de la mina, simplemente una zanja y unas escombreras.
Alcanzamos un cruce de caminos donde vamos a la derecha y la pendiente se suaviza, transcurriendo por una zona con restos de viejas trincheras.
Al llegar al camino del Donativo seguimos monte a través hacia el vértice geodésico del Monegro. Debe ser de los mas anodinos, donde es mas importante el camino que el objetivo.
Empezamos a bajar monte a través para buscar el camino del Donativo, que en cómodas y mullidas lazadas nos lleva hasta las ruinas de un corral en un claro.
Lo rodeamos para seguir por el camino que nos bajará hasta el barranco de la Gitana.
Tras cruzarlo subimos a los prados de la Juliana que iremos remontando y después de cruzar una mancha de pinos llegamos al Mas de la Juliana.
Para ir hasta Valdelinares no utilizaremos el camino de la Juliana para no tener que ir por la nueva carretera, sino que seguimos los prados de la Cerrada hasta salir al puente y subir al pueblo por el SL que viene de las pistas de esquí.
El resultado de la travesía han sido mas de 98 km y 3700 m de desnivel posítivo y una miríada de barrancos transitados.
Se puede recortar o alcorzar (como dirían aquí) uniendo Virgen de la Vega con Valdelinares con una tercera etapa, que pasaría por el Peñarroya o el Monegro, según fueran las otras etapas.
En esta época había zonas en las partes altas en que todavía no había despertado la primavera, pero por contra nos encontramos mas agua en los barrancos y rios.
Además los prados estaban bastante libres de ganado lo que evitaba las molestias para ellos y para nosotros.
En cuanto a la dificultad de la ruta es elevada, siendo necesario mapa, GPS y buenas dosis de sentido común y paciencia.
Hay que ser conscientes de nuestras capacidades y limitaciones antes de embarcarse en un travesía como esta, que ha sido una experiencia extenuante pero enriquecedora.