Sierra de La Demanda: Circular Pradoluengo- Cruz de Guirlando-Senda de los Batanes

Esta marcha es una de las varias que se realizaron en Pradoluengo (Burgos) con motivo del XV Día Nacional del Senderista. Las marchas tuvieron lugar los días treinta de abril y uno y dos de mayo de este año 2016, aunque la que yo hice y que os relato fue la más multitudinaria. La dificultad fue, para mí y dado mi nivel, de media tirando a jodidilla, según mi peculiar forma de calificar algunas marchas. La organización impuso un horario, claro, y en cinco horas había que recorrer lo que yo haría en seis o seis y media, parando tranquilamente a hacer fotos y a comer. La comida fue en el polideportivo del pueblo y todo estaba calculado.

Yo cogí la marcha desde la plaza mayor del pueblo (aunque venía del polideportivo) y empezamos ya una fuerte subida, alcanzando el Área Recreativa de La Cascada y continuando por una curva cerrada a encarar la larga cuesta hasta la Cruz de Guirlando (wpt001). Habremos ido pasando por pinares y praderas verdísimas en este comienzo de primavera con el telón de fondo de la Sierra de La Demanda. Al final, bastante agotados porque han sido 4,5Kms de subida aunque con alguna zona llana, llegamos a una pradera en lo alto de un cerro: La Cruz de Guirlando. Hay ahí una cruz de hierro que le da o toma el nombre al lugar, pero lo importante son las vistas: al frente la sierra con el Pico San Millán, máxima altura de la zona, aún con bastante nieve y con pinares y praderas por doquier. Algo inolvidable, de verdad. Ahí hicimos una de las dos paradas oficiales para descansar un poco y emprender rápidamente un descenso hasta el Collado Hondo, que da paso a los siguientes tres kilómetros y medio de sube-baja hasta el punto más alto de la ruta (wpt003).

Antes habremos recorrido un extenso hayedo que en otoño tiene que ser una pasada, cruzando por el wpt002 ( la Fuente de la Berrungaña) y llegando al wpt004 en donde hicimos la segunda y última parada. Aquí hay una pradera con extraordinarias vistas y tras un breve descanso la abandonamos para seguir un pronunciado descenso hasta llegar a un cruce de caminos en donde cogemos el que bordea el Rio de Pradoluengo. Esta senda y hasta el pueblo es lo que constituye otra marcha de muy bajo nivel y corto recorrido, La Senda de los Batanes, que recorre antiguos molinos y que nos lleva finalmente al pueblo. Nosotros continuamos luego unos ochocientos metros más hasta el polideportivo para la comida, pero el track lo dejo en el punto en donde empezó.

En resumen, un día muy interesante y que nos descubrió la importancia senderista de la zona. Hay muchas rutas más que podéis encontrar en la web de la localidad.

Gracias y a disfrutarla