Sierra de la Paramera, sector oriental, ruta circular desde San Juan del Molinillo.

NOTA IMPORTANTE: Esta información tiene únicamente carácter orientativo, quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial del track y su texto adicional asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad senderista.

Nuestra tercera ruta para completar el recorrido de esta sierra abulense tan abrupta como llena de alicientes senderistas. Tras recorrer sus estribaciones occidental y central, nos quedaba abrir camino en el sector más al Este, guiados por la intuición y el estudio orto-fotográfico del terreno ya que no encontramos información de rutas ya definidas.

La previsión meteorológica anunciaba posibles tormentas, aunque amaneció un día soleado y limpio de lo más ilusionante. Madrugamos para aprovechar la mañana e iniciamos camino a las 7:00 h, ascendiendo a la cuerda serrana por la vía ya conocida de subida al collado del Portacho, a buen ritmo y con pequeños descansos que nos llevaron a superar sus 3,3 km de distancia y 570 m de desnivel en apenas hora y cuarto de marcha.

Una vez nivelados en estas alturas, con sol radiante y fresca brisa, fuimos buscando los salientes rocosos que se asoman al valle para ir coronando sucesivas cotas por el paraje de las Lagunillas hasta llegar al alto de los Carramales, cima de este sector con su vértice geodésico y sus 1.835 m de elevación. Tras disfrutar de las vistas y hacer nuestras fotos, buscamos sitio donde hacer una parada y reponer fuerzas.

Al continuar camino, fuimos perdiendo altura primero suavemente y luego de forma más acusada cuando nos adentramos en los pinares de repoblación que cubren las laderas orientales de esta sierra, zigzagueando hasta un pequeño collado previo al ascenso al pico de la Solanilla, que con sus 1.526 m de altitud representaba nuestra última cota a conquistar.

El cielo se iba cubriendo de nubes y éstas se iban oscureciendo a medida que cuajaban sus cúmulos-nimbos, pronóstico inconfundible de las tormentas que se avecinaban desde el noreste. Aceleramos pues el descenso por la senda Madroñera, antigüo camino hoy dificultado por la erosión y la vegetación invasora.

Ya en cotas bajas próximas a la localidad de Navalmoral de la Sierra, cambiamos nuestra inicial pretensión de progresar por el Justarejo hacia la peña del Calvario al empezar a llover y granizar con fuerza con la llegada de la primera tormenta, eligiendo las pistas colindantes a la carretera hacia San Juan del Molinillo, donde arribamos totalmente calados y ateridos por la repentina bajada de temperatura que provocaron los fenómenos tormentosos, pero contentos de haber completado el recorrido de esta atrayente cadena montañosa.