Sierra de las Nieves: Invernal desde Quejigales al Torrecilla

Aprovechando la gran nevada caída en la Sierra de las Nieves subimos al Torrecilla en invernal, equipados con polainas y crampones ya que se calcula hasta un metro de nieve en su cumbre.

Para ver esta ruta en versión sin nieve: Torrecilla volviendo por la Cañada de las Ánimas

La ruta viene a tener una longitud de alrededor de 17 km y unos 900 m de desnivel acumulado.
La califico como moderada porque exige conocimientos y materiales técnicos como son polainas y crampones además es recomendable el piolet. Vimos algunos sin crampones llegar al Pilar de Tolox, lo cual en aquellas condiciones era un poco arriesgado.

Su índice IBP=104 (índice de dificultad de la ruta - ver: ibpindex-) para senderismo.

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Ruta vista desde el inicio

Predicción meteorológica:

El hacer la subida al Torrecilla en invernal nos recomienda realizar una serie de modificaciones respecto a la ruta directa por la Cañada del Cuerno.
Sabemos de la abundancia de barro muy resbaladizo desde el cruce por el puente de madera sobre el Arroyo de la Cañada del Cuerno, y ese es motivo como para descartar esa subida y optar por comenzar por el carril que sube al Puerto de los Pilones, el Camino de Ronda. Ahora bien, para disfrutar de la nieve lo antes posible subimos por el carril solo un tramo, el que va desde su inicio en la cadena hasta una curva muy cerrada a la derecha, encementada. Habremos recorrido unos 2'4 km y estaremos alrededor de la cota 1540msnm. Es el waypoint "Salida del carril".

Foto del lugar de salida del carril de una ocasión anterior, sin nieve

Ya en esta curva había nieve fuera del cemento, pero nieve entre polvo y primavera que permitía andar con comodidad.
Cogemos el sendero que nos llevará a la Cañada del Cuerno obviando el seguir por el carril. Comenzamos a disfrutar del espectáculo de la Sierra de las Nieves cubierta de un manto blanco. Además solo encontramos huellas de un par de personas, dos agentes medioambientales que nos encontramos volviendo ellos.

Sendero hacia la Cañada del Cuerno

La nieve está en una cota muy baja y además en cantidad, como hace mucho tiempo que no veíamos.
Al poco rato las condiciones de la nieve van provocando que las botas resbalen por lo que optamos por ponernos los crampones antes de la confluencia con el sendero de la cañada, ya que sabemos que por allí la pendiente es más acusada y podremos caminar con más agilidad y seguridad.
Entramos en la Cañada del Cuerno y nuestras esperanzas de disfrutar de la nieve se ven más que recompensadas.

Cañada del Cuerno

Todo está cubierto por un espeso manto de nieve, nieve que parece esponjosa como si fuera de merengue ya que el fuerte temporal de levante ha endurecido la capa superficial y ha congelado la forma de la nieve caída. Además el hecho de haber sido de levante ha ocasionado que todas las caras de árboles, troncos secos, piedras y cualquier objeto que resalte en dirección este, se halle completamente cubierto por la cencellada dura de un grosor considerable. Especialmente podemos apreciar este efecto una vez que salimos del pinsapar de la cañada.

Saliendo del pinsapar de la Cañada del Cuerno

Seguimos por el sendero habitual sin saber bien donde mirar, ya que está todo cubierto de nieve y son muchos los sitios que quieren quedarse en nuestra retina y nuestra cámara.
Llegamos al punto donde el sendero se une al carril del Puerto de los Pilones, y observamos que la nieve ha llegado a acumular más de 1'40 m, ya que el bastón se esconde hasta la empuñadura, y el poste indicador aparece muy hundido.

Poste indicador junto al Puerto de los Pilones

Seguimos hacia la izquierda el camino habitual y vemos como la niebla empieza a cubrirlo todo, hasta el punto que la visibilidad será de unos 5-10 m como máximo en unos momentos.
Progresamos por lo que ya es un sendero y volvemos a observar la cencellada dura, en esta ocasión más voluminosa que en otras, ya que este fenómeno depende de las temperaturas bajas (lo han sido) y de vientos moderados a fuertes, y en estos pasados días hemos tenido un fortísimo temporal de levante con rachas de hasta 90 km/h. Además el levante es un viento muy húmedo, lo que ha provocado una gran cencellada.
Por esta zona además de los árboles, las mallas de los plantones de repoblación y los arbustos están totalmente recubiertos de hielo.

Cencellada en un poste indicador, más de 20 cm de hielo acumulado


Cencellada en arbusto y malla de repoblación


Cencellada en árbol

Llegamos al pozo de nieve que está cubierto de nieve, tal y como era previsible.

Pozo de nieve

Toda la red que rodea el pozo está colmatada de nieve.
A partir de este punto se nos echó encima la niebla que no volvió a levantar casi hasta hacer cumbre.
Pasamos por el nuevo hito de piedra que indica la bifurcación hacia Enamorados o el Torrecilla que se encontraba, como el poste indicador, cubierto de cencellada.

Poste indicador

Seguimos por el sendero siguiendo las huellas y de vez en cuando encontrando un poste indicador, ya que el camino no es visible y además la niebla se está espesando. En un momento dado me descargo un track anterior para llevarlo como seguridad puesto que en determinados momentos dudo de la ruta a pesar de conocerla casi como la palma de mi mano.

Visibilidad a la altura de la Sima Raja Helada

Comenzamos la subida a la plataforma que hay por encima de la sima dando gracias a lo bien que se encuentra la nieve por la que progresamos sin dificultades gracias a los crampones.
Alcanzamos la plataforma y la cota 1700msnm y la visión es un poco fantasmagórica entre la nieve, el hielo acumulado en todas partes y la niebla.

Árboles secos en la niebla

Llegamos sin grandes complicaciones al Pilar de Tolox donde paramos a reponer energías.

Pilar de Tolox


Témpanos en la covacha del Pilar de Tolox

Es quizás un poco tarde, las 14:00 h, pero decidimos intentar la subida ya que los que bajan dicen que con crampones es posible. El día anterior había mucho hielo y algunos amigos se volvieron sin poder subir por prudencia. Hoy parece más propicio.

Subida al Torrecilla

Comenzamos la subida y pronto nos damos cuenta que hay una finísima capa de nieve dura sobre la que clavan los crampones, pero que debajo de la misma hay abundante nieve polvo. Decidimos, pensando en la bajada, subir tallando escalones para que nos ayuden a la vuelta. Es fácil decirlo pero el trabajo que supone te machaca los cuádriceps y lo pagamos al día siguiente, con una sonrisa en la cara pero con mucho cansancio en las piernas.

Subiendo sin casi huella

Obviamente el camino ha desaparecido bajo más de 50 cm de nieve, por ello hay que orientarse por los postes de madera. Por suerte recientemente se ha reformado el camino y se han instalado postes donde se habían perdido, los cuales nos fueron de gran ayuda.

Subida final

El problema que ocasiona el no ver el camino es que no trazas los zigzags adecuadamente ya que las únicas referencias son los postes y apenas algunas huellas, por lo que en determinados momentos trazamos rectos de un poste a otro con el aumento de pendiente que ello origina.
Si además vas tallando escalones a patadas el esfuerzo es considerable. Podemos decir sin equivocarnos que en esas condiciones la subida es muy exigente físicamente.
Llegamos finalmente a la cumbre y las previsiones son acertadas, no hay ninguna roca que sobresalga salvo el ápice de la pirámide-hito de la cumbre. La capa de nieve puede que tenga un grosor cercano al metro.
Pongo un par de fotos para comparar el hito con y sin nieve.

Hito cimero sin nieve y casi cubierto por ella

Se puede comprobar que tan solo sobresale un poco del hito y en la parte de la izquierda de la foto se ve la nieve acumulada sobre la arista, sin que se aprecie ninguna roca.

Arista junto a la cumbre

Después de hacernos las fotos para el recuerdo comenzamos la bajada procurando no salirnos de la huella que con tanta dificultad hemos creado.
Por suerte ha levantado la niebla y la podemos ver en la distancia así como disfrutar del paisaje en la bajada.

Bajando sin niebla y siguiendo la huella

A la vuelta, a partir del Pilar de Tolox, el camino se nos hace muy pesado ya que la huella creada por los que han pasado hoy ha convertido la nieve en nieve primavera y hay que ir dando pasos muy cortos para evitar el riesgo de hundirnos en la nieve y tener un sobreestiramiento. Un par de veces que nos hundimos, lo hacemos hasta más de la rodilla.

Hundimiento de la pisada en la nieve

Desandamos el camino hecho hasta llegar al Puerto de los Pilones y ahí nos reagrupamos los que vamos. Decidimos volver todo el trecho por el carril ya que estamos cansados, es tarde (somos los últimos en bajar del puerto) y es más cómodo el andar por el carril.

Alcazaba desde el carril


Volviendo por el carril nevado



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