Sierra de las Nieves: Quejigales Torrecilla volviendo por Cañada de las Ánimas

Califico esta clásica ruta como Fácil ya que la única dificultad técnica que presenta es la orientación en la subida final al Torrecilla.

Para ver esta ruta en invernal, con nieve: Torrecilla en invernal

El índice de la ruta es IBP=97 (índice de dificultad de la ruta - ver: ibpindex-) para senderismo.
Recorremos unos 16'5 km y sobre 860 m de desnivel acumulado, aunque la página indica menos, en aproximadamente cinco horas sin contar las paradas.
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Ruta Quejigales - Torrecilla
Previsión meteorológica:

Comenzamos este transitado recorrido desde el Área recreativa del Cortijo de los Quejigales. Para una adecuada descripción de cómo llegar hasta aquí se puede visitar esta otra ruta:
Tres Cañadas de Ronda
Partimos en dirección noreste, la contraria a la que traíamos con nuestro vehículo, por el Carril del Sabinal hasta pasar una cadena que cierra el paso a vehículos motorizados no autorizados. Al poco llegamos a un cartel informativo de la ruta oficial “Sendero Quejigales-Torrecilla” quizás la ruta oficial más transitada del todo el Parque Nacional.
Cartel de la ruta oficial

Cruzamos, hacia la derecha, un puentecillo de madera sobre el arroyo de las Carboneras por el que desagua la Cañada del Cuerno, por cierto llamada en algunos sitios Cañada del Cuervo. En la actualidad y desde hace unos años este es el sendero oficial, pero hace ya muchos años el sendero de subida a la Cañada del Cuerno comenzaba más adelante y discurría en paralelo al arroyo hasta internarse en la cañada. Como por esa zona el arroyo no tiene un cauce muy definido encharca amplias zonas de la ladera y la subida era peor ya que se pasaba por terreno embarrado y muy resbaladizo.
Atravesamos un bosque de pinos con algún pinsapo en medio y muchos majuelos en los que destaca claramente el muérdago que los coloniza. Es una primera subida no muy exigente en la que pasamos por un cartel informativo sobre la cabra montesa. En este punto el sendero empieza a zigzaguear para alcanzar el inicio de la cañada y podemos comenzar a observar los pinsapos propios de esta cañada, algunos de los cuales ya destacan por su significativo porte. También observamos con satisfacción la abundancia de pequeños pinsapos, síntoma de una buena regeneración del pinsapar.
Nos introducimos en la fantástica cañada rodeados de viejos pinsapos, de troncos caídos y de abundancia de pequeños ejemplares, una delicia para el amante de la naturaleza.
Pasamos un cartel informativo y continuamos la senda que va poco a poco ganando altura de forma más o menos mantenida. En un momento dado a nuestra derecha observamos un hito de piedras del que parte una senda en dirección contraria a la que traemos y que es difícil de ver si no se sabe que está ahí. Esta senda nos saca de la cañada y nos sube al carril que une el área recreativa del Cortijo de Quejigales con el Puerto de los Pilones.
Desvío hacia carril

Continuamos subiendo y ahora pasamos por un zigzag muy acusado y con pendiente destacable. En una de las cerradas curvas encontramos, en la actualidad, una barrera de piedras y troncos que intenta impedir el paso. Está colocada con la intención de que la gente que no conoce bien estas sierras no se equivoque y se salga del sendero oficial. Si continuásemos y traspasáramos esta barrera entraríamos en la Cañada de Enmedio. Podemos seguir ese otro sendero en la ruta:
Quejigales-Cañadas del Cuerno, Enmedio y Ánimas-Enamorados-Pinsapo de la Laguna-Tajo Canalizo
Nosotros seguimos el sendero "oficial" hasta que salimos del bosque de pinsapos y afrontamos la salida de la cañada por una zona donde se nos abre la vista y ya distinguimos la antena ubicada por encima del Puerto de los Pilones y acertamos a ver el carril. Transitamos por una zona donde los pinsapos escasean y dominan las plantas rastreras como los piornos, enebros y sabinas.
Alcanzamos el carril, que puede suponer una buena forma de volver en caso de cansancio, por variar la vuelta o simplemente por disfrutar las magníficas vistas que se pueden contemplar durante toda la bajada. Si nos decidiésemos a volver por aquí simplemente lo continuamos en bajada hasta el final y al llegar a una cadena tomamos el carril principal hacia la derecha y en menos de un kilómetro llegamos al área recreativa de partida.
En el cruce de acceso al carril tomamos hacia la izquierda y pronto llegamos a un cartel informativo en el mismo Puerto de los Pilones desde el que las vistas son impresionantes: El mar, con la costa de Marruecos y el Peñón de Gibraltar en días despejados, Alcazaba, Torrecilla, Sierra Hidalga, Ronda, la Cañada del Cuerno, etc...
Vistas de la Cañada del Cuerno desde el carril

Vistas desde el Puerto de los Pilones

Continuamos nuestra marcha y enseguida el carril desaparece para convertirse en un sendero, el oficial, que discurre entre magníficos y antiguos quejigos de montaña.
Entre dos viejos quejigos observamos un cruce que a la derecha en bajada es el inicio del sendero hacia la Alcazaba. Lo descartamos y seguimos de frente, pasamos junto a muros de piedra enmallados para detener la erosión y en una curva a derechas un cartel nos informa de la existencia de un pozo de nieve restaurado, reliquia del antiguo oficio de nevero. Obviamente gracias a la electricidad hace ya muchos años que cayó en desuso.
Junto a este cartel, a la izquierda del sendero principal y en bajada se observa una senda que llega al pozo de nieve y que es la que usaremos a la vuelta para atravesar la Cañada de las Ánimas.
Pozo de nieve

Seguimos por donde veníamos y llegamos a un cruce marcado por un poste. A la izquierda sale un sendero que de tomarlo nos conduciría hacia el Peñón de los Enamorados. Continuamos de frente y justo antes de bajar a una curiosa hondonada podremos observar a nuestra izquierda un mojón de piedras que indica un cruce hacia un camino poco marcado debido a que el piso está compuesto por rocas disgregadas. Si no nos fijamos puede que ni reparemos en él a pesar del destacable hito.
De tomar a la izquierda también iríamos hacia el Peñón de los Enamorados. Más concretamente, en un momento dado se une al sendero que parte del cruce anterior y ambos se funden en uno solo formando entre el punto de unión y los dos cruces que hemos descartado una especie de triángulo.
Atravesamos la depresión, una dolina, y al comenzar a subir podemos observar a la izquierda un afloramiento de rocas calizas. En una de ellas se encuentra la inscripción pintada a mano TO-8 la cual indica que se trata de una sima catalogada, en concreto la sima “Raja Helada”.
Sima Raja Helada

Continuamos y después de superar unos zigzags no muy exigentes alcanzamos una planicie desde la que observaremos prácticamente siempre la mole final del Torrecilla. Estamos rodeados de quejigos de montaña y de vez en cuando vemos algún que otro pinsapo pero sin llegar a formar un grupo grande de ellos.
Continuamos nuestra ahora cómoda marcha observando a nuestra derecha una zona con depresiones en las cuales se encuentran varias simas destacables como la sima GESM con más de 1100 m. de profundidad. Al poco hemos de subir un pequeño puerto y al bajar tenemos una magnífica vista de la pirámide final del Torrecilla y debajo de nosotros una explanada con un pilón con agua, el Pilar de Tolox, debajo de los abrigos rocosos del Cerro del Pilar. En uno de ellos se encuentra una imagen de una Virgen de la Victoria.
Pilar de Tolox

Después de un breve descanso seguimos ruta por el bien marcado sendero hasta llegar a una curva a derechas donde empieza a inclinarse el camino y la subida propiamente dicha a la cima. A nuestra izquierda sale otro sendero un poco desdibujado que nos lleva a la cañada de Froncaire.
Hay que tener en cuenta una advertencia para la subida y es que aunque hay un sendero oficial y el camino se encuentra muy marcado, es tal el número de personas que transitan por aquí que no es en absoluto difícil despistarse y salirse del sendero oficial y marchar por otro creado por gente que no ha acertado con el más cómodo pues cuesta distinguir cual es el bueno y cual no. En concreto en esta ocasión durante la subida, en un punto en el que ha desaparecido un poste señalizador, nos despistamos y seguimos un camino que no era el bueno.
La consecuencia es que nos cuesta más la de por sí ya dura subida, más de 250 m de desnivel en menos de un kilómetro. A la vuelta corregimos nuestro error y no nos salimos del sendero oficial. Acometemos la subida final con calma sabiendo que se trata de entre 30 y 45 minutos de esfuerzo.
Vistas desde la subida final al Torrecilla

La llegada a la cima merece la pena, se nos expande la vista y tenemos una fantástica visión a todo nuestro alrededor sin nada que nos la tape. Estamos a 1919 metros, máxima altura de toda la Sierra de las Nieves y de la parte occidental de la provincia de Málaga.
Cumbre del Torrecilla

Disfrutamos de la misma, hacemos las fotos de rigor y volvemos sobre nuestros pasos hasta llegar de nuevo al Pilar de Tolox donde nos comemos el bocadillo.
Continuamos nuestra marcha por el mismo sendero que nos ha traído aquí, descartando todos los cruces, hasta llegar de nuevo al pozo de nieve. En ese punto nos desviamos a nuestra derecha bajando al pozo y atravesando la depresión donde se encuentra fijando nuestra vista hacia enfrente en un arbolito y en un mojón de cemento que se encuentra a sus pies ligeramente por encima de la depresión.
Atravesando la depresión junto al pozo de nieve

Enlazamos con un sendero bien marcado que tomamos hacia nuestra izquierda y que nos permite contemplar a nuestra derecha la parte superior de la Cañada de las Ánimas con su increíble bosque de pinsapos que nos la oculta.
Caminamos por un sendero cómodo y sin pérdida hasta que giramos ligeramente hacia la derecha y en bajada hasta llegar a un cruce marcado por unos destacables hitos de piedra en el que aparecen dos posibilidades: hacia la izquierda iríamos a parar a la Cañada de Enmedio y más adelante hacia la Cañada del Cuerno, y hacia la derecha vamos hacia la Cañada de las Ánimas.
Cruce hacia Cañada de las Ánimas

Tomamos a la derecha y en seguida entramos en un maravilloso bosque de pinsapos llenos de musgo, aparentemente muy virgen, húmedo, caótico, oscuro incluso umbrío de tal manera que parece que en cualquier curva del sendero puede aparecer un gnomo o cualquier otro habitante de un bosque fantasioso. Lo recorremos en silencio disfrutando de la paz que respiramos pues tenemos la suerte de no cruzarnos con nadie. En unos dos kilómetros descendemos 300 m hasta llegar a una planicie en la que se encuentra una especie de balconada, es el Mirador de los Coloraillos que nos ofrece unas buenas vistas sobre la árida Sierra Hidalga y la zona del Valle de Lifa.
Mirador de Los Coloraillos

Giramos a la izquierda y continuamos sendero en dirección suroeste sin pérdida hasta llegar a una gran represa que cierra la Cañada de Enmedio, cruzamos el arroyo y la senda se transforma en carril.
Cierre de la Cañada de Enmedio

En unos 300 m alcanzamos un pequeño llanete en el que podemos ver con dificultad un pilón a nuestra derecha y a nuestra izquierda, en alto, un monolito con placa homenaje a Francisco, Frasquito, Molina guarda del parque y una reconstrucción de la choza donde vivió.
Homenaje a Frasquito Molina

Finalmente llegamos por el carril a nuestro punto de partida finalizando la ruta de hoy.


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