Sierra de las Villas (Jaén): macizo de Navazalto (VI) Circular al alto del Navazo
near Nava del Rico, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
02.11.13
Poco va quedando por desentrañar en navazalto. El macizo, que empezó siendo una accesible caseta de fogoneros, ha cumplido se sobra las expectativas, nos ha sorprendido por arriba y abajo, hemos descubierto cuevas, sendas, trancos, puntales – miradores, auténticos pulpitos hacia la campiña, fuentes, corrales, tapuelas, viejos tornajos, historias morbosas y hasta observadores pétreos, impávidos al tiempo, embobados con el abrupto y abigarrado escenario.
Tocaba un respiro, un cómodo paseo acompañado de buenos amigos para mostrarles la belleza y hermosura de nuestra Sierra.
Pero como algo siempre tenemos que llevar entre manos, aprovechamos para delimitar nítidamente el tramo de la senda de la cuesta de navazalto que vuelca de la cruz de yescas a la fuente del vilano (milano) y que en la última excursión no pudimos definir en su totalidad.
La primera parte de la ruta nos eleva a la caseta de fogoneros desde la fresnedilla por el carril de navazalto con escala en el prado de los fresnos para recrearnos con sus tornajos.
Disfrutamos después en los alrededores de la caseta de la panorámica que una tarde de otoño nos ofrece, la campiña, guarondo, las buitreras, el navazo,…
Tomamos la perdida senda que bajo el puntal de la cuna y el de Yescas conecta con la vieja senda que sube desde Mogón para introducirse en el corazón de la sierra a la altura de la cruz de Yescas donde el macabro acontecimiento de la muerte de quién le dio nombre al lugar.
Desde allí encontramos claramente la senda que se lanza ladera abajo zigzagueando, atravesando algún que otro antiguo huerto convertido en pinar por obra y gracia de la administración de montes. Llegamos al pequeño paraíso, a la fuente del vilano, otrora bullicioso intersección de caminos, lugar de paso, de cita, de descanso,…
¡que bien le sienta el otoño a esta tierra!
Desde allí, en un plis plas alcanzamos el inicio.
Plis plas.
Poco va quedando por desentrañar en navazalto. El macizo, que empezó siendo una accesible caseta de fogoneros, ha cumplido se sobra las expectativas, nos ha sorprendido por arriba y abajo, hemos descubierto cuevas, sendas, trancos, puntales – miradores, auténticos pulpitos hacia la campiña, fuentes, corrales, tapuelas, viejos tornajos, historias morbosas y hasta observadores pétreos, impávidos al tiempo, embobados con el abrupto y abigarrado escenario.
Tocaba un respiro, un cómodo paseo acompañado de buenos amigos para mostrarles la belleza y hermosura de nuestra Sierra.
Pero como algo siempre tenemos que llevar entre manos, aprovechamos para delimitar nítidamente el tramo de la senda de la cuesta de navazalto que vuelca de la cruz de yescas a la fuente del vilano (milano) y que en la última excursión no pudimos definir en su totalidad.
La primera parte de la ruta nos eleva a la caseta de fogoneros desde la fresnedilla por el carril de navazalto con escala en el prado de los fresnos para recrearnos con sus tornajos.
Disfrutamos después en los alrededores de la caseta de la panorámica que una tarde de otoño nos ofrece, la campiña, guarondo, las buitreras, el navazo,…
Tomamos la perdida senda que bajo el puntal de la cuna y el de Yescas conecta con la vieja senda que sube desde Mogón para introducirse en el corazón de la sierra a la altura de la cruz de Yescas donde el macabro acontecimiento de la muerte de quién le dio nombre al lugar.
Desde allí encontramos claramente la senda que se lanza ladera abajo zigzagueando, atravesando algún que otro antiguo huerto convertido en pinar por obra y gracia de la administración de montes. Llegamos al pequeño paraíso, a la fuente del vilano, otrora bullicioso intersección de caminos, lugar de paso, de cita, de descanso,…
¡que bien le sienta el otoño a esta tierra!
Desde allí, en un plis plas alcanzamos el inicio.
Plis plas.
Waypoints
Comments (1)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Nos ha gustado muchísimo las vistas desde la cima, merece la pena subir. Yo volvería por el mismo camino de ida, ya que la dificultad está en seguir el sendero de vuelta, al haber desparecido en varios ocasiones el mismo y el terreno es de piedra suelta. Gracias.