Sierra de Segura (Jaén): Subida a Las Lagunillas

Clásica ruta que nos eleva desde el valle del Guadalquivir, ocupado actualmente por el embalse que le hicieron al Grande, hasta cerca de las cumbres que algunos llaman Sierra de las Lagunillas, concretamente a uno de aquellos asentamientos imposibles de autárquica supervivencia, aldea que se despobló cuando la presión de la administración forzó el éxodo serrano. Cuenta esta aldea con la peculiaridad de dominar una panorámica increíble, además de servir de palanca para acometer en caso de decidirse la cuerda y vértice del Almagreros, cumbre de esta estribación que cae vertiginosamente al Tranco y que sirve de linde entre la sierra de las Villas y la Segureña, por donde transcurre toda nuestra ruta.
Comenzamos en la pista forestal que arranca a unos metros de la CF de Casares, junto a la carretera de la confederación hidrográfica que une El tranco con Cazorla. La pista no tiene pérdida, va ascendiendo suavemente hasta la base del cerro del Cerezuelo ignorando nosotros los ramales que salen a derecha e izquierda. Desde aquí, antes de tomar brío, ya podemos divisar una buena panorámica. Comenzamos las pendientes más severas, que por encima de la cerrada que hace el arroyo, alcanzan la Cañada del Fraile, largo camino hasta la aldea de La Cabañuela por la izquierda, aunque nosotros seguiremos por la derecha para alcanzar en poco tiempo, no sin gran esfuerzo, la amplia meseta que ocupó la aldea de las Lagunillas y que, a pesar del nombre, cuentan que siempre tuvo dificultades de abastecimiento del liquido elemento. Desde allí podemos perdernos por sus casas y huertas y contemplar todo lo que alcanza el horizonte, destacando el gigante de Segura, su majestad El Yelmo. El regreso podemos organizarlo bien por donde hemos venido o, si hemos dejado un coche en el Tranco, volver y continuar por el camino que llevábamos, realizando un vertiginoso descenso por el cerro de Mojoque.