Sierra de las Villas (Jaén): Venta Agustines-Sesteros-Chillar-Venta Agustines

20.07.15
Agradecida ruta visual por el valle del Guadalquivir entroncando con el tramo bajo de royo Chillar.
Partimos de la Venta de los Agustines, donde el kiosko Mermecino es un referente para el descanso. Cruzamos el puente sobre el Guadalquivir y tomamos el camino que se desprende inmediatamente al término hacia la izquierda. Cruzamos un párvulo puente sobre royo María y lo seguimos hasta alcanzar las ruinas del viejo molino aceitero de Saro. Aquí optamos por el camino ascendente a la izquierda, siguiendo el GR Bosques del Sur y ganando en cada metro unas majestuosas vistas del Guadalquivir y de la loma de la escalera. Llegamos al puntal del Robledillo en la loma de la Be, cambiando las vistas al asombroso valle de Chincoya y en tramo final del cañón del Chillar. pasamos un primer desvío a la derecha que descartamos, tomamos el segundo que nos llevará directamente al barranco del Chillar, junto al cortijo de los Sesteros bajos, cortijo arreglado y habitado. Continuamos descendiendo por el camino hasta alcanzar la tapuela de Ramona, la Grilla lo que nos anuncia que próximamente cruzaremos el Chillar. Seguimos el caminillo enzarzado y cada vez más perdido hasta llegar al vado del arroyo, perfectamente reconocible, lo cruzamos y con intuición montañera tenemos que alcanzar el cortijo de El Tamborcillo, encima de la loma ya que el camino se halla prácticamente desaparecido. Una vez arriba en las ruinas del cortijo, salimos a la pista y comenzamos a descender por el olivar con el Chillar de fondo y la piedra de la B vigilante desde las alturas. Llegamos al cortijo del Chillar que conserva una bonita puerta serrana y continuaremos atentos en el descenso para no pasarnos el vado del Chillar a la derecha que tras una breve subida, nos llevará de nuevo a terrenos del Guadalquivir. Desde el collado que ganamos tras cruzar el vado, veremos al otro lado el cortijo de la Capaora, ahora reformado en el cortijo de los Lomas. Descendemos hasta el nivel del río, justo donde enfrente se entrega el arroyo de Natao mediante una bonita cascada cuando corre bien el agua. Aquí también se encontraba antiguamente el vado para el camino que se desprendía del camino viejo de El tranco para dirigirse a la cortijada de La Hoz. Los seguimos ahora en forma de pista , pasamos por el cortijo de Marta y Salome, mulero de Saro y alcanzamos en poco de nuevo el molino donde nos desviamos, volviendo al punto de inicio por el camino que trajimos.