Sierra de Las Villas. Por el Tranco del Acebo, Los Palancares y María La Fumaora. IBP 90

Esta ruta la diseñé combinando otras dos en esta zona de la Sierra de Las Villas. Dejamos el coche junto a una construcción en desuso junto a la carretera que conduce hasta el Embalse de Aguascebas.
Comenzamos a caminar por una pista forestal que parte de la misma carretera, unos metros más atrás de donde hemos dejado el coche. Comenzamos a ganar altura suavemente remontando las lomas del Caracho. Pronto tendremos unas impresionantes vistas del Embalse y de sus aguas color turquesa. casi cuando hemos alcanzado el punto más alto encontramos una pequeña cueva usada por los pastores de la zona para resguardarse.

Continuamos caminando acercándonos a las inmediaciones del Tranco del Acebo y su cortijo. Encontramos marcas de sendero consistentes en dos líneas blancas paralelas (nunca había encontrado otras de esa tipología) que facilitan la orientación.

Caminamos ahora por una bonita zona con pinos de gran porte. Encontramos algunos pinos y abetos de los que solo perdura el esqueleto. En el sendero pasamos junto a un gran árbol seco caído a su lado, donde paramos a descansar un poco y a tomar algunas fotos.

Reemprendemos la marcha pero decidimos separarnos de nuestro track ya que comprobamos que, siguiendo las marcas blancas, coincidiremos de nuevo con el un poco más adelante.

Enseguida volvemos a caminar sobre nuestro track y dejamos de ver las marcas blancas. Llegamos a las ruinas de lo que fue una gran cortijada conocida como el Cortijo de Los Palancares. Junto a sus ruinas encontramos una preciosa manada de caballos que pastan en un prado. Continuamos caminando y pasamos junto a lo que debió de ser uno de los puntos de suministro de agua de este cortijo: un venero que mana a los pies de un gran árbol.

Bajamos poco a poco hasta el cauce del Arroyo de Aguascebas de Chorrogil, donde descansamos un momento bajo unas frescas sombras.

Continuamos nuestra marcha y enseguida pasamos junto a otras ruinas, estas de mucho menor porte. A partir de aquí comenzamos a tener dificultades para seguir el track que llevamos cargado... caminamos campo a través para remontar una dura loma en dirección al Pardal e intentando recuperar el track. No coincidimos con el track cargado hasta que no llegamos a las inmediaciones del Pardal, donde, junto al sendero, hacemos un descanso para comer a la sombra de una mancha de pinos.

Las vistas desde aquí son impresionantes, destacando el Cerro del Avellano en frente nuestra. Una vez repuestas fuerzas reiniciamos la marcha dejando a nuestra derecha el Pardal y bajando poco a poco a menor cota.

Muy pronto se nos presenta a lo lejos la imponente y peculiar figura de Peña Corva. Justo en ese momento volvemos a perder el track... giramos hacia el oeste, de nuevo campo a través, intentando volver a coincidir con el track guardado en el GPS. Pasamos junto a más ruinas zigzagueando para buscar el camino correcto.

Nos adentramos ahora en una zona kárstica de lapiaz. Encontramos a un pastor cuidando de sus ovejas al que le preguntamos como llegar a las "Escaleras de María La Fumaora"y el Embalse.... sus explicaciones son ininteligibles ya que se expresa con términos propios de la zona, así que nos sirve de poca ayuda.

Continuamos caminando para llegar a las inmediaciones del Arroyo de la Cañada del Avellano, un lugar con cierto encanto aunque las aguas del arroyo parecen algo sucias, al menos en su tramo más remansado. Caminamos con el arroyo a nuestra izquierda cuando de nuevo nos damos cuenta que nos hemos salido del track, así que hacemos un brusco giro de 180º para caminar ahora con el arroyo a nuestra derecha. Decidimos cruzar el arroyo y caminar por la orilla contraria (de nuevo con él a la izquierda).

Al poco percibimos que si seguimos esta dirección no podremos continuar porque una pared de roca nos cierra el camino, así que decidimos volver a cruzar el arroyo para caminar dejándolo a la derecha y así evitar la pared de roca. Andamos bastante despistados y el track ayuda poco.

En pocos metros llegamos a una zona del arroyo en la que gana algo más de anchura y en la que sus aguas son más limpias. Tenemos que cruzarlo de nuevo si queremos seguir el track, así que lo hacemos y nos adentramos en una zona kárstica muy abrupta, con grandes bloques de roca salpicados por espesa vegetación que dificultan enormemente nuestra progresión. Aquí el track sirve tan solo para no alejarse mucho del recorrido.... tenemos que orientarnos por nuestra intuición. Reconozco que en este corto tramo invertimos mucho tiempo y que llegamos a desesperarnos un poco aunque, después de todo, lo salvamos bastante bien.

Salimos de esta zona más técnica dejando a nuestra izquierda la cumbre del Cerro del Avellano, la cual nos ha ido servido de referencia para orientarnos.

Caminamos ahora por un terreno muchísimo más cómodo en el que encontramos unos cortados desde los que retomamos las vistas del Embalse de Aguascebas. Empezamos a perder altura para bajar al inicio del tramo conocido como "Escaleras de María La Fumaora": un paso sobre la roca para descender de la cornisa rocosa en la que nos encontramos. Junto a su arranque encontramos una curiosa formación rocosa en forma de bóveda que puede servir de refugio ante las inclemencias del tiempo.

Caminamos monte abajo siguiendo el track sin dificultad aunque en ocasiones el sendero no es muy visible (encontramos hitos de piedra de vez en cuando).

Pronto llegamos a un sendero más visible y cómodo de recorrer hasta que enlazamos con una pista, momento en el que la tomamos y comenzamos a caminar en dirección sur. Nos encontramos en las inmediaciones de la cascada de Chorrogil, cuya caída de agua se oye desde bastante lejos.

Dejamos la pista para acercarnos a la cascada, donde aprovechamos para refrescarnos en una de sus pozas.

Retomamos nuestro camino bajando a la pista, la cual ya no dejaremos hasta llegar a donde tenemos aparcado el coche.

Velocidad media en movimiento: 3,6 km/h
Velocidad media con descansos: 2,8 km/h
Tiempo en movimiento: 5 horas y 38 minutos
Tiempo total empleado: 8 horas y 4 minutos

Abastecimiento de agua: como punto de urgencia podría usarse el venero cercano al cortijo de Los Palancares.

Para esta ruta es imprescindible llevar el track cargado en el GPS y saber navegar porque es muy fácil perder la orientación.