SIERRA DE LAYOS. AJOFRIN (TOLEDO).

Esta ruta discurre alrededor de la Sierra de Layos, el pico más elevado y con más altitud entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, a través de un paisaje apenas modificado por la mano del hombre.

La Sierra de Layos, monte al que relacionan con ciertas leyendas, tan en conexión con Toledo, como la de la Mesa del Rey Salomón y el Grial. En relación a restos arqueológicos, se ha documentado un poblado en altura de la Edad del Bronce -dentro de lo que se conocen como "motillas" o "castellotes" del Bronce Manchego- y la presencia de un santuario dentro de una cueva, que los naturales de Ajofrín conocen como La casita de los lobos.

El Cerro Layos es una sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino de Toledo.

Nota importante: caminaremos por un paraje privado propiedad de la Finca la Celada de la Virgen del Oro, por lo que NO ES REALIZABLE SALVO PERMISO EXPLÍCITO DE LOS PROPIETARIOS.

La ruta comienza en la Ermita de los Cuatro Caminos, a 4 km de Ajofrín por el Camino de las Merinas, camino que se recorre en romería el martes después del primer fin de semana de mayo y donde se venera a la Patrona de la localidad, la Virgen de Gracia.

Saldremos andando en dirección noroeste por un camino rodeado de olivos, hasta llegar a una bifurcación, en a que tomaremos el ramal de la izquierda. Dejaremos la Finca de la Celada a nuestra izquierda.

Llegaremos a un cruce y giraremos a la izquierda y comenzaremos a ascender para situarnos en la falda de dicha Sierra hasta llegar a un tenedor, donde tomaremos el camino del medio.

Nos pondremos en lo más alto de la sierra a una altura de 1084 metros, con vértice geodésico y donde se encuentra una pequeña estación meteorológica.

Después de contemplar la espectacular puesta del sol comenzaremos a descender con los últimos rayos del día y nos dejamos sorprender por la majestuosidad de la luna llena que nos acompañará los últimos kilómetros hasta volver a la Ermita de los Cuatro Caminos, donde termina nuestro recorrido.

Seguimos caminando, ¿te vienes?