Sierra de Sant Gervás, 1.835 m. Pala del Tallet 1.890 m desde Torre de Tamùrcia

Magnífica ruta senderista con características alpinas que parte de La Torre de Tamùrcia (Lleida) (acceso desde las inmediaciones de Arén, Huesca) ascendiendo por las laderas de la Sierra de Sant Gervàs. El punto mas destacado es el paso de El Pertús, que da acceso a la cara norte por una increíble y profunda brecha en la roca. Además ascendemos al pico Pala del Tallet (1.890 m.) y al Sant Gervàs, (1.835 m.)

ACCESO:
Desde Arén (Huesca) debemos seguir la carretera N-230 hacia el Valle de Arán, a unos 2 k. hay un desvío a la derecha, en mitad de una recta, que cruza el río y por pista asfaltada en muy buenas condiciones, llegaremos al núcleo de La Torre de Tamùrcia (Lérida / Lleida).

Aparcamos en la misma entrada ya que existe un buen lugar para ello. Al noreste, divisamos una enorme muralla de roca caliza, es la Sierra de Sant Gervás. Esta aparentemente infranqueable montaña nos guardará un secreto, el de su acceso a la cima.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Aunque el pico que pretendíamos subir era el de Sant Gervás, la verdad que estando aquí qué menos que ascender al más alto de la cresta. Ya que es un lugar muy desconocido para nosotros, primero vamos a ver hasta donde llegaremos en nuestro caminar.

El termómetro en Arén marcaba -8º C., pero aquí en la altitud de La Torre de Tamúrcia sólo son -3º C.
El primer trecho es una pista asfaltada vieja que pronto se termina. Podríamos haber seguido en coche, pero preferimos andar. Cuando acaba el asfalto comenzamos a descender, bajamos al barranco de Miralles unos 100 m, y cruzamos el río siguiendo la muy evidente pista de tierra.

Ahora toca ascender, salimos del helador barranco y en poco rato nos está dando el sol en la espalda. Es todo un alivio después de la gélida madrugada.
El camino traza un par de lazadas, y cuando se encara a la muralla caliza, termina la pista y ya es senda.

En la senda nos encontramos la ermita de San Gervàs, un poco abandonada; a partir de este punto el sendero se estrecha salvando un par de barranqueras hasta, por una empinadísima loma, buscar la base de la pared.

En este punto deberemos seguir la senda hacia el Este (derecha), y en poco rato, estando atentos, descubriremos la maravilla natural: una entalladura estrechísima en la roca, el paso de El Pertús.
Sorprendentemente escondido, a modo de cueva pasamos a la cara norte donde la vegetación cambia, incluso se puede ver restos de nieve. Ante nuestros ojos, todo el pirineo catalán, un paisaje bastante desconocido a nuestros ojos.

Ahora viramos a izquierda por un sendero perdedor entre matas de boj, chinebros y otras plantas rústicas. Delante tenemos una “pala” o ladera que en breve nos situará en el alto de la cresta: Pico Pala del Tallet, una cima con muy buenas vistas.

Hacemos el habitual receso al sol calentito, comemos un poco y regresamos al punto de El Pertús, lo pasamos continuando de frente dirección sureste para atacar la ladera arbustiva del pico Sant Gervàs, cima mucho más bonita y con mejores vistas aunque sea de menor altitud.
Es el momento de disfrutar del vuelo de los buitres, que no dejan de pasar sobre nuestras cabezas, quizá atraídos por el bocadillo que nos estamos comiendo.
Hacemos unas fotos muy curiosas al contraluz y nos disponemos a bajar por el camino de subida, hace calorcito del bueno y se agradece, parece que estemos en verano. A mí me gusta mucho el invierno así, al sol, bajando muy tranquilos.

El descenso fue relativamente sencillo poerque nos tomamos todo el tiempo a disfrutar de la solana de esta montaña, ya que comenzamos bajo cero al menos regresar con el cuerpo bien templado por el sol de invierno.

La jornada ha terminado parando en Benabarre a comprar chocolate, y también charlando mucho como hace tiempo que no teníamos oportunidad.