Sierra de Segura (Jaén): Acebeas-Navalperal

Subida al pico Navalperal por el monte de las acebeas y recorrido por su calar y tajos occidentales. Una de las excursiones más bonitas que he hecho. Lo que se divisa desde lo alto es impresionante.
Comenzamos la ruta en la barrera que impide el acceso al trafico rodado.Justo enfrente habremos dejado el vehículo, al otro lado de la carretera de las Acebeas JF 7020 que parte de Siles durante 14 kmts o proveniente de Segura o Rio Madera o la Garganta de Hornos. En este lugar se encuentra el panel de inicio señalizando el PR A-176. A pocos pasos, nos encontramos con una construcción semiruinosa que da paso a la CF de las Acebeas, importante construcción serrana situada en un enclave privilegiado que dominaremos durante toda la subida.La pista comienza a zigzaguear ascendiendo por entre la espesa vegetación que a veces forma tupidos parapetos al camino. Subitamente se despeja el monte y aparece otra maravilla, ascendemos dando la cara a un manto de vegetación del que sobresalen espectacularmente de derecha a izquierda los calares de Navalespino, las Morillas y el Rayo.Delante, la Sierra del Agua y, al fondo el impresionante Calar de la Sima culminado por el cerro Mentiras, ya en Albacete.Un poco a la izquierda se adivina el Calar del Mundo continuado por Pedregosa y el Puntal de la Ajedrea. Esta subida, y su posterior bajada, digo que es un deleite para la mirada. Ya atisbamos la típica blanca caseta de fogoneros que representa la cumbre.Entretanto, nos entretienen algunos ejemplares de salgareños atípicos. Tras unas empinadas rampas, llegamos a una bifurcación en el camino que nos indica hacia la caseta o al vértice del navalperal. Optamos por la primera y por un senderillo primero y una vaguada con rodadas después nos encaramamos a una primera cumbre que nos permite otear la vertiente sur y occidental desde esta privilegiada cubierta del buque.La caseta nos marca la cumbre máxima y sirve para resguardarnos del viento y reponer fuerzas, además de contemplar detenidamente la maravilla que nos rodea. El Yelmo con sus antenas nos contempla desde su cara norte más abrupta.Valles pequeños adornados de coquetas cortijadas Segura la Vieja, porque de Segura, la nueva, solo vemos el Torreón de su magnifico castillo. Entre el Yelmo y el Navalespino atisbamos el cañón de Rio Madera y por encima, el calar de los Caracoles y Peñarubia. Tras la comida decidimos pasear por este amplio calar, asomándonos a su vertiente occidental donde se encuentran los tajos más impresionantes, desde allí oteamos Peñalta que nos tapa a Benatae raras formaciones rocosas, más aldeas como islas en este mar verde y, al fondo, la campiña. El día lo permite, claro y cristalino.Alcanzamos el vértice geodésico del Navalperal.El regreso, sin dificultad, primero por la extensa nava que conforma la cubierta de este coloso hasta confluir en el cruce en que anteriormente tomamos dirección a la caseta. Como recuerdo comenté en otra ruta, buena pista para no tener que bajar la vista de este grandioso horizonte.