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SIERRA DE TONDA - Secretos de Tonda

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Trail stats

Distance
4.39 mi
Elevation gain
430 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
430 ft
Max elevation
3,582 ft
TrailRank 
32
Min elevation
3,243 ft
Trail type
Loop
Coordinates
153
Uploaded
November 30, 2022
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near Puebla de San Medel, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Este bonito paseo lo encontramos a cincuenta kilómetros de la ciudad de Salamanca por la carretera SA-214 en dirección Valdelacasa y forma parte de un proyecto de señalización de caminos desarrollado gracias al Programa de Voluntariado Juvenil promovido por la Diputación de Salamanca, la Oficina Verde de la Universidad de Salamanca y el Ayuntamiento de Guijuelo. Podemos encontrar un panel informativo de la ruta en el Parque del Pozuelo de la villa chacinera.

Partimos de un desvío que sale a la derecha de la carretera a unos seis kilómetros de Guijuelo, y señaliza el área recreativa frente a una vivienda que se asoma a las magníficas vistas del valle, el pantano de Santa Teresa, las sierras de Gredos y la de Béjar y Candelario. Allí podemos aparcar el coche y comenzar nuestra ruta circular tras atravesar un paso canadiense donde comienza un amplio camino de tierra que nos habrá de acompañar en nuestro recorrido.

Son dos las posibilidades que tenemos de realizar este paseo: uno más cómodo de algo más de siete kilómetros y otro más exigente de unos dieciocho. Acompañados por las encinas a ambos lados del camino, avanzamos siguiendo las mencionadas señalizaciones hasta alcanzar una zona de robledal.

Obviaremos el desvío ascendente que surge a nuestra derecha para continuar por el camino que comienza a descender haciendo un recodo hasta que observamos una disyuntiva con un cartel que nos indica que siguiendo el camino a la derecha llegaríamos al área recreativa y que será por el que habremos de regresar si optamos por el recorrido más breve, el de siete kilómetros. Nosotros optaremos por tomar el sendero de la izquierda, continuando la pendiente de descenso y flanqueados de grandes y vistosas peñas de granito que a veces se nos antojan sillones para gigantes y otros lomos de ballenas varadas en medio del monte.

A nuestra derecha nos acompaña un pequeño muro de piedra seca que separa el camino de la vaguada que se abre formando prados donde a veces pace el ganado. Y poco más adelante encontramos una señal que nos advierte de la presencia del primer secreto de la Sierra de Tonda: una gran piedra que asemeja una enorme tortuga encaramada a otra peña.

El camino es apto para toda la familia, pudiendo disfrutarlo todo tipo de personas al carecer de grandes desniveles, mientras disfrutan de un buen ejemplo de bosque mediterráneo. Si optamos por el recorrido breve, nos llevará dos horas y media completarlo caminando sin prisa, y casi seis horas en el caso de que optemos por caminar los dieciocho kilómetros. Vamos a sobrepasar los mil cien metros de altura máxima, si bien el desnivel no supera los ciento cincuenta metros.

Son varios los secretos que deberemos encontrar a lo largo de la ruta: el secreto de la tortuga, el secreto del agua, el secreto de la fuente, el secreto del mirador, el secreto del refugio... Además, cuando alcancemos la meseta donde se encuentra el área recreativa, podremos informarnos en los paneles explicativos que se hallan allí, además de descansar en el banco-escultura Abrazados a la Sierra de Tonda, realizado por Elisa Merino como una alegoría a la biodiversidad del bosque.

Pero retomemos el camino donde lo habíamos dejado: tras contemplar la tortuga convertida en piedra, regresamos al camino por donde llegamos y continuamos de frente, descartando un sendero desdibujado por la hierba que surge a nuestra derecha. Nosotros continuaremos de frente, ascendiendo por una leve cuesta que terminará por guiarnos hasta una vaguada que habremos de atravesar siguiendo la dirección que nos indica un hito allí dispuesto.

Cuando ya casi hemos cruzado la vaguada, otro indicador nos señala que torzamos a la izquierda y avancemos por la pradera que en ella se asienta hasta salir a una zona de encinas desde donde divisamos ya la mina de chelita de la cercana localidad Los Santos.

Continuamos avanzando por el camino y también a la derecha contemplaremos las copas de una mancha de pinos por el medio de la cual pasaremos poco después. Tras doblar un recodo del camino y donde, si acudimos en otoño, será fácil encontrarnos con escaramujos y magníficos ejemplares de setas parasoles que proliferan allí. En un claro que se abre en el bosque se asomará, ahora más próxima la mina a cielo abierto de Los Santos que, poco a poco, va devorando el perfil del monte sobre el que se asienta.
La mina explota un depósito tipo skarn con mineralización de scheelita (CaWO4), cuya extraña grafía llevó a los vecinos a rebautizarla como chelita cuando comenzó su explotación en la provincia en los años cuarenta. Este mineral se produce por la intrusión de un cuerpo granítico en rocas sedimentarias carbonatadas y gracias a la cual se obtiene un concentrado de tungsteno.

Los trabajos de explotación de esta mina se iniciaron en el año 2008 mediante trabajos de minería a cielo abierto arrancando el material a las entrañas de la tierra mediante perforaciones y voladuras. Se estima una producción de medio millón de toneladas al año para lo que deben mover volumen casi dos millones de metros cúbicos cada temporada.

Atravesaremos el pequeño bosque de coníferas mientras continuamos descendiendo, cuando, poco después un cartel nos avisa de la presencia de una de las numerosas charcas que acumulan agua en las vaguadas del terreno. Para contemplarla deberemos salir del camino y buscarla a unos cien metros cruzando la pradera de hierba hasta descubrirla hundida entre las peñas. Después regresaremos de nuevo al camino, que podremos encontrar fácilmente pues pasa por detrás de una magnífica encina solitaria en medio del prado.

En este punto debemos de tener cuidado de no perdernos, pues en lugar de continuar por el camino más marcado que gira elevándose ligeramente hacia nuestra derecha pasando por una vaguada con grandes losas graníticas que tapizan el suelo, debemos tomar otro mucho más desdibujado que tiende hacia la izquierda y está encementado pues es el paso sobre el cauce de un regato. Por ese camino, libre de hierba, desbrozado en las cunetas y ahora ya nítidamente de tierra, comenzaremos a ascender hasta pasar junto a un aljibe de nueva construcción para albergar agua.

Si elevamos la vista hacia el cielo es posible que hayamos podido contemplar la silueta de buitres negros y leonados, o aquellos parientes menores, los milanos reales. Con un poco más de suerte y la ayuda de unos prismáticos algunos contemplan el majestuoso vuelo de las águilas calzadas y las águilas reales y un sinfín de pajarillos nos habrán visto a nosotros entre las ramas de los árboles nombrados o los más pequeños ejemplares de arce de Montpellier que habremos visto ya en la charca. A todos ellos les habrá avisado el arrendajo con su escandaloso graznido.

Continuando la subida por el camino, encontraremos varios hitos más que terminan desviándonos hacia la derecha, flanqueados a un lado por una alambrada y al contrario por ocasionales vistas a la Sierra de Béjar y Candelario y pasamos junto a un mueco para marcar y sanear el ganado, mientras el bosque clarea hasta que llegamos a una nueva disyuntiva, que nos ofrece girar a la izquierda, atravesando otro paso canadiense y que nos ha de llevar hasta la mencionada área recreativa donde podremos disfrutar en el merendero, antes de continuar el camino hasta el mirador o tomar el camino que parte hacia la derecha y que nos ha de llevar de vuelta a nuestro punto de partida acortando el trazado y donde desembocaríamos a aquella primera señal que nos avisaba de la proximidad del área recreativa, cuando comenzamos a caminar, poco antes de haber alcanzado el misterio de la tortuga. Desde allí, ya sabemos cómo encontrar la salida.

Bravo por estas iniciativas que señalizan caminos que eran desconocidos para el público foráneo.

Servicios en Guijuelo: alojamiento, restaurantes, bares, comercios y todo tip de servicios.

Otros puntos de interés: industria chacinera.

Si quieres conocer más de la zona, echa un vistazo a la revista Arte y Encinas:
https://www.adrecag.org/revista-invierno-22

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