Sierra del Cambrón, Pico La Selva (1521) y Valle del Aceniche (Mula-Bullas). Región de Murcia

Ruta realizada el 3/03/2021 junto a Antonio Cánovas

La confluencia de los municipios de Lorca, Mula y Bullas, se produce en zona de montañas perdidas, tal vez eclipsadas por la presencia próxima de Sierra Espuña. El conjunto formado por las sierras del Cambrón (Mula-Lorca), Pedro Ponce (Lorca), Lavia y Burete (Bullas-Cehegín), pertenece a la Cordillera Bética y fue clasificado Territorio ZEPA en el año 2000, así como Área de Protección de Fauna Silvestre. Por su parte el Valle del Aceniche, cuenta con Declaración de Interés Paisajístico. Nos situamos por tanto, en un entorno poco conocido y gran interés medioambiental.

El propósito de la ruta era alcanzar el Pico La Selva (1521), continuar por la cuerda al Collado del Sudador y llegar hasta la cima del Morrón del Rivazuelo (1528), punto dominante de la Sierra de Pedro Ponce y de Lorca, pero la espesa niebla no llegó a levantar y una vez en el Pico La Selva, vimos lo absurdo de continuar al Morrón Rivazuelo, para no disfrutar sus excelentes panorámicas, por lo que iniciamos el retorno, como ejercicio de orientación en niebla espesa.

Descripción de la ruta:

Poco antes de llegar al Barranco Hondo, nos desviamos para llegar al aparcamiento próximo al Cortijo del Zarzalejo. Iniciamos la caminata por la pista que sube a las antenas de La Selva. Pasamos junto a las ruinas del Cortijo Pradillo y a continuación, la pista discurre junto al Barranco del Horcajo. Pasamos por Casa de La Selva, que debiendo ser un refugio para senderistas, está siempre cerrada (¿?), poco más adelante, dejamos la pista e iniciamos intensa subida hasta la cima de La Selva. No lo vi complicado, está razonablemente marcado para no extraviarse, ni siquiera en condiciones de niebla intensa.

Llegando a la cima encontramos a un cazador de reclamo, perfectamente mimetizado en el puesto, que nos recibió sin demasiadas hostilidades a pesar que perturbamos su actividad. El reclamo, es una de las artes de caza más ancestrales y respetuosas con el medio ambiente, que requiere experiencia y conocimiento exquisito de las perdices, que fue estudiado por Aristóteles. El lance entre reclamo y perdices salvajes, es un acontecimiento natural de gran belleza. Se cuenta que las vivencias y contemplación desde la tronera del puesto son inexplicables!!!!

Descendemos por la pista, hasta que en el Collado de la Selva, nos desviamos hacia el sorprendente Collado del Lobo, que da paso al espectacular recorrido por el Barranco de Mula, plagado de carrascas, pinos y enebros de bayas rojas. El Barranco de Mula finaliza en las inmediaciones del Puerto del Aceniche, desde donde tenemos una visual privilegiada sobre todo el Valle (a 850-900 msnm) y los tres montes más significativos de la Sierra de Lavia: Pico Lavia (1238), Morra Oscura (que con 1186 oculta los Cuchillos de Lavia) y Cerro del Palomar. Gracias a su pluviometría media anual de 350 litros/m2, en el Valle del Aceniche se encuentra la conocida Bodega Monastrell.

Nos desviamos siguiendo el espectacular Barranco del Tenajo, que cruzamos aprovechando un dique de mampostería, damos la vuelta a Lomo Prieto (1313) y llegamos a la zona el Pradillo cubierta de pinares majestuosos. El Barranco del Tenajo, se une a los barrancos de Mula, del Medio y del Agua, para formar la Rambla de Aceniche, a la que poco más abajo se une el Barranco Hondo (junto al que hemos aparcado).

Para no regresar sobre nuestros pasos, nos introducimos en uno de los ramales que conforma el Barranco Hondo, que acorta la distancia al aparcamiento, pero que no resulta recomendable por estar cubierto de rosales salvajes y aliagas, lo que conlleva penalidades innecesarias. Mejor seguir el sendero hasta regresar al coche.

Como resumen, bonito recorrido por paisajes solitarios y desolados, habitualmente azotados por el viento, donde predomina el bosque de pino carrasco y resinero, también encinas, chaparra, coscoja y enebros. El monte bajo está constituido por piornos, romero, jaras y distintos tipos de tomillo. A destacar, el tramo final de subida al Pico La Selva y el descenso por Barranco de Mula hasta divisar el Valle del Aceniche. Realmente sorprendente.

Para reponernos del duro binomio "frío y humedad", nos dirigimos al Restaurante Paco de El Niño de Mula, un clásico que sigue ofreciendo calidad a buen precio. Buen final.