75. Sierra del Casarejo desde Villamiel
near Villamiel de la Sierra, Castilla y León (España)
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Itinerary description
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 68 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 682 metros (superior al que estima Wikiloc).
Por fin… Desde hacía tres semanas no habíamos podido salir y hacer excursiones campestres. Durante este tiempo tuvimos que conformarnos con recuperar y subir a Wikiloc rutas realizadas con antelación. Al hacerlo, revivirlas retrospectivamente fue emocionante. … Pero no es lo mismo que sentirlas en vivo, aquí y ahora.
La lluvia arriba o el barro abajo, o ambos, nos habían tenido varados durante veintiuna jornadas. El frío no nos arredra. De sus rigores hemos tenido abundancia este invierno y en el final del otoño por estas tierras. A ellos nos hemos enfrentado con aliento; mejor aun, con reforzado ánimo, dado que generalmente venían acompañados de cielos luminosos. Pero la lluvia y el barro, y el cielo plomizo y el ambiente penumbroso, son distintos (…si tienes que caminar bajo, sobre, entre, o a través de ellos durante horas).
Pues bien, las previsiones meteorológicas para esta fecha eran de un día soleado. Así que, preparados ya los bártulos el día antes, no veíamos llegado el momento de ponernos en marcha. Al final, bueno…, no hemos visto el sol, pero el tiempo ha estado agradable: sin lluvia y con barro generalmente semi-duro (aunque algunas laderas lagrimeaban); un justito nivel de luz (aunque la bruma desdibujaba el paisaje en la distancia y mitigaba los contrastes cromáticos); y temperatura fresca. Casi perfecto.
Y con un magnífico entorno: la Sierra del Casarejo, hermanada en paralelo con las más conocidas Sierra de Mencilla (por el norte) y Peñalara (por el sur). Para esta ruta, tomamos como referente la de ‘Santibaranda’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/20171122-villamiel-de-la-sierra-villoruebo-casarejo-ibp-62-21165222 ). Hicimos unas cuantas variaciones: la recorrimos en sentido inverso (para pasar cuanto antes el “mal trago” del ascenso más fuerte, que luego no fue tan fiero); añadimos algunos desvíos (uno de especial interés, hacia las manchas de robles rebollos en la ladera al norte de Quintanilla Cabrera); y, en el retorno, la bajada hacia Villamiel la hicimos por el mismo camino de subida, evitando un rodeo ya conocido.
En su primera fase, la ruta parte del pulcro pueblo de Villamiel de la Sierra (ya elogiado en otra excursión; *). Tras cruzar el Arroyo del Arroyal por el paso de La Royal (sí, un trabalenguas), ascendemos al primer lomo (km 2,2) de la sierra, donde encontramos una bonita pradera y dehesa. Desde allí encaramos el ascenso al segundo lomo (km 3,4), donde empieza la interminable plantación de aerogeneradores por toda la cresta. Aún nos queda el tercer lomo (km 4,8; parecen graderíos escalonados). Estamos arriba.
En la segunda fase, descendemos hacia Villoruebo (también alabado previamente; **). Pero, antes de llegar, nos queda un largo trecho. Cruzaremos primero un esbelto pinar, bordeamos un híbrido entre laguna y charca, y luego viene un largo bosque de robles, hasta unas casi íntegras (e interesantes) tenadas tradicionales de piedra. Llegamos al pueblo. Incluso conociéndolo, nos apetece alguna foto más. Tomamos rumbo a su iglesia, algo apartada en un altozano, a la que no llegamos en la ocasión anterior.
A partir de allí, se inicia la tercera fase, el regreso. Empezamos por un fácil camino, pero en el km 11,5 hay que virar bruscamente a la izquierda bosque-a-través, sin sendero ni indicio alguno, a lo que salga; hasta una vaguada con regato en el km 12,2. Desde allí, hay sendero hasta la cumbre. Pero preferimos abandonar su conveniencia y nos desviamos hacia varias manchas de robles rebollos en la ladera. Con su aire fantasmal, es imposible sustraerse a su magnetismo. Ya solo nos queda sobrepasar el lomo y bajar a Villamiel.
No hay dificultades de orientación, con una excepción de cierta relevancia y otra leve. Como hemos indicado, en el km 11,5, hay que dejar el camino (‘nos pasamos de frenada’, hasta que Wikiloc nos alertó) y cruzar el monte sin ninguna indicación. Pero, con la ayuda del trazado de ‘Santibaranda’ y algo de intuición propia, salimos bien parados. También hay otro desvío al que hay que prestar atención: en el km 6,9, descendiendo hacia Villoruebo, hay que dejar la pista y virar a la izquierda. Físicamente, la travesía tiene una exigencia tolerable: a las ineludibles pendientes hubo que añadir algo de barro ocasional.
Podemos destacar algunos de los muchos encantos de la ruta en unas pinceladas breves, siguiendo la secuencia del recorrido:
Tenemos, primero, abajo, las verdes praderas ahora empapadas como esponjas. Ascendiendo, está el bosque de quejigos que conservan parte de sus hojas, de un suave color crema; sus troncos y ramas cubiertos de “musgo del roble” dan al conjunto un aire de misterio. Y, al llegar al primer lomo, están las laderas adehesadas y las panorámicas del Mencilla.
Los 3 km de ‘compañía’ por los aerogeneradores por toda la cumbre aportan novedad y contraste, si no belleza. Utilidad aparte, su populosa presencia rasga el paisaje. Pero, a su lado, sorpresa, no sentimos esa estridencia. Hasta resultó relajante, adormecedor, el constante resonar de sus aspas en un día ventoso: fuuu, fuuu, fuuu…, como un bajo de órgano (de viento, claro).
Si bien difuminadas entre la bruma, aparte del Mencilla y un pellizco de las cimas del Trigaza y el San Millán, al norte, ahí estaban las siluetas de las sierras del sur, Peñalara, Carazo, Cervera, Tejada. Y, llamativas, las Mamblas de El Castillejo y La Muela sobresaliendo hacia el cielo como dos redondeados pechos (lo que su nombre refleja: ‘mammulas’, mamas, Mamblas).
El agradable pinar en camino hacia Villoruebo y los extensos robledales añaden valor. De éstos, unos colmados de quejigos cuyas hojas marrón claro se vuelven doradas cuando les toca un haz de luz. Otros, en pequeñas cuadrillas de vetustos robles achaparrados, retorcidos, con jorobas y chichones y oquedades en su tronco; cual trasgos mesmerizadores.
Y los dos pueblos, Villamiel y Villoruebo; ellos mismos y sus iglesias. Ya les hemos piropeado en excursiones previas recientes, en las que pasamos por allí con otro origen y destino. (*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/aproximacion-al-mencilla-desde-villamiel-de-la-sierra-92686355 ; (**) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/comarca-de-lara-entre-mazueco-y-villoruebo-91029527 .
No se puede pedir más para el primer día de recreo después de tres semanas de reclusión e ilusionada espera. Muy satisfechos. Sólo faltó el sol.
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 68 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 682 metros (superior al que estima Wikiloc).
Por fin… Desde hacía tres semanas no habíamos podido salir y hacer excursiones campestres. Durante este tiempo tuvimos que conformarnos con recuperar y subir a Wikiloc rutas realizadas con antelación. Al hacerlo, revivirlas retrospectivamente fue emocionante. … Pero no es lo mismo que sentirlas en vivo, aquí y ahora.
La lluvia arriba o el barro abajo, o ambos, nos habían tenido varados durante veintiuna jornadas. El frío no nos arredra. De sus rigores hemos tenido abundancia este invierno y en el final del otoño por estas tierras. A ellos nos hemos enfrentado con aliento; mejor aun, con reforzado ánimo, dado que generalmente venían acompañados de cielos luminosos. Pero la lluvia y el barro, y el cielo plomizo y el ambiente penumbroso, son distintos (…si tienes que caminar bajo, sobre, entre, o a través de ellos durante horas).
Pues bien, las previsiones meteorológicas para esta fecha eran de un día soleado. Así que, preparados ya los bártulos el día antes, no veíamos llegado el momento de ponernos en marcha. Al final, bueno…, no hemos visto el sol, pero el tiempo ha estado agradable: sin lluvia y con barro generalmente semi-duro (aunque algunas laderas lagrimeaban); un justito nivel de luz (aunque la bruma desdibujaba el paisaje en la distancia y mitigaba los contrastes cromáticos); y temperatura fresca. Casi perfecto.
Y con un magnífico entorno: la Sierra del Casarejo, hermanada en paralelo con las más conocidas Sierra de Mencilla (por el norte) y Peñalara (por el sur). Para esta ruta, tomamos como referente la de ‘Santibaranda’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/20171122-villamiel-de-la-sierra-villoruebo-casarejo-ibp-62-21165222 ). Hicimos unas cuantas variaciones: la recorrimos en sentido inverso (para pasar cuanto antes el “mal trago” del ascenso más fuerte, que luego no fue tan fiero); añadimos algunos desvíos (uno de especial interés, hacia las manchas de robles rebollos en la ladera al norte de Quintanilla Cabrera); y, en el retorno, la bajada hacia Villamiel la hicimos por el mismo camino de subida, evitando un rodeo ya conocido.
En su primera fase, la ruta parte del pulcro pueblo de Villamiel de la Sierra (ya elogiado en otra excursión; *). Tras cruzar el Arroyo del Arroyal por el paso de La Royal (sí, un trabalenguas), ascendemos al primer lomo (km 2,2) de la sierra, donde encontramos una bonita pradera y dehesa. Desde allí encaramos el ascenso al segundo lomo (km 3,4), donde empieza la interminable plantación de aerogeneradores por toda la cresta. Aún nos queda el tercer lomo (km 4,8; parecen graderíos escalonados). Estamos arriba.
En la segunda fase, descendemos hacia Villoruebo (también alabado previamente; **). Pero, antes de llegar, nos queda un largo trecho. Cruzaremos primero un esbelto pinar, bordeamos un híbrido entre laguna y charca, y luego viene un largo bosque de robles, hasta unas casi íntegras (e interesantes) tenadas tradicionales de piedra. Llegamos al pueblo. Incluso conociéndolo, nos apetece alguna foto más. Tomamos rumbo a su iglesia, algo apartada en un altozano, a la que no llegamos en la ocasión anterior.
A partir de allí, se inicia la tercera fase, el regreso. Empezamos por un fácil camino, pero en el km 11,5 hay que virar bruscamente a la izquierda bosque-a-través, sin sendero ni indicio alguno, a lo que salga; hasta una vaguada con regato en el km 12,2. Desde allí, hay sendero hasta la cumbre. Pero preferimos abandonar su conveniencia y nos desviamos hacia varias manchas de robles rebollos en la ladera. Con su aire fantasmal, es imposible sustraerse a su magnetismo. Ya solo nos queda sobrepasar el lomo y bajar a Villamiel.
No hay dificultades de orientación, con una excepción de cierta relevancia y otra leve. Como hemos indicado, en el km 11,5, hay que dejar el camino (‘nos pasamos de frenada’, hasta que Wikiloc nos alertó) y cruzar el monte sin ninguna indicación. Pero, con la ayuda del trazado de ‘Santibaranda’ y algo de intuición propia, salimos bien parados. También hay otro desvío al que hay que prestar atención: en el km 6,9, descendiendo hacia Villoruebo, hay que dejar la pista y virar a la izquierda. Físicamente, la travesía tiene una exigencia tolerable: a las ineludibles pendientes hubo que añadir algo de barro ocasional.
Podemos destacar algunos de los muchos encantos de la ruta en unas pinceladas breves, siguiendo la secuencia del recorrido:
Tenemos, primero, abajo, las verdes praderas ahora empapadas como esponjas. Ascendiendo, está el bosque de quejigos que conservan parte de sus hojas, de un suave color crema; sus troncos y ramas cubiertos de “musgo del roble” dan al conjunto un aire de misterio. Y, al llegar al primer lomo, están las laderas adehesadas y las panorámicas del Mencilla.
Los 3 km de ‘compañía’ por los aerogeneradores por toda la cumbre aportan novedad y contraste, si no belleza. Utilidad aparte, su populosa presencia rasga el paisaje. Pero, a su lado, sorpresa, no sentimos esa estridencia. Hasta resultó relajante, adormecedor, el constante resonar de sus aspas en un día ventoso: fuuu, fuuu, fuuu…, como un bajo de órgano (de viento, claro).
Si bien difuminadas entre la bruma, aparte del Mencilla y un pellizco de las cimas del Trigaza y el San Millán, al norte, ahí estaban las siluetas de las sierras del sur, Peñalara, Carazo, Cervera, Tejada. Y, llamativas, las Mamblas de El Castillejo y La Muela sobresaliendo hacia el cielo como dos redondeados pechos (lo que su nombre refleja: ‘mammulas’, mamas, Mamblas).
El agradable pinar en camino hacia Villoruebo y los extensos robledales añaden valor. De éstos, unos colmados de quejigos cuyas hojas marrón claro se vuelven doradas cuando les toca un haz de luz. Otros, en pequeñas cuadrillas de vetustos robles achaparrados, retorcidos, con jorobas y chichones y oquedades en su tronco; cual trasgos mesmerizadores.
Y los dos pueblos, Villamiel y Villoruebo; ellos mismos y sus iglesias. Ya les hemos piropeado en excursiones previas recientes, en las que pasamos por allí con otro origen y destino. (*) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/aproximacion-al-mencilla-desde-villamiel-de-la-sierra-92686355 ; (**) https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/comarca-de-lara-entre-mazueco-y-villoruebo-91029527 .
No se puede pedir más para el primer día de recreo después de tres semanas de reclusión e ilusionada espera. Muy satisfechos. Sólo faltó el sol.
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