Sierra del Gigante. Río Luchena (Ojos y Cañón). Balcón de Lorca.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Importante resaltar que tanto el desnivel como en menor medida la longitud de la ruta son erróneas por mala recepción de la señal GPS especialmente dentro del Cañón del río Luchena. El desnivel real calculo que rondará los 600 o 700m y también habrá que quitarle algún km a los 23 que marca la ruta.
Para seguir la excursión tomé prestada la del bueno de F. Iniesta, al que últimamente le he copiado varias caminatas, si bien le he añadido la extensión por el interior del Cañón del río Luchena, sin duda la zona más espectacular de todo el recorrido. Ésto la convierte en una de las rutas más interesantes y completas que se pueden realizar en la Región de Murcia.
Para llegar al punto de inicio en donde aparcamos el coche hay que tomar la carretera MU 701, que desde Lorca nos acerca a la Parroquia de la Fuensanta, en cucha población tenemos que desviarnos por pequeña carretera local que sale a mitad del pueblo a la derecha. En una cerrada curva que hace de 90 grados, seguiremos recto por ancha pista, para desviarnos poco después por camino agrícola en regular estado (entre granjas porcinas) hasta llegar a un cruce de caminos junto a la Casa de las Retamas. Decir que aunque no hay ningún cartel disuasorio, a la vuelta un lugareño amablemente nos indicó que nos podrían haber denunciado por aparcar en la finca privada, aunque el camino que sigue hasta la Casa Iglesias es público. Realmente no creo que puedan denunciar si aparcas con cuidado de no molestar, pero ahí queda el aviso que nos dieron, para que nadie se lleve un susto.
En cuanto a la ruta en sí, esta se puede dividir en varias partes bien diferenciadas y a su vez, todas ellas muy atractivas. La primera (y última), la más antropizada, en la que caminaremos junto a caseríos entre amplias y llanas tierras de labranza. Después nos internaremos en un primer tramo del tranquilo y caudaloso (para el umbral murciano) río Luchena, en general con una bonita y cómoda senda. Son tierras básicamente de badlands con algunas formas curiosas hasta que nos acercamos al nacimiento, conocido como los Ojos del Luchena, con alguna poza artificial de baño. He de decir que esperaba un poco más de este rincón por lo que había oído. Pero se puede llegar por pista por el otro margen del cauce y eso hace que pueda estar bastante masificado y pierda su encanto. Si a ésto unimos que el nacimiento está entubado, se entiende la pequeña decepción, que rápidamente se subsanará. Vemos que el río lleva agua aguas arriba de su nacimiento oficial, lo que nos hace temer que estén soltando caudal desde la presa del Embalse de Valdeinfierno (ya nos pasó la última vez que quisimos recorrer este cañón). Nos acercamos a la Casa Chiripa, donde los Scouts tienen un albergue y observamos desde ella que el cauce está seco, así que bajamos los pocos metros que hemos subido y continuamos por el interior de esta espectacular hoz, llena de meandros y altas paredes, cerradas a derecha por el Pericay y a la izquierda por el Gigante. Este tramo es simplemente el cañón más impresionante que hay en toda la región, un paisaje muy similar al que podemos encontrar en las vecinas Sierras de Cazorla y Segura. Se camina más o menos cómodo y apenas tenemos que sortear algún corto tramo con algo de barro. Sin duda merece la pena andar estos kilómetros por el interior de este retorcido cañón. Cuando avistamos la presa del embalse, nos damos la vuelta y retornamos por donde hemos venido hasta llegar a la Casa Chiripa, junto a la que tomamos una empinada senda que nos sube a la pista que va a la Casa Iglesias desde donde hemos aparcado el coche. Pero aún nos desviaremos por un empinado y salvaje camino para acercarnos a otro rincón impresionante que se esconde en lo alto, el llamado Balcón de Lorca, un triple arco-cueva al NE del Morrón de la Peguera, al que yo más bien llamaría Balcón o Cueva del Gigante, por la sierra en la que se encuentra. Sin duda el esfuerzo de subir hasta aquí es bien recompensado por lo espectacular del paraje. Tras retornar a la pista sólo nos queda regresar cómodamente por ésta hasta el punto de inicio.