Sierra del Oro. Abarán

Dice Pepe Marcos: Primer domingo de Diciembre. Siempre buen tiempo para ir a la montaña. Siempre sigue siendo la jornada dominical un buen momento para senderear. Siempre, sin duda, los Magníficos estamos dispuestos a ello. Por tal motivo, hoy, nos concitamos Pilar, Paco Martinez y yo mismo para acercarnos a un espacio nuevo; para acercarnos a un bonito paraje cercano a Abarán; para acercarnos a la Sierra del Oro. Por ello, tras aparcar el coche en las afueras del mentado pueblo, comenzamos nuestra travesía por la Vía Pecuaria del “Cordel de Charrara y la Rambla de Benito” para, siguiendo esta última, comenzar ascendiendo hasta llegar por senda “pedregosa” a las ruinas de una antigua Fábrica de Esparto. Desde ella, y por el PR MU 56 del Sendero de los Forestales, fuimos ascendiendo hasta llegar, primero, al Albergue Juvenil y, posteriormente, a la Ermita de la Virgen del Oro. Se trata de una construcción aislada de dos plantas con porche de entrada y espadaña campanario. El interior alberga gran cantidad de imágenes, destacando el retablo principal con la imagen de la Virgen del Oro, patrona de Abarán, y la capilla en el lado de la Epístola, con varias piezas de escultura y pintura. Otras imágenes se distribuyen en diferentes capillas y hornacinas que se abren hacia las naves laterales o se encuentran en la estancia de las ofrendas.Tras la parada de rigor de contemplación del mentado edificio religioso, variamos el rumbo cogiendo, en este caso, el PR MU 56 del Mirador de la Cruz. Estupendo tres kilómetros de ascenso por bonito sendero de montaña, uniforme y razonablemente exigente que nos llevó, en dirección oeste, hasta la pista de la Sierra del Oro. Desde ella, cambiamos hacia dirección este al fin de llegar, de forma progresiva, al bonito Mirador de la Cruz. Desde allí pudimos contemplar de forma limpia y clara Cieza y su Atalaya, Abarán con sus bonitas Sierras circundantes ( Solán, la Navela), el Azud de Ojós y Blanca, la Sierra de la Pila, Lugar, Espada, Ascoy y el Carche; y ya, más en lontananza, las de Orihuela, Callosa y el majestuoso Columbares. De otro lado, y mirando al oeste y norte, Sierras de Ricote, Espuña, Pedro Ponce e incluso, muy al fondo, la Sagra nevada. Tras el descanso reponedor de rigor, volvimos sobre nuestros pasos siguiendo durante varios kilómetros pista, hasta llegar a senda “descendente”, algo nerviosa y con piedra suelta que nos dejó en pista muy cercana en la Fuente del Chiquillo. Visita obligada a la misma, vuelta por el mismo sitio y salida (algo compleja, nerviosa y con dificultades para encontrar camino adecuado) por el Barranco del Infierno. Tras bajar éste, entramos, con un pequeño repunte, en la umbría del precioso y vertical Puntal del Cuchillo. Saliendo del mismo y siguiendo descendiendo por senda estrecha y algo inclinada, fuimos llegando a la Rambla de la Hacienda del Cura y, posteriormente, a la primitiva Rambla de Benito. Desde aquí, por terreno común a nuestra ida, fuimos volviendo los dos últimos kilómetros hasta completar la bonita, entretenida y larguica circular. En total, unos 18 kms, sendereados (parada incluidas) en algo más de cinco horas y cuarto. Bonita, bonita travesía que tuvo su colofón. ¡pá no perder la costumbre! en el Mochuelo amigo de Guadalupe. Como no podía ser de otra manera, esta salida dominical va dedicada, de todo corazón a nuestro Miguelico Egea !Un fuerte abrazo!.