SIERRA EL PUERTO - SIERRA DE ENMEDIO

Tiempo en movimiento: 2h 40'.

Para llegar al punto de inicio de la ruta hacemos lo siguiente: Tomamos como referencia el venir desde Granada por la N-432. Sobre el PK-410 veremos una desviación a nuestra derecha hacia Tiena. La obviamos y tomamos el próximo carril asfaltado que hallamos también a nuestra derecha. El carril se ensancha pues es el acceso a una cantera que destroza Sierra de Enmedio. Aparcamos a la vera del camino, muy cerca de la entrada a la brutal explotación.

Ya a pie tomamos un carril terroso a nuestra izquierda y nos desviaremos pronto por una trocha que enfila Sierra el Puerto. Durante el primer kilómetro ascenderemos más de 250 metros hasta arribar al waypoint "ALTO". Desde ahí la pendiente se suaviza hasta la cima.

La trocha girará en descenso a nuestra derecha. Por ella regresaremos más tarde. Ahora toca ir por la ladera hasta muy cerca de la cumbre. He de decir que yo caminé este día con una intensísima niebla. La cumbre la tenía situada previamente según los mapas, pero no sé si siguiendo la cuerda hay un punto mínimamente más alto. Si es así y os apetece alcanzarlo debe quedar muy cerca de mi marcación definitiva y dictada por el IGN.

Desde arriba descendemos a traviesa hacia el olivar que divide ambas sierras, arribamos a un camino, lo cruzamos y sin dilación comenzamos el ascenso a la segunda cima del día. Yo diseñé la ruta para encarar y regresar de esta segunda cima por ambas laderas, y fue para gozar de las vistas de ambos lados, pues en medio hay un nutrido pinar que hubiese dificultado la observación del paisaje. De este modo giré pronto a la izquierda, tras ganar altura, y caminé primero por la ladera norte. Casi ultimando la subida encontré una serie de hitos que acompañé a ratos.

Una vez arriba proseguí perdíendo altura para pasear por la ladera sur. Muy de vez en cuando se disipó la niebla y gocé de unas espectaculares vistas, vistas que hasta entonces no había disfrutado en absoluto ¡Una lástima el espesor de la niebla del día!

De nuevo alcancé el camino y lo seguí, grosso modo, pues estaba muy embarrado, hasta que se transformó en la trocha que traíamos al principio de la jornada. Ya sólo nos queda culminar la caminata por dicha trocha, trocha que acabé atajando en sus postreros metros.

¡Que disfrutéis de estos hermosos parajes!