Sierra Madrona: Pico Abulagoso por las zetas y bajada por Collado del Viento. Ruta de las dos estaciones: otoño e invierno

Vuelta a la mágica Sierra Madrona con sorpresa incluída: la imprevista, pero preciosa primera nevada de la temporada. Había estado la semana anterior en el bello Robledo de las Hoyas y al final de la ruta había unas buenas panorámicas del Abulagoso, por lo que me entró ganas de subirlo. Esperaba encontrarme de nuevo colores otoñales, pero sorprendentemente sobrevivían los últimos copos de una nevada reciente, por encima de 1200 m, que le dieron otro color a la ruta, de ahí lo de Ruta de las dos estaciones.

Empiezo de nuevo en San Isidro, pero esta vez cruzo la carretera usando el túnel del Arroyo de la Hoya de Ortiz. Después de seguir paralelo a la carretera durante unos metros, entramos en el monte público donde los operarios estaban explotando el pinar, espero que con cabeza. La subida al Abulagoso (1301 msnm) se hace por un sendero zigzagueante, de esos que no solo te ayudan a coronar sino que te introducen en el alma de la montaña. Bastante cerrado de vegetación, pero de fácil caminar, es obligatorio el chubasquero en estas épocas si no quieres llegar arriba empapado del rocío que tienen las jaras y los enebros, protagonistas de esta subida. Ya había visto en las Morras de Robledo que había algo de nieve sobre 1200 msnm, por lo que estaba deseando llegar a las últimas faldas del Abulagoso para, efectivamente, disfrutar de la nieve que quedaba, que se estaba derritiendo de forma considerable. No obstante, llegué en gran momento para fotografiar los robles y los riscos con nieve, eso sí, con ambiente neblinoso, ya que no abrió hasta la mitad de la bajada. La cima del Abulagoso tiene una antena bastante fea y una cabina para vigilar incendios. Menos mal que también tiene su vértice y también un pequeño refugio libre por si te pilla ventisca.

Vuelvo buscando el Collado del Viento por una pista muy cómoda y de buen piso, aprovechando las últimas estampas nevadas. Conforme bajaba se fue abriendo el cielo, dándome otra luz, y con ella puede fotografiar el hermoso valle del Cereceda, con sus robles ocres como está mandado en noviembre. Entramos en la parte otoñal de la ruta. También tenemos buenas panorámicas al Cerro Arrayanes, que tenía previsto subir también (o intentarlo, porque no hay a esta fecha ninguna ruta hasta su cima en Wikiloc), aunque lo dejaré para otra ocasión en la que no me entretenga tanto la belleza de los paisajes. Invoco al gran Wanderer por si ve esta descripción y seguro que termina subiendo él antes que yo, allanándome el paso como con el Burcio del Pino. Llegó así el Collado del Viento donde cojo el Camino de la Hoya del Prior, por el que entre dorados robles perdemos altura hasta volver al pinar que ya habíamos pisado en la subida. De ahí en pocos minutos hasta San Isidro, inicio y fin de esta deliciosa circular entre dos estaciones.