Sierra Madrona: Picos Burcio del Pino y Bañuela desde Piedra Escrita

Por fin se completó esta ruta que llevaba buscando desde hacía bastante tiempo, después de algún intento fallido aunque divertido, en la se conquistan el Burcio del Pino, cota más alta de la Sierra Morena andaluza; y el Pico Bañuela, cima absoluta de toda Sierra Morena. Además, Bañuela es la montaña más prominente de toda la provincia de Ciudad Real, considerada por bastantes montañeros como el techo real de la provincia, pues los Riscos del Amor forman parte de una montaña con cima en Toledo.

Empezamos camino en el aparcamiento de Piedra Escrita, a los pies de un abrigo de pinturas rupestres que prometimos visitar en la próxima ocasión. Teníamos una larga ruta por delante y preferimos coger pronto la amplia pista que nos lleva al Collado del Escorialejo, por donde bajaremos Bañuela a la vuelta. Desde él no abandonamos la pista y continuamos hasta el Collado del Encebre, haciendo la última parte ya en subida desde las ruinas del Cortijo del Poyo de los Arenales. En los más de 9 km que anduvimos por el Camino del Valle hasta Encebre, disfrutamos de las vistas a la cresta de la Sierra Quintana, donde nos esperaba el primer objetivo del día, el Burcio del Pino. En el Collado del Encebre giramos 90º grados a la derecha para seguir por un coqueto sendero señalizado que atraviesa un robledal con preciosas vistas a la Sierra de Navalmanzano, zigzagueando hasta llegar al Abrigo del Morrón del Pino, donde se conservan algunas pinturas rupestres. Es difícil para unos montañeros obviar que el vértice del Burcio del Pino estaba a poco más de un km de las pinturas, y seguimos subiendo para encaramarnos brevemente a la cresta de la Sierra Quintana. Brevemente abandonamos el monte público de Fuencaliente para pasar a la provincia de Jaén. Para ello hay que salvar un tramo de cresta que marca una valla, donde hay que hacer unas sencillas trepadas que pueden atragantársele a los que padezcan de vértigo. Pasada la valla, se nos aparece el vértice geodésico del Burcio en un risco bastante imponente, y que hollamos buscando siempre el mejor paso, usando las manos donde fue necesario. Ojo, que también hay algún paso expuesto, sin sensación aérea, por lo que es mejor no confiarse antes de coronar esta bonita, divertida y bastante desconocida montaña. Preciosas vistas desde arriba a los parques naturales de la Sierra de Andújar y de Montoro y Cardeña, y a gran parte de Sierra Madrona con la cabecera del Valle del Navalmanzano como protagonista.

Volvemos sobre nuestros pasos de nuevo hasta Encebre y nos encaminamos a Bañuela usando esta vez la otra rama del Camino del Valle. La subida a nuestro segundo objetivo del día la realizamos por un nervioso sendero de los que se adentran en las tripas de la montaña, llamado Vereda del Cambullón por algunos montañeros. Nos costó un poco encontrar el inicio, pero después es claro siempre, marcado con hitos de piedra. Estrecho, eso sí, y donde la vegetación va rozando al montañero en numerosos tramos. La subida más dura del día termina en el sendero señalizado que va desde el Collado del Escorialejo hasta Bañuela, y que usamos para terminar la subida y para la bajada completa. En esta ocasión no solo nos contentamos con tocar el vértice geodésico de Bañuela, sino que también nos encaramamos a unos riscos situados a unos cien metros al noreste y que tienen la particularidad de que son el punto más alto de la montaña. Como digo, volvemos por el sendero del Escorialejo, muy bonito sobre todo cuando traspone a la ladera norte, donde hay una curiosa zona de abrigos y riscos y donde, además, el piso mejora bastante. Una vez abajo en el collado, solo quedan 2 km por pista para llegar al punto de inicio y final de esta completa ruta montañera por Sierra Madrona. El desnivel acumulado en los relojes rondó los 1300 metros positivos, por lo que queda corto el marcado por Wikiloc.