Sierra Madrona por los senderos de las Lastras-la Batanera, Entrepinturas, Escorialejo-La Bañuela y Barranco de Peña Escrita
near Fuencaliente, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta muy “chula” por el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, en el término municipal de Fuencaliente, enlazando algunos de los numerosos senderos del parque, muy bien señalizados.
Hay que dirigirse por la carretera N-420 al municipio ciudadrealeño de Fuencaliente (situado casi en el límite de las provincias de Córdoba y Ciudad Real), que conserva restos de época fenicia, romana y árabe que atestiguan el conocimiento que tuvieron de sus apreciados manantiales térmico-mineromedicinales (y de sus minas). Pasado el pueblo (viniendo desde Córdoba), entre los pk 101 y 102 parte una carreterita que conduce hasta un aparcamiento junto al abrigo de Peña Escrita; recorridos unos 500 metros, aparco en el área recreativa de la Dehesa, junto al campo de fútbol. Sigo andando camino adelante hasta el inicio del primer sendero señalizado, el de las Lastras-la Batanera, de apenas 1.5 kilómetros, pero de gran belleza. Va remontando el río Cereceda, que se cruza repetidas veces por puentes de madera. Pasaremos junto a un helechal y una bonita alisada, además de remansos del río con las características lastras (piedras lisas de cuarcita, a modo de toboganes naturales). Son frecuentes los saltos de agua (las chorreras del Batán -donde quizás Cervantes ubicó la aventura de los batanes que aparece en la primera parte del Quijote), destacando la Chorrera de la Batanera. En su parte superior, cruzo el río para ver las pinturas rupestres del abrigo de la Batanera, que tienen una antigüedad de 5000 años (del calcolítico), y que, como las de la famosa cueva de Peña Escrita, fueron descubiertas a finales del siglo XVIII por el párroco de Montoro, natural de Priego, Fernando López de Cárdenas ( que amén de cura, fue naturalista). En ellas se representan esquemáticamente figuras humanas y también formas circulares y triangulares, que pueden representar estructuras de su aldea.
Desde aquí otro corto sendero llega al abrigo de Peña Escrita (el de Entrepinturas): tras cruzar una puerta, se sigue por un cortafuego entre jara y romero, que se convierte en una senda que atraviesa el barranquillo de las Piedras, subiendo unos escalones de piedra en su tramo final para llegar a la cueva. Este abrigo tiene el honor de haber sido el primer grupo de pinturas rupestres descubierto en la península (en 1783) y, junto al de la Batanera, tiene la catalogación de Monumento Histórico Artístico desde 1924.
Bajando de la cueva, hay habilitado un aparcamiento, desde el que se inicia la pista forestal entre pinos, el carril de Navamanzano, por el que recorro unos 1.8 kilómetros hasta llegar al collado del Piruetanal, o del Escorialejo. A la izquierda, en unas terrazas desmanteladas de pinar de repoblación, sale la vereda que sube hasta la cima de la Bañuela, a menudo bordeando grandes paredes y abrigos de roca por la umbría del Peñón Escorialejo. Es un ascenso suave y progresivo, pero prolongado, que lleva a un collado pasando a la cara sur de la Sierra de Navamanzano. Desde aquí encaro la última ascensión con el pico a la vista, siempre atento a los hitos de piedra que acompañan durante toda la subida. Alcanzo el vértice geodésico, a 1321 msnm (aunque la verdadera cima geográfica y cota más alta de la sierra se halla en unos crestones a unos cien metros al este, a 1332 metros). No es sólo la cima de esta sierra, sino la más alta de la provincia y de toda Sierra Morena. Desde su vértice podremos divisar las provincias de Ciudad Real, Jaén y Córdoba (Sierra Madrona, la Sierra de Andújar, la de Cardeña y Montoro, y con buena visibilidad Sierra Mágina e incluso Sierra Nevada al S-SE).
El descenso lo hago dirigiéndome al collado de Hornilleros, a unos 2 kilómetros siguiendo el sendero Escorias-la Bañuela, dejándolo en este cruce de caminos por el del Barranco de Peña Escrita, que desciende acompañando al arroyo del mismo nombre (que se cruza en más de una ocasión); es también una larga bajada, que, con los kilómetros que ya llevo, castiga las rodillas, pero de nuevo compensada por la belleza del paisaje. La senda termina en la pista forestal que desemboca en el camino de Navamanzano. La vuelta al punto de partida, una vez en el aparcamiento de Peña Escrita, se hace por la carreterita.
La ruta la considero como poco de dificultad moderada, por su longitud, la subida a la Bañuela y el descenso por el barranco de Peña Escrita.
Hay que dirigirse por la carretera N-420 al municipio ciudadrealeño de Fuencaliente (situado casi en el límite de las provincias de Córdoba y Ciudad Real), que conserva restos de época fenicia, romana y árabe que atestiguan el conocimiento que tuvieron de sus apreciados manantiales térmico-mineromedicinales (y de sus minas). Pasado el pueblo (viniendo desde Córdoba), entre los pk 101 y 102 parte una carreterita que conduce hasta un aparcamiento junto al abrigo de Peña Escrita; recorridos unos 500 metros, aparco en el área recreativa de la Dehesa, junto al campo de fútbol. Sigo andando camino adelante hasta el inicio del primer sendero señalizado, el de las Lastras-la Batanera, de apenas 1.5 kilómetros, pero de gran belleza. Va remontando el río Cereceda, que se cruza repetidas veces por puentes de madera. Pasaremos junto a un helechal y una bonita alisada, además de remansos del río con las características lastras (piedras lisas de cuarcita, a modo de toboganes naturales). Son frecuentes los saltos de agua (las chorreras del Batán -donde quizás Cervantes ubicó la aventura de los batanes que aparece en la primera parte del Quijote), destacando la Chorrera de la Batanera. En su parte superior, cruzo el río para ver las pinturas rupestres del abrigo de la Batanera, que tienen una antigüedad de 5000 años (del calcolítico), y que, como las de la famosa cueva de Peña Escrita, fueron descubiertas a finales del siglo XVIII por el párroco de Montoro, natural de Priego, Fernando López de Cárdenas ( que amén de cura, fue naturalista). En ellas se representan esquemáticamente figuras humanas y también formas circulares y triangulares, que pueden representar estructuras de su aldea.
Desde aquí otro corto sendero llega al abrigo de Peña Escrita (el de Entrepinturas): tras cruzar una puerta, se sigue por un cortafuego entre jara y romero, que se convierte en una senda que atraviesa el barranquillo de las Piedras, subiendo unos escalones de piedra en su tramo final para llegar a la cueva. Este abrigo tiene el honor de haber sido el primer grupo de pinturas rupestres descubierto en la península (en 1783) y, junto al de la Batanera, tiene la catalogación de Monumento Histórico Artístico desde 1924.
Bajando de la cueva, hay habilitado un aparcamiento, desde el que se inicia la pista forestal entre pinos, el carril de Navamanzano, por el que recorro unos 1.8 kilómetros hasta llegar al collado del Piruetanal, o del Escorialejo. A la izquierda, en unas terrazas desmanteladas de pinar de repoblación, sale la vereda que sube hasta la cima de la Bañuela, a menudo bordeando grandes paredes y abrigos de roca por la umbría del Peñón Escorialejo. Es un ascenso suave y progresivo, pero prolongado, que lleva a un collado pasando a la cara sur de la Sierra de Navamanzano. Desde aquí encaro la última ascensión con el pico a la vista, siempre atento a los hitos de piedra que acompañan durante toda la subida. Alcanzo el vértice geodésico, a 1321 msnm (aunque la verdadera cima geográfica y cota más alta de la sierra se halla en unos crestones a unos cien metros al este, a 1332 metros). No es sólo la cima de esta sierra, sino la más alta de la provincia y de toda Sierra Morena. Desde su vértice podremos divisar las provincias de Ciudad Real, Jaén y Córdoba (Sierra Madrona, la Sierra de Andújar, la de Cardeña y Montoro, y con buena visibilidad Sierra Mágina e incluso Sierra Nevada al S-SE).
El descenso lo hago dirigiéndome al collado de Hornilleros, a unos 2 kilómetros siguiendo el sendero Escorias-la Bañuela, dejándolo en este cruce de caminos por el del Barranco de Peña Escrita, que desciende acompañando al arroyo del mismo nombre (que se cruza en más de una ocasión); es también una larga bajada, que, con los kilómetros que ya llevo, castiga las rodillas, pero de nuevo compensada por la belleza del paisaje. La senda termina en la pista forestal que desemboca en el camino de Navamanzano. La vuelta al punto de partida, una vez en el aparcamiento de Peña Escrita, se hace por la carreterita.
La ruta la considero como poco de dificultad moderada, por su longitud, la subida a la Bañuela y el descenso por el barranco de Peña Escrita.
Waypoints
Archaeological site
2,513 ft
Pinturas rupestres de la Batanera
Figuras humanas (destaca la superior, portando hoces)
Archaeological site
2,740 ft
Pinturas de Peña Escrita
Pinturas esquemáticas representando hombres y mujeres (incluso una que parece estar de parto, con el recién nacido bajo ella), rebaños o grupos de animales y árboles
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