Sierra Momia desde el Embalse del Celemín (Cádiz)

Partiendo desde las inmediaciones de la antigua Área Recreativa Celemín, la ruta consiste en recorrer la cordal occidental de Sierra Momia, escudriñando los numerosos abrigos, cuevas y formaciones rocosas que la caprichosa erosión ha ido modelando durante miles de años en las lajas de arenisca. Nos encontramos en el Parque Natural Los Alcornocales.



Estacionamos el vehículo en un apartadero de la carretera Los Barrios — Benalup-Casas Viejas, próximos a la pasarela de madera del Embalse del Celemín. Tras caminar por la cuneta de la carretera, cruzamos la cancela que da inicio a un sendero, debiendo tener autorización de los propietarios de las fincas que vamos a recorrer. Hay un cartel que advierte la prohibición de paso de viernes a domingo y festivos en temporada de caza, por lo que se deduce que toleran el acceso el resto de días.



Tras cruzar otro vallado por una angarilla, y caminar entre manso ganado retinto, remontamos la primera laja de arenisca de las numerosas que vamos a recorrer, en la cual se sitúa un majestuoso arco de piedra. Desde esta pequeña cima las panorámicas del Embalse del Celemín son espléndidas.



A un lado hemos dejado la Cueva del Tajo de las Figuras, cuyo acceso solo está permitido con autorización administrativa para fines científicos, a fin de preservar sus paredes decoradas con pinturas rupestres, representativas del estilo esquemático denominado Arte Sureño. En numerosas covachas por las que pasaremos a lo largo de esta ruta, encontraremos otros ejemplos de estas pinturas rupestres, las cuales merecen nuestro máximo respeto para que permanezcan inalteradas en el tiempo. En la fotografía se aprecia la representación pictórica de un cuadrúpedo, posiblemente un corzo o una cabra. En otras ocasiones veremos ciervos, aves, humanos o simplemente líneas cruzadas sin saber interpretarlas.



Siguiendo la laja observamos otro cueva de mayor envergadura, que la erosión se ha encargado de esculpir. Una nutrida bandada de aviones roqueros nos da la bienvenida.



Sierra Momia alberga la mayor densidad de taffonis, pinturas rupestres y tumbas antropomorfas del Parque Natural Los Alcornocales.



Pilones naturales en las lajas, forman duraderos depósitos de agua de lluvia. Tras pasar fácilmente una alambrada por debajo, pasamos a la finca colindante. Tenemos la opción de bajar a la pista que discurre paralela a nuestro trazado, hasta alcanzar el siguiente objetivo en las Cuevas de Levante.



Recorrer esta sierra supone un reto de orientación y tránsito campo a través, donde la abundante vegetación puede molestar en alguna ocasión, a pesar de no ser excesivamente espinosa. Donde mejor progresaremos será precisamente en las largas lajas de piedra, ya que sus pendientes son suaves, el agarre es bueno con tiempo seco, y la vegetación está despejada.



Tras recorrer un alcornocal de gran porte, y admirar un curioso ejemplar de alcornoque rastrero, moldeado por el viento dominante de levante, nos acercamos a visitar la Cueva del Puntal.



Cruzamos la cabecera del Arroyo de Gallardo y remontamos la siguiente laja, donde se ubica una secuencia de abrigos conocidos como Cuevas de Levante.



Estas cuevas serían auténticas moradas cavernícolas usadas por el hombre en tiempos prehistóricos.



La acción erosiva por meteorización física y química, es la responsable de estas curiosas formaciones geomorfológicas, debido especialmente al viento y la lluvia.



En la vertiente norte podemos divisar el también cercano Embalse del Barbate, con la Sierra del Aljibe al fondo, hoy envuelta de nubes.



Cuando recorramos los tramos de lajas, debemos prestar atención a otra curiosidad arqueológica que puede pasarnos inadvertida, tumbas antropomorfas, cuyo origen es más incierto.



Peculiares formaciones pétreas siguen sucediéndose. En esta ocasión un puente de piedra.



En esta panorámica podemos contemplar cómo aflora una ondulada hilera de lajas en paralelo.



Toda la sierra se ha convertido en un verdadero queso gruyère, con oquedades por doquier.



Pasamos por otra serie de covachas, llamadas Cuevas de Pretina, también conocidas como Cuevas de los Ladrones.



Pero el culmen de la ruta se encuentra en la Loma de los Muertos, donde se halla una necrópolis labrada en la cúspide de la laja. El nombre que recibe la loma lo dice todo. Estas tumbas antropomorfas son visibles en la imagen por satélite.



De hecho, el topónimo de Sierra Momia seguramente haga referencia a estos nichos. Originariamente los cadáveres se cubrían con enormes losas planas de la misma piedra, las cuales han desaparecido, pero todavía pueden apreciarse grandes pedazos esparcidos en los alrededores.



Llegué a contar una treintena de tumbas sólo en este paraje, todas orientadas hacia el este. Las hermosas vistas disponibles desde esta ubicación, invitan a descansar eternamente en este lugar.



Tras visitar la Cueva de la Garita y otras tumbas, descendemos el cerro, caminando de nuevo cuasi al destrozo, en busca de la Garganta del Cuerno, a fin de enlazar con un cómodo sendero paralelo al cauce. El arroyo que baja por este canuto, está teñido con sedimentos ferruginosos. El color rojizo es debido al oxido de hierro que contiene en su interior la roca arenisca, dando la impresión que rezuma sangre desde la Loma de los Muertos. El sendero conecta con un camino que bordea la sierra hacia las ruinas del Cortijo de Gallardo, llevándonos de vuelta al punto inicial. Han quedado en el tintero numerosas cuevas y formaciones pétreas que admirar, cercanas a este trazado, las cuales dejamos pendientes para otra ocasión.



Respecto a la vegetación predominan alcornoques, quejigos y acebuches, además del matorral bajo y aromático asociado, como lentiscos, jaras, hérguenes, coscojas, mirtos, palmitos, brezos, aulagas, matagallos, torviscos, lavándulas, romeros y tomillos. En las piedras de arenisca hay plantas rupícolas como el arrocillo de los muros. En cuanto a la fauna, es posible cruzarse con ciervos, corzos, zorros, meloncillos y cerdalíes. Así mismo es habitual avistar perdices, aviones roqueros, buitres leonados y otras rapaces.

El itinerario transcurre según el tipo de terreno: un 70% por vereda pedregosa, roca arenisca y campo a través, un 25% por pista terriza sin tráfico y cortafuego, y un 5% por cuneta de carretera asfaltada. El desnivel positivo es de 365 m. y el tiempo total fue de 7 horas 30 minutos, incluidas numerosas paradas para visitar las cuevas.

Ver también las siguientes rutas cercanas:
Ruta Sierra del Junquillo.
Ruta Pico Los Garlitos.
Ruta Finca Murta.
Ruta El Jautor - Piedra del Padrón - Chorreón las Naranjas - Lomas de Cámara - Estación de Jimena.
Ruta Sendero del Monte Palancar.
Ruta Sendero del Monte de la Teja.
Ruta Sierra de Montecoche.
Ruta Monte de la Montera del Torero.
Ruta Peguera - Patrite por la Garganta de la Jota y la Ruta de los Quintos.
Ruta Peguera - Jimena de la Frontera por la Garganta de la Jota y la Ruta de los Quintos.
Ruta Corredor Verde Dos Bahías tramo Valdeinfierno - Zanona.
Ruta Corredor Verde Dos Bahías tramo Celemín - Zanona.
Ruta Sendero del Arroyo de Valdeinfierno.
Ruta Corredor Verde Dos Bahías tramo Celemín - Montera del Torero.
Ruta Garganta del Espino por la Ruta de los Molinos de Patrite.