Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara: Salares-La Maroma

Ruta bastante exigente físicamente tanto por la longitud como por el desnivel acumulado (con un 15% de desnivel medio), aunque no tanto por la dificultad técnica que se reduce a la orientación en unos pocos momentos y algún paso un poco más delicado, como el Tajo Volaero.
Sería recomendable realizarla cuando los días vayan alargándose y especialmente en primavera por motivos de temperatura, por la duración de los días y por la belleza de toda la zona en esa época.
Recorreremos algo más de 24 km y sobre 1500 m de desnivel acumulado entre 8 y 9 horas de tranquila marcha sin contar las paradas. Si las incluimos tanto por ser necesarias para descansar, reponer líquidos y alimentos o por disfrutar del paisaje y fotografiarlo, fácilmente podemos dedicar más de 10 horas en la realización de la misma, por lo que es prudente elegir bien la fecha de su realización y llevar material de seguridad como bien pudiera ser un frontal, con pilas claro, y una manta térmica.

Su índice IBP=151 (índice de dificultad de la ruta - ver: ibpindex-) para senderismo.

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Ruta Salares - La Maroma desde su inicio

Ruta Salares - La Maroma desde el este

Previsión meteorológica:

La ruta se inicia en la cercanía de la localidad de Salares. Desde el mismo pueblo se puede comenzar a andar, pero debido al kilometraje que nos espera parece oportuno comenzar la ruta a pié un poco más adelante y ahorrarnos unos 3 km de ida y otros 3 km de vuelta, que de hacerlos elevarían la dureza de la ruta, ya que hablaríamos en tal caso de unos 30 km a recorrer y más de 1600 m de desnivel acumulado.
Por ello una vez llegados a Salares tomamos con el vehículo la carretera MA-127 que une Sedella con Salares para rodear este último. Vemos un panel indicador del Parque Natural y un pequeño mosaico al borde de la carretera, a la derecha, que nos da la bienvenida a Salares. Ignoramos una pista asfaltada que surge a la derecha y al momento, pasada una curva, vemos a la izquierda en subida un carril terrizo.
Inicio del carril terrizo

Es el llamado Carril de la Cruz del Muerto que seguimos durante 2’7 km con nuestro vehículo.
Recorrido de Salares al inicio de la ruta a pié
El carril se encuentra en buenas condiciones durante todo ese tramo y se puede transitar con un vehículo normal.
Durante su recorrido podemos observar encinas, olivos y huertas con naranjos.
Dejamos a la izquierda la Fuente de Ocaña y a la derecha una cabreriza, rodeamos por su derecha el Cerro Marchena (864 msnm) que da nombre al barranco por el que ahora el carril se interna, el Barranco Marchena.
Cuando hemos recorrido esos 2’7 km de carril llegaremos a un lugar que no tiene pérdida. Se trata de una curva a derechas con altos eucaliptos y pinos en la que un puentecito cruza sobre el río. También podemos observar la presencia de varios sauces junto a su curso.
Un detalle que nos permite distinguir el lugar es que el puente tiene una barandilla de tubos pintados a franjas verdes y blancas.
Puente e inicio de la ruta a pié

Aparcamos justo antes del puente, donde hay espacio para varios vehículos sin problema alguno.
En el mismo puente empieza nuestra ruta a pié, en la cota 800 msnm. Estamos junto a un río que recibe el nombre de Río (de) Salares en los mapas del IGN desde al menos 1915, y con esa denominación lo he encontrado en toda la documentación consultada, aunque tradicionalmente en la zona se le ha conocido como Arroyo Perales.
Comenzamos la marcha por su izquierda (en el sentido descendente del río), es decir, si seguimos la dirección que traíamos desde Salares, cruzamos el puente y giramos a la izquierda nada más cruzarlo.
En principio aparecen dos vereditas en subida, ambas buenas. De hecho comenzamos subiendo por la de la derecha y terminamos bajando por la de la izquierda.
El sendero es estrecho y con mucha vegetación mediterránea en los laterales (aulagas, matagallos, rascaviejas, ...) hasta el punto que a veces parece cerrado, pero no lo está.
Sendero inicial

Comenzamos a subir con desniveles de entre el 15 y el 35% y al poco alcanzamos un bosque de pinos de repoblación, circunstancia que no debe despistarnos ya que algunas terrazas de la repoblación nos pueden parecer continuación de nuestro sendero, especialmente a la bajada.
Por la zona del pinar el desnivel baja un poco de dificultad y no supera el 20%.
Cuando ya llevamos recorrido 1’5 km y superado unos 250 m de desnivel, el sendero se acerca al cauce del río y lo cruzamos.
Descenso hacia el río

Nos encontramos en una zona con mucha vegetación en la que el río recibe por su izquierda un afluente. Realmente se trata de una unión en Y donde primero cruzamos la base vertical de derecha a izquierda y luego volvemos a cruzar el mismo río por la rama superior izquierda de la Y. La rama superior derecha de la Y sería un afluente del Río de Salares, que de momento no cruzamos pero sí un poco más adelante.
Después del segundo cruce del río el sendero sigue, un poco más empinado, más estrecho y un poco menos claro. A los 100 m, a la izquierda se encuentran las ruinas de un cortijo que nos tiene que servir de referencia para evitar un despiste, el cual es bastante sencillo por varios motivos: las ruinas están muy cubiertas por la vegetación y son difíciles de ver desde el sendero, y muchos caminantes se han equivocado en el cruce que paso a describir, con lo cual el camino más claro y más transitado es el que parece ser el bueno y esto induce al error.
Ruinas de referencia en el cruce

Cuando encontremos a la izquierda las ruinas, la vereda alcanza un cruce. A la izquierda trazando una curva y en subida accedemos al nivel de las ruinas, a unos bancales de repoblación en una zona muy poco transitada. Ese no es el camino a seguir.
Cruce junto a ruinas

El camino correcto es seguir de frente en ese cruce. Aunque parezca que está cerrado por la vegetación no es así, tan solo ocurre que las plantas lo han ocultado parcialmente. Seguimos entonces recto y al instante el sendero desciende ligeramente hasta alcanzar la cabecera de un estrecho arroyo con agua que es el afluente del Río de Sedella antes mencionado. El lugar es muy bonito y con abundante vegetación.
Cruce del afluente del Río de Salares

En esta zona debemos caminar en sentido ascendente por la vertiente izquierda del arroyo hacia su cabecera hasta girar a la derecha para tomar un sendero que transcurre por una de las terrazas del pinar de repoblación, que en cómoda subida nos sacará del barranco hasta acceder a una amplia zona despoblada de vegetación, un cortafuegos. Se trata del que recorre toda la arista de la Loma de las Vacas hasta llegar a las Llanadas de Sedella.
Acceso al cortafuegos

Hasta aquí podemos estimar aproximadamente 1 hora de tiempo invertido y unos 430 m de desnivel salvado.
Subimos unos 200 metros por el cortafuegos hasta incorporarnos a un carril terrizo en sentido ascendente, el antiguo camino a Alhama de Granada, el que ya no abandonaremos hasta llegar a las Llanadas salvo en unos tramos en los que, por evitar unas amplias curvas del mismo, decidimos atajar usando directamente el cortafuegos a costa de tener que arrepentirnos de nuestra decisión debido al importante desnivel de este.
Recorremos algo más de un kilómetro por el carril hasta que alcanzamos un portón abierto situado justo sobre la cabecera del Arroyo Fuente Fría y muy cerca de su nacimiento.
Portón y vistas de la cabecera de la vaguada del Arroyo de la Fuente Fría

En caso de que el portón esté cerrado, es muy fácil rodearlo por sus laterales. En ese punto el carril gira muy cerrado a la izquierda y en un par de zigzags y casi 1’5 km alcanza las Llanadas de Sedella, en la cota 1600 msnm. Llegamos a una cadena situada en la intersección del carril que traemos con la Colada de Sedella a Alhama de Granada.
Habremos invertido aproximadamente otra hora desde que nos incorporamos al cortafuegos y salvado otros 360 m de desnivel.
Giramos a la izquierda en dirección oeste y nos incorporamos a la colada, actualmente un carril, hasta llegar a una zona fuera del bosque de pinos. Ahora estamos realmente en lo que se conoce como Llanadas de Sedella, una extensión bastante llana alrededor de la cota 1600, metro más metro menos, en la que es habitual encontrar ganado suelto, por lo que es recomendable vigilar cómo dejamos las puertas que encontremos.
Llanadas de Sedella en dirección a La Maroma

Circulamos por la divisoria entre las provincias de Málaga y Granada que asimismo sirve de divisoria entre las cuencas hidrográficas del Mediterráneo y del Guadalquivir.
Al poco de transitar por las mismas el camino encuentra un cruce a la izquierda. Si lo tomásemos empezaríamos a descender en dirección Salares-Sedella por la Loma del Cuascuadra, lo cual constituye un muy bonito paseo con espectaculares vistas.
Seguimos de frente hasta alcanzar un pequeño promontorio que es el final de las Llanadas. Es el sitio ideal para reponer energías y descansar después del esfuerzo que llevamos, y ante el que todavía nos queda por hacer.

En este punto se plantean dos posibilidades. Nosotros, por circunstancias, tomamos de ida y vuelta el mismo, el que parte de esta zona por un colladito a la derecha del promontorio, en principio en bajada y pasando por la cara norte del mismo, por la vertiente granadina.
Existe otra opción, que se puede visualizar claramente sobre el terreno: subir por la arista del promontorio la cual nos lleva en menos distancia aunque por peor camino al waypoint que he denominado simplemente “cruce” y alcanza el sendero que nosotros tomamos hacia la Tacita de Plata, que ahora describiré.
Ruta vista desde la Cuesta Pardilla

Una vez pasado el colladito mencionado en el párrafo anterior observamos a lo lejos un claro zigzag. Es la Cuesta Pardilla y hacia ella nos dirigimos caminando por un sendero en ligero descenso por la cara norte y que atraviesa una vaguada pasando junto a un pilar, el Pilar de Cuesta Pardilla. Esa vaguada es donde nace el Arroyo del Cerezal, afluente del Río de Alhama, visible a nuestros pies.
Pilar de Cuesta Pardilla

Pasado el pilar, comenzamos la subida por la Cuesta Pardilla y una vez recorridas sus 12 curvas en zigzag y salvados unos 150 m de desnivel con un 20% de pendiente sostenida, llegamos al collado del mismo nombre.
Vista de Cuesta Pardilla y el collado del mismo nombre

Seguimos por el sendero hasta que en algo menos de un kilómetro llegamos al waypoint “cruce” donde encontramos un poste señalizador que no tiene indicaciones. En ese cruce se unen el sendero que traemos con la otra posibilidad de acceso comentada al final de las Llanadas.
Continuamos el camino en ligero ascenso hasta unos pinos visibles claramente al frente.
Ubicación de Tacita de Plata

Cruzamos una vaguadita y llegamos a otro cruce junto a los pinos que veíamos de lejos. En ese cruce están indicadas dos posibilidades. A la izquierda a Tacita de Plata y su abrigo, y a la derecha hacia el Salto del Caballo. Por ambos caminos se puede llegar a La Maroma aunque es más corto y más interesante en nuestro caso tomar por la izquierda y pasar por Tacita de Plata, nacimiento de agua con muy poco caudal aunque casi permanente, y por su cueva. Ambos hitos son recomendables de conocer ya que nunca se sabe si necesitaremos agua o un abrigo donde refugiarnos.
Tacita de Plata

Abrigo en Tacita de Plata

Ya llevamos aproximadamente unas 4 horas en total y hemos alcanzado la cota 1800 msnm.
Pasamos por Tacita de Plata y seguimos el sendero en suave subida hasta alcanzar la cordal de lo que ya es realmente La Maroma. La alcanzamos en Puerto Lobera y seguimos por un camino muy transitado en dirección al Tajo Volaero, teniendo en este caso más precaución que otras veces ya que el tiempo cambia en estas alturas y las nubes amenazan lluvia. Y no es de lo más recomendable pasar el tajo con lluvia y algo de niebla.
Tajo Volaero

Continuamos desde el tajo por el camino habitual que no tiene pérdida ya, siempre que haya algo de visibilidad. Hemos de prestar atención ya que por esta zona se encuentran más de un camino, y es mucho mejor fijarse en el más ancho y el que menos quiebros haga, ya que aunque casi todos nos llevarán a buen puerto, uno es mucho más cómodo que los otros.
Una vez divisamos el gran hito cimero de la cumbre el camino no tiene más historia, ya que podemos salirnos de él y obviar los mojoncitos de piedras al ser la zona bastante llana y tener la cumbre como referencia clara.
Cumbre de La Maroma y su hito

Hemos invertido unas 5 horas de tiempo sin contar las paradas y habremos superado sobre unos 1400 m de desnivel, que después de la bajada se convertirán en alrededor de 1500 m de desnivel acumulado.
Después de una parada, breve porque empieza a granizar y la temperatura es bastante baja, quizás sobre 5 grados, tomamos el camino de vuelta. Las vistas son ahora diferentes por el cambio del tiempo.

Volviendo

El camino de vuelta en esta ocasión es el mismo.


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