SL-A 106 Sendero Pinar de Las Muelas y Hoya de Taibena (Vélez-Blanco)

"El recorrido de este sendero nos va per-
mitir disfrutar de un paisaje excepcional,
ya que los diferentes usos del suelo, el fo-
restal (un bello pinar adulto en las Muelas)
y el agrícola (los cultivos de la Hoya de
Taibena) potencian los contrastes internos
del itinerario y resaltan las diferencias en-
tre sus variados paisajes.
Esta diversidad de ambientes es una de las
razones de la riqueza faunística de esta
zona, ya que posibilita la abundancia de
áreas de refugio, alimentación y cría de
numerosas especies.

BARRANCO DEL SERVAL

Desde Vélez Blanco, nos desplazamos hacia el Coto de Montalviche para llegar al panel de inicio del sendero, junto al barranco del Serval. Desde aquí podremos ya observar la impresionante presencia de los pinares de la base de la sierra del Gigante, así como Las Muelas, bien destacadas. El sotobosque, entre los esbeltos pinos carrascos, presenta una alta biodiversidad, destacando el romero, el enebro, el matagallo, el torvisco y una larga lista de especies que podemos ir reconociendo a lo largo de todo el recorrido.
Siguiendo una pista forestal que asciende por zona arbolada, hallaremos un aljibe. En este punto podemos observar la manera en que se encauza el agua, mediante acequias de escorrentía, con el objetivo de almacenarla. Dejaremos de lado dos pistas que se dirigen al área de reserva de Las Muelas, cuyo acceso requiere tramitar la autorización del parque natural. Seguiremos disfrutando de este exuberante pinar durante un rato más y veremos también como las carrascas (encinas) cohabitan con el pino en algunas áreas creando formaciones mixtas. Estos pinos carrascos proceden de antiguas repoblaciones y en la zona se les conoce por pinares viejos.

HOYA DE TAIBENA

Poco después el paisaje comienza a abrirse, desaparecen los pinos por la margen izquierda y comenzamos a ver la impresionante Hoya de Taibena. Esta formación geológica es un poljé, término aplicado a depresiones existentes entre macizos kársticos.
Forma un valle alargado y cerrado de grandes dimensiones, de fondo casi plano y de contornos irregulares. La zona llana está compuesta por terra rossa, arcilla originada a partir de la descomposición de la roca caliza. Es un valle fértil, debido a que funciona como un colector de sedimentos, quedando encharcado estacionalmente.
Pasamos junto a unas casas en ruinas al lado del cortijo de Caiceo, en las que podemos apreciar cómo era su estructura arquitectónica. Destaca el horno adosado a una de las paredes que comunicaba con la cocina así como los corrales en el extremo opuesto de la construcción. En este trayecto hallamos una fuente con abrevadero desde la que se puede apreciar mejor la Hoya en la que nos encontramos, rodeados por un lado por la sierra del Gigante y por la sierra Larga por el otro.

LA RAMBLA

Realizaremos un cambio brusco de dirección hacia la izquierda al pasar por la rambla de Taibena, quedando a la derecha una pista hacia un cortijo y hacia el collado de Taibena, que linda ya con la región de Murcia. Poco después veremos, a nuestra izquierda, un antiguo pozo con abrevadero para el ganado situado sobre el mismo cauce de la rambla.
A partir de aquí comienzan a aparecer plantaciones de almendro por la zona.
En la vegetación que apreciamos en la rambla, abundan los juncos y carrizos, así como singulares enebros. Si seguimos avanzando llegamos a otro pozo con abrevadero, de similar estructura al anterior, pero en el que debemos recrearnos con su cuidada y práctica construcción. A nuestra derecha vemos las ruinas del cortijo de El Nabo, en la base de sierra Larga.
Continuamos nuestro camino viendo en lontananza las sierras que nos circundan y, a pie llano, algunos cortijos diseminados hasta llegar al final del sendero, en el cruce hacia el cortijo de Las Pilas. Aquí encontramos una fuente de buen caño con abrevadero y una balsa, plagada de carrizos, adosada a la misma."

Texto extraído del folleto de la ruta.