(SL-BA 245) LOS BATANES

La ruta parte desde los Cerrillos, uno de los complejos de apartamentos turísticos construidos con el proyecto de puesta en valor de los recursos del entorno de Cíjara, que se localiza en una pequeña península a orillas del embalse, muy cerca de la localidad de Helechosa de los Montes. Se trata de una ruta lineal circular (los primeros 2 kilómetros, entre los Cerrillos y Helechosa, se recorren a la ida y a la vuelta) cuya única dificultad reside en que supera algunos desniveles pronunciados, pues por lo demás transita en su mayoría por caminos y pistas de tierra en muy buen estado. Salvando el tramo de descenso (800 metros) por la sierra de la Fuente hasta la fuente Vieja, en los depósitos de agua del pueblo, que sin ser peligroso, discurre por una bonita senda entre paredes de piedra y profusa vegetación con bastante pendiente, que es el antiguo camino de caballerías a Fuenlabrada de los Montes. Es por lo tanto una ruta idónea para practicarla en bicicleta si evitamos ese tramo, lo que resulta muy fácil pues se puede descender la ladera de esta sierra continuando el trazado del Camino Natural del Guadiana, que señalizado como GR-114, desciende por una pista cuyo último kilómetro esta encementado.

La ruta transita paralela a la orilla del embalse hasta llegar a Helechosa de los Montes, donde toma el camino a Herrera del Duque remontando el valle del arroyo de los Huertos. Este tiene una zona de bonitos saltos de agua y sin duda, el paso por la piscina natural de Helechosa de los Montes, en la zona baja del valle, es un atractivo para realizar esta ruta en los mese de estío. La ruta abandona el camino de Herrera para seguir por la Naciente, en la zona conocida como los Batanes, discurriendo junto al lecho del arroyo por bellas zonas de vegetación rivereña junto a unas espectaculares pedreras. Sauces, fresno y álamos pueblan las orillas y en las laderas abundan especies arbustivas como durillo, jara, jara macho, lentisco, romero, brezo y torvisco. Finalmente la ruta se incorpora al camino de Fuenlabrada atravesando campos cultivados de olivos, hasta desviarse de la pista siguiendo el trazado del camino original por la senda antes descrita. Este es uno de los tramos más bellos del recorrido, pues la senda desciende hasta Helechosa entre una impresionante vegetación de umbría poblada de quejigos, alcornoques, madroños y grandes manchas de durillos, brezo blanco y aladierno.

Aunque el mayor interés de esta ruta sea probablemente el botánico, también ofrece buenas posibilidades de observar ciervos y corzos, así como el vuelo de grandes rapaces como el águila real, buitre negro y leonado y de otras especies como la cigüeña negra. También resultará fácil observar otras aves como rabilargos, zorzales, palomas torcaces, verdecillos, currucas...