(SL-BA 246) ARROYO GARGUERA

La ruta parte desde los alojamientos turísticos de Casa Cíjara, justo en el límite de los términos de Helechosa de los Montes y Herrera del Duque, al pie de una de las pistas centrales de la Reserva Regional de Caza de Cíjara. Se trata de una ruta circular que transita por el valle del arroyo Garguera, un bello paraje de bosque autóctono de agradable recorrido. Es una ruta muy cómoda de practicar pues transita por una camino de arena en buen estado, no supera desniveles acentuados y es de trazado corto, pues no llega a los 6 kilómetros. En ese sentido hay que mencionar que es además un itinerario ciclable en su totalidad.

La ruta ofrece un gran atractivo botánico, pues discurre por una de las zonas que mejor conserva la vegetación original de estos montes, recorriendo algunos tramos de alcornocales con individuos de gran porte, sobre todo en la zona donde se ubica un pilón de agua al pie del camino. De igual forma, los márgenes del arroyo mantienen una profusa vegetación de galería y en sus laderas hay ejemplares de quejigo, alcornoques y diferentes especies arbustivas como madroños, cornicabras o trepadoras. La umbría del Castillón, que se encuentra al otro lado del arroyo Garguera y durante todo el recorrido queda a la vista del senderista, está repoblada con pino piñonero, permitiendo la cómoda observación desde la ruta de diferentes especies de aves y mamíferos. Durante todo el recorrido es posible observar rapaces forestales como gavilanes o azores, y numerosas especies de aves de este hábitat como herrerillos capuchinos, mitos, trepadores azules, rabilargos, verdecillos o pitos reales.

Otro de los atractivos de esta ruta, es las buenas probabilidades que ofrece de observar las diferentes especies de ungulados presentes en la Reserva, como ciervos, gamos, corzos y jabalíes, lista que en este caso se puede completar con otros mamíferos como meloncillos, tejones, jinetas o gatos monteses. En efecto, todo el recorrido es un otero natural de la umbría del Castillón, de tal forma que con paciencia y permaneciendo en silencio, sobre todo a primera o última hora del día, se pueden tener encuentros sorprendentes con la fauna del lugar.