SL 'Castaño Milenario' - Laroles

SL- Castaño Milenario
Bonito sendero local de Laroles que se recomienda hacer en Otoño, concretamente a finales de Octubre que es cuando podemos encontrarnos a los castaños y encinas cargados de sus frutos. Además, el cambio de estación confiere a otros árboles de hoja caduca tonalidades especiales de estas épocas.
Debemos advertir también que por esta época se levanta la veda de caza, sobre todo para jabalí, por lo que es posible que si hacemos el sendero a tempranas horas, el sonido de algún que otro cazador nos acompañe en nuestro sendero haciéndolo un poquito menos agradable.

Iniciamos el sendero en un pequeño mirador cerca de la iglesia de San Sebastián de Laroles y el camposanto de la misma localidad. Desde ahí comenzamos una subida pronunciada que nos llevará a atravesar diferentes partes del pueblo hasta salir al camino propiamente dicho de sendero. Hay que tener cuidado en estar pendiente de la señalización, presente durante todo el recorrido de manera clara, para no dar alguna que otra vuelta por donde no es.
Pronto nos encontraremos subiendo a la par de los primeros castaños frondosos y tramos de encinares, que en el punto de la temporada de otoño, serán un espectáculo para la vista.
El camino transcurrirá con altibajos de tramos sencillos y alguno mas complicado por la orografía caprichosa formada por el devenir de pequeños trazos de agua hasta con encontrarnos con un puente de hechuras de madera, muy coqueto, que permite salvar el paso de una rambla con pequeñas cascadas que alegrarán con su sonido y el de las aves que por allí nidifícan, esta parte del camino poblada de castaños preñados de castañas dentro de sus erizos.
A poco del puente está una de las maravillas vivientes mas importantes de la zona. El "Castaño Milenario". Majestuoso, enorme, imponente, y casi una obra de arte natural cincelada por el paso del tiempo, nos asombra un gigante abuelo cargado de vida. Merece la pena parar un segundo, abrazarlo y sentarse sobre sus raíces intentando apreciar tamaño espécimen.
Seguiremos ya por un camino sencillo, con algún salto de agua mas y algún que otro castaño majestuoso cargado de castañas e incluso albergando alguna que otra seta hasta alcanzar un tramo del sendero GR-7 con el que tenemos que tener cuidado ya que el sendero local se separará en una bajada un poco dificil de ver si no estamos atentos a la señalización. No obstante, tambien se puede llegar al punto de partida si nos despistamos.
Al tomar el desvío, acortaremos un buen tramo para venir a acabar a un merendero a pocos metros del pueblo de Laroles. Desde allí volvemos por la carretera hasta el pueblo teniendo cuidado, sobre todo en los fines de semana, por el tráfico que es bastante ya que a mucha gente le encanta venir a la zona para comer y disfrutar de toda esa zona.

Por cierto, es conveniente adentrarse por el pueblo, típico de Las Alpujarras, descansar en sus merenderos y disfrutar de su comida y como no de sus vinos como parte de este sendero. Se agradece como experiencia complementaria aunque ya el sendero solo merezca la pena.