SL-MU 22 Sendero de las Balsas de Gebas (Alhama de Murcia)

¡ATENCIÓN! A día de hoy (15/7/2023) el tramo por el cañal de la Rambla de Algeciras es impracticable porque las cañas han cerrado el paso.

Se trata de una ruta muy divertida de caminar, muy bonita en cuanto al entorno y muy interesante a nivel etnográfico y de la cultura tradicional del agua. De verdad, me ha encantado, a pesar de algún "pero" que objetar, aunque nada serio.

Gebas tiene una nutrida red de senderos homologados, siendo varios los que empiezan y/o finalizan, o bien pasan por aquí. Senderos de los tres tipos: SL, PR y GR. Y es que, ubicada en las estribaciones de Sierra Espuña y dando nombre a uno de los parajes más singulares de la Región de Murcia (los Barrancos de Gebas), es merecedora de más de una escapada. Además, tiene buena oferta hostelera y de alojamientos.

La ruta comienza en el epicentro de Gebas: el parque junto a la Ermita de la Inmaculada Concepción y el centro social. Aquí tenemos una mesa y bancos, fuente, parque de juegos y ejercicios, ideal para estar al aire libre.

Un cartelón informa, por un lado, de los senderos que pasan por aquí, y en el otro ofrece información específica de esta ruta corta, pero muy resultona.

Pasamos delante de la ermita y de la cuidada casa adyacente hasta el asfalto, coincidiendo con un PR y un GR (las marcas hacen pleno: blanco, verde, amarillo y rojo). Es el caserío de Los Jaliscos. Y es que Gebas no es un núcleo poblacional, sino pequeños caseríos dispersos.

Las marcas nos bajan por un sendero a un camino de cemento con barandas de madera en paralelo a la Rambla de Algeciras, protagonista de este sendero. Dedicad unos minutos a leer los paneles informativos, son interesantes y nos explican, entre otras cosas, que Algeciras es la deformación de "al-Yazira", que significa "la isla".

Llegamos a las Casas de Abajo, a cuyos pies se encuentra la balsa y abrevadero del mismo nombre. Está seca, rodeada de cañas y almendros, y la presencia cercana de palmeras le da un evocador aire morisco. Este humilde rincón es la primera sorpresa de la ruta.

Volvemos a las Casas de Abajo, donde hay varios alojamientos rurales, descendemos hasta el mismo cauce de la rambla. Aquí me doy cuenta de que la ruta sólo está señalizada para realizar en el sentido que sigo, pero si se quiere hacer a la inversa echaremos en falta señalización. Y es que el sendero que he bajado no tiene ninguna marca de SL para localizarlo desde abajo, y es casi invisible. Éste es uno de los "peros".

De nuevo en el cauce, un poste nos indica que sigamos a la izquierda. Más adelante volveremos a este punto desde el camino que baja justo frente a nosotros. Por ahora caminamos a la izquierda, por el mismo cauce de la Rambla de Algeciras, junto a una casa de recreo bautizada como El Relajo.

Llegamos a una carretera bajo la Casa de los Arrieros. De frente, siguiendo la rambla, deberíamos llegar a la Fuente de los Arrieros, pero no encuentro más que un cañizal cerrado. Posteriormente, mirando el mapa, veo que la fuente se ubica arriba, junto a la vieja casa. Cuando vuelva a Gebas la buscaré.

Vuelta a la carretera y giramos a la izquierda unos metros por ella, pero enseguida nos saca por la derecha entrando al Camino de Cantacucos. Es un camino de tierra que desciende nuevamente, tras un giro a la derecha, al punto anterior de la Rambla de Algeciras.

Y aquí comienza el otro "pero". Tenemos un tramo por el lecho de la rambla que es transitable, pero la vegetación está crecida y las cañas van ganando terreno. No es que sea difícil avanzar, de hecho es incluso divertido, pero convendría hacer una limpieza para que no se cierre demasiado.

Justo cuando salimos a un claro donde el suelo es de roca debemos subir a la izquierda. Aquí no he visto señalización. Estamos en otra balsa, de la que no sé el nombre (si es que lo tiene).

Aquí vuelvo a encontrar pintura blanquiverde, y la senda sale a otro camino de cemento. Si giramos a la izquierda, en tres minutos llegaremos a la Fuente de la Inmaculada, con lavadero, abrevadero y balsa. Estamos en las Casas de Arriba, y es un sitio perfecto para detenerse unos minutos sentado a la sombra de los pinos y el frescor del agua.

Volvemos al cruce anterior, y seguimos de frente por el camino, pero unos metros más adelante, cuando gira a la derecha cruzando la rambla, deberemos seguir de frente y reintroducirnos en su cauce. Eso sí, en el camino habremos visto un viejo lavadero y fuente.

Las cañas hacen un bonito túnel vegetal. El tránsito es cómodo, aunque hay algún punto donde la vegetación se cierra. Nada grave, se hace entretenido ir por aquí.

Al final saldremos a un sendero a la izquierda de la rambla que lleva a una caseta de distribución de agua (o algo así). El puente sobre la carretera está a pocos metros, y debemos llegar a él. A su lado, dos toscos bancos y una mesa debieron ser utilizados por agricultores. Aquí vemos que las marcas del SL se superponen a las del GR, y es que el GR 252 pasaba por aquí inicialmente.

Bajo el puente el sendero cruza la rambla y nos obligará a utilizar las manos para ponernos a los pies de la Balsa Vieja, hoy completamente seca. La bordeamos por arriba hasta salir a la carretera, pero no pisamos asfalto, ya que en paralelo a ella va un sendero. Tendremos que agacharnos y casi gatear para pasar bajo un gran pino. Cuidado, porque el paso es muy sencillo, pero está en lo alto de un talud.

Salimos a las Casas de la Balsa Grande, y a la balsa misma. Es como una pequeña plaza de toros. También está seca, pero es otro rincón muy bonito de conocer.

Desde aquí, el sendero sube brevemente hasta salir al SL-MU 16 Senda de la Capilla del Rocío. Estamos a menos de cien metros del parque y ermita, poniendo fin a una ruta muy divertida y muy interesante.