SL-MU 35 Sendero de la Cueva del Compadre de Zarzadilla (Zarzadilla de Totana, Lorca)

Sendero corto pero intenso que integra dos atractivos: el paseo por Zarzadilla de Totana y las vistas desde la Cueva del Compadre.

El cartel de la ruta se encuentra junto a la carretera de Bullas a Aledo, en una de las entradas al pueblo, muy cerca de la iglesia. Atraviesa de sur a norte la población, pasando frente a la Iglesia de San Miguel Arcángel. Arriba giramos a la izquierda y enseguida a la derecha para salir de territorio urbano tras pasar por el consultorio médico y el polideportivo.

Buscamos la falda de la sierra, y seguimos ascendiendo entre almendros por camino asfaltado hasta que las señales nos desvían a la derecha, ahora por pista de tierra. Seguimos ascendiendo, dejamos a la izquierda un depósito de agua y vamos atentos a las marcas blanquiverdes, ya que hay varios cruces de caminos.

Cuando llevamos 1'4 kilómetros llegamos a la senda. Y es que en los últimos cuatrocientos metros es donde se condensa casi la mitad del desnivel total, unos cien metros por un divertido y zigzagueante sendero que no nos dará tregua hasta que aparezcamos a los pies de la Cueva del Compadre, un abrigo en la pared rocosa con unas vistas estupendas, tanto de Zarzadilla de Totana y Sierra Espuña como de los campos y sierras de Lorca que se extienden ante nuestros ojos.

Un panel indica los puntos más destacables del horizonte que contemplamos (mejor traer prismáticos), desde El Gigante y El Pericay en el límite de Lorca (Murcia) con Vélez-Blanco (Almería), hasta la cercana Sierra Espuña y los inmediatos Cerro de las Burras y Cabezo de la Cruz.

Seguramente los mejores momentos para subir sean con las primeras y con las últimas luces de un día despejado. Sin duda merece la pena el esfuerzo, y como seguramente se quedará corta, conviene buscar otra ruta por la zona para amortizar el viaje. Os garantizo que tendréis donde elegir, para todos tipo de usuarios, y os dejarán más que satisfechos.

Y es que Zarzadilla de Totana es uno de esos rincones auténticos.