SL-MU 8 Senda de El Carmolí (Punta Brava, Cartagena)

A pesar de su brevedad, esta ruta tiene dos atractivos: el visual y el histórico. Eso sí, el sendero está muy descuidado, necesitaría una limpieza y volver a balizarlo.

Iniciamos el recorrido junto a su panel informativo, a pie de monte en la calle Lago Superior. El Carmolí es un pitón volcánico que supera los cien metros de altitud, y el firme es muy característico. La ruta lo rodeará, y en los primeros pasos tenemos unas buenas panorámicas del Mar Menor, con La Manga cerrando la línea del horizonte.

Titubeamos al principio para dar con la senda, que pasa por encima de una casa en ruinas con aljibe. Llegamos a varias rocas grandes desprendidas y que han quedado juntas, y enseguida veremos la primera casamata de las cinco que vamos a encontrar. Se trata de puestos de vigilancia militar a los que se accede por un reducido espacio para apostar a un soldado, con troneras para vigilar y disparar.

Y es que en este cerro se construyó un polvorín, de modo que el interés histórico al que me refería consiste en los vestigios militares que se conservan. Los más espectaculares están en la cara opuesta a la costa.

Son cinco las casamatas que he localizado. La ruta pasa junto a cuatro de ellas, hay una que queda fuera del recorrido, a unos ochenta metros. Todas son iguales, como podréis ver en las fotos.

En el entorno de la última hay un aljibe y unas letrinas, y así llegamos al lugar más impactante: el acceso a los subterráneos.

Un estrecho pasillo protege la entrada, a la que se puede acceder. Yo no he hecho más que entrar, ya que no llevaba linterna, y la verdad es que el sitio da bastante impresión, pero debe ser digno de explorar.

A continuación llegaremos a una garita de vigilancia y el edificio principal, que queda más abajo, a unos metros del sendero. Merece la pena venir a explorar todo esto a conciencia.

Finalmente, la senda sale a la urbanización y en menos de cinco minutos habremos llegado al punto inicial para finalizar esta ruta que evoca un pasado muy reciente, con esa estética y ese aura extraña y siniestra que envuelve todo lo castrense.