Sobia circular: Siella, Sobia, Barzanalgas, Zaraméu, Campo El Fresno, Busbigre, Calmeirín, Saleras.

La Sobia no se caracteriza por la abundancia de agua precisamente, por lo que para esta ruta se recomienda ir con una buena provisión. Se ha calificado con dificultad técnica moderada debido al paso por varias zonas de lapiaz bastante incómodo de transitar, en las que hay que prestar atención a dónde se pisa, debido a la abundancia de pequeñas hendiduras camufladas por la vegetación. Hay tramos en que es importante tener un mínimo de orientación, debido a lo caótico del terreno, lleno de dolinas, en las que la visibilidad lejana es muy escasa. Finalmente, parece más aconsejable partir del Santuario que del propio pueblo de Carrea, por la dificultad de aparcamiento que hay en él.

Es una ruta larga y rompepiernas por continuo sube y baja, que exige un mínimo de condición física. No hay zonas de sombra, por lo que también se aconseja ir protegido para tantas horas de exposición.

Ruta circular por la Sierra de Sobia que parte del Santuario de Nuestra Señora de Cébrano, al lado de Carrea. Sube por la pista que parte del Santuario hasta enlazar con la que sube de Carrea y llega a la Laguna de Sobia. Desde aquí, y siguiendo el trazado del PR-AS 190 se dirige al Picu Siella, para continuar cresteando hasta Peña Llana y Peña Sobia. Baja en dirección N hacia El Estonu para dirigirse al borde septentrional de la sierra, antes de su caída hacia la carretera AS228, a su paso por el desfiladero de Valdecerezales. La subida hacia el Barzanalgas se hace por una senda que discurre por el borde NE de la sierra, con unos cortados que se desploman sobre el hayedo del mismo nombre, en zona quirosana. Sin perder altura, se continúa hacia la siguiente cumbre, que apenas destaca, situada antes del Colláu La Sobia. En esta zona el camino se vuelve incómodo debido al lapiaz camuflado por la vegetación, que nos obliga a ir fijándonos en dónde ponemos los pies. Continuamos por senda que enseguida se hace bien marcada, hasta bajar a Veigas de Afuera. Cruzando la pradería con la misma dirección que traemos, nos dirigimos a la Horcadura, que se visualiza perfectamente a nuestro frente, para adentrarnos en la zona más caótica de la sierra. Al salir de la Horcadura, se nos abre una pequeña vallina al frente y a la izquierda; aunque el track se dirigie al frente, podemos obviar esta parte del recorrido y dirigirnos directamente a subir por la zona de pradería a nuestra izquierda, para coronar el Pico de Zaraméu. Si decidimos seguir el track hasta la cumbre que se corona primero que el Zaraméu, hemos de saber que la parte final de la subida se hace por terreno muy incómodo, por lo caótico del lapiaz que hay en la cumbre, sin aportar nada especial al recorrido. Desde el Zaraméu nos dirigimos hacia el Pico Escarbáu, siguiendo una senda que se asoma a la Veiga Sobrecueva.
Bajamos del Escarbáu en clara dirección SE hasta el fondo de la vallina, para remontar hasta el Pico Orúa, desde donde nos dirigimos al Pico Campo El Fresno, por la línea de cresta. Antes de llegar nos encontraremos una pequeña pero profunda dolina, que habremos de rodear por su derecha, según nuestra marcha, y que al regreso de la cumbre lo haremos por la parte contraria. En este punto nos encontramos muy cerca de la ruta de regreso, por lo que si decidimos no continuar con el track, podemos dar la vuelta desde aquí.
Desde el Campo El Fresno bajamos en dirección al Chanu los Bués, llegando a su extremo sur, cerrado por los picos Sobrecueva, Vallinaverde y Solpicu. Desde aquí damos un giro de 90º a nuestra izquierda para internarnos por el fondo del Chanu y siguiendo una senda que luego se transforma en camino y pista, llegar primero a las lagunas y luego a las Brañas de Canchongo. Esta parte de la ruta discurre a media ladera, sobre la Braña Duernas, y es la primera ocasión en que circulamos cerca de una mancha de hayedo donde buscar una sombra decente. De las Brañas de Canchongo (o de Cuaña, según los mapas que se consulten)seguimos pista adelante, en ocasiones está hormigonada, hasta llegar al punto en donde se tira sierra abajo para llegar a la población de Villamarcel. En esta zona encontraremos el único punto de agua fiable, a nuestro juicio, en uno de los varios abrevaderos construidos para el ganado. Aquí, al lado de las cabañas de la Braña Rodiles que están al borde del desplome de la sierra hacia el valle del río Ricabo, tenemos un mirador espectacular de la zona de las Ubiñas.
Desde este punto, damos un nuevo giro a nuestra derecha para enfilar la Vallina L'Agua en una evidente subida, con senda bien marcada, entre la cresta que marca el límite sureste de la sierra, mirando a Ricabo, y un núcleo de cimas poco notorias, todas por encima de los 1600msm, que forman una zona muy caótica, y que tenemos a la derecha de nuestra marcha. Al terminar la zona de la vallina se abre un poco a la izquierda en una zona en donde según algunos mapas habría unas pocas cabañas en la zona de La Cueva, cabañas que yo no he visto por ninguna. parte. Continuamos en fácil ascensión hasta el Busbigre, desde donde volveremos a tener una magnífica vista hacia la zona de las Ubiñas y Peña Rueda, con una especie de quilla por delante, formada por la Talla El Fierro, con hayedo en la ladera norte y matorral en la sur.
Desde el Busbigre continuamos en dirección SO, un poco por debajo del borde de la cumbrera, hasta llegar a un tajo en las rocas que apunta directamente a las Ubiñas. Continuamos por la senda, que nos lleva hasta una dolina que bordearemos por su parte izquierda para empezar a subir a una de las cumbres que precede al Pico Calmeirín, de ascensión áspera por el lado del track, debido al lapiaz. Desde aquí al Calmeirín la ruta es mucho más suave y cómoda. Su cumbre está señalada por un pequeño hito de piedras. Desde aquí tenemos a mano el Pico Saleras, la máxima altura de la Sierra de Sobia, al que llegaremos sin ninguna dificultad por terreno mucho más cómodo, lo mismo que a su cumbre casi gemela, un poco al oeste. Hacia el NO vemos los puntos altos de toda Sobia y en el resto de las direcciones vemos media Cordillera Cantábrica.
Abandonamos estas cumbres por su ladera oeste, para ganar una pequeña crestería, más baja que ellas, en donde se encuentra el Pico de Candipuercu, y seguirla en dirección NO primero y luego claramente N, para descender al collado que nos ofrece la posibilidad de abandonar la sierra por el Valle Murias, pasando por la Braña Los Fuexos. Poco antes de llegar a la bajada que nos dejaría en este collado, nos encontraremos una sima, que no está señalizada ni cercada, y que sirve de dormidero y zona de cría a unas cuantas Chovas. El enlace con la senda que baja puede ser algo confuso, con lo que lo mejor es seguir la línea de máxima pendiente hasta enlazar con ella. Desde este collado, seguiremos en dirección norte, a pasar por la ladera del Pico Vaulléu, que podemos ascender sin ninguna dificultad. Es interesante mencionar que a este collado también podemos llegar directamente desde la Majada de Canchongo, ascendiendo por un valle, sucesión de varias dolinas conectadas y de aspecto abrupto, con lo que recortaríamos el recorrido, a costa de perdernos pisar la cima del Saleras.
Continuamos la ruta en dirección norte, para subir al Pico Vallinaverde y continuar perdiendo poca altura hasta la falda del pico siguiente, que en este track no subimos. Poco antes de llegar a él, en la zona conocida como Pizarreres Frais de Mora, cogeremos un camino muy marcado que desciende claramente y que al poco abandonaremos para dirigirnos hacia la derecha, siguiendo más o menos la curva de nivel, por una zona de matorral bajo en la que no hay una senda marcada. Llegamos de este modo a un collado al pie de la siguiente cumbre (ignoro su nombre)que será la última que ascendamos en la jornada. Desde ella tenemos a poco más de 300m. hacia el este, el Pico Campo el Fresno, por el que pasamos hace unas cuantas horas. Desde esta cumbre existe la posibilidad de seguir dirección noroeste para, por terreno bastante áspero, llegar a Texadiechu y enlazar con el camino que baja hasta la laguna de Sobi; pero en esta ocasión optamos por bajar hacia el SO a enlazar con una senda que abandona la sierra. En un primer momento, esta senda discurre por una zona despejada y casi en llano, hasta que se arrima a los paredones que caen de la sierra, momento en que se hace muy pindia en ocasiones y poco marcada a ratos, por lo que hay que estar muy pendiente de no perderla, pues el terreno no presenta muchas más opciones. Además coincide en que se mete por manchas de avellanos que pueden hacer muy incómodo el avance. En la parte final, el camino parece ir por una pequeña torrentera. Después de descolgarnos por un par de canales de tierra, a la sombra de los avellanos, salimos a una zona despejada, en la que tendremos una lengua de bloques de piedra que nos separa de la pista que sube por Les Envueltes. Una vez en la pista, solamente nos quedará tirar para abajo y llegar hasta el punto de partida.