Sopeira-Tossal Gros

-Inicio, en Sopeira a 700m. de altitud.
-Duración, de 5h a 5:30h, sin contar paradas.
-Desnivel, 900 metros de subidas y bajadas.
-Tossal Gros a 1544m.

La ruta comienza en frente del monasterio de Santa María de Alaón, tomando una pista que desciende a la orilla del pantano. Lo cruzaremos gracias al tablero del puente medieval, quedando en la otra margen la estación hidroeléctrica, que será muy útil pero estorba la belleza del puente y su telón de fondo del desfiladero del Noguera.

Una cuesta con barandas lleva a un camino que discurre paralelo al de la Aubaga, acondicionado éste con mesas y bancos de uso meriendil y que podremos emplear en el retorno. Ambas opciones se juntan en un indicador que anuncia la subida al despoblado de Llastarri.

El ascenso apenas tiene descansillos y la senda remonta la ladera con tramos de buena pendiente. Aparecen hitos de piedras y marcas de pintura amarilla. Se pasará al lado de un mirador señalizado hacia Sopeira, donde el cartel informa de los 1,6 kilómetros que restan hasta el altozano de Llastarri. Poca distancia y mucha cuesta. La sombra de las carrascas alivia de los sudores, a la vez que la muralla de los paredones de San Cugat anima a realizar paradas de contemplación.

Unos prados con charca cercada anticipan el arribo a Llastarri. El carril se acerca a las arruinadas casas del pueblo, con saucos, hiedras, y zarzas que se van tragando las antiguas fachadas. Es aconsejable subir a la parta alta por sendas no libres de pinchazos, a fin de obtener una vista aérea sobre el desfiladero del pantano de Sopeira.

El carril pierde ahora una altura que será cuesta en el retorno, con idea de alcanzar una intersección de ramales. Obviar el que marcha a Santa María de Miralles con intención de seguir rumbo a Adons.

No es menuda la cuesta que espera en el siguiente tramo, mediante lazadas que cruzan un fino torrente y rebasando aparejos habituales de la ganadería, como una portilla de cierre y abrevaderos. Arriba espera el cruce con un ramal que pierde cota hacia el oeste, en dirección al Pla de Cunco y a la cima del San Cugat. Un suplemento para quien desee alargar la salida.

Nuestro carril prosigue un trecho corto y acaba en una pradera. Allí se ubica una estación sísmica con vallado protector. Una senda continúa al norte con escasa señalización de hitos aunque se marca bien sobre el terreno. Ladera de matorral bajo y aliagas donde se agradece llevar pantalón largo.

Iremos a la par de los tapiales de piedra que formaban bancales de cultivo, hasta girar a la derecha y subir por una estrecha barranquera. A su salida se vuelve a faldear, media ladera que nos llevará a una surgencia de agua. Desde ella cabe la opción de ascender de manera mas tiesa por la falda del Tossal Gros. Ni marcas, ni hitos, y sólo un rastro débil de sendero aparece en este repecho cuya única dificultad es el incordio del matorral pinchudo.

La cúspide del Tossal se adivina en un alto protegido de bojes, hasta descubrir un otero que asombra por sus amplios y dilatados panoramas. De la perspectiva cercana del pantano de Escales a la no muy lejana cordilla pirenaica compartida por Huesca y Lérida.

El regreso fue por el mismo camino de la ida.