Stª ESPINA- PANTANO RÍO BAJOZ- CASTROMONTE. CIRCULAR. JUNIO 2020

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
Parece que la semana próxima ya podremos acceder a las preciosas montañas de nuestra Comunidad Autónoma. Mientras tanto seguimos caminando por pistas y sendas de nuestra provincia, Valladolid.
Como en rutas anteriores, la constante del relieve son los valles, las cuestas y los páramos calcáreos, propios de nuestra Cuenca Sedimentaria.
Esta atractiva ruta parte del Monasterio de la Stª Espina llegando hasta Castromonte.
Salimos del aparcamiento, junto a la caseta informativa. Caminamos por el recinto del monasterio hasta salir a la pista que nos conduce al páramo (NE). La vegetación arbórea que nos acompaña en todo momento son las encinas y los quejigos. Llama mucho la atención, debido a la primavera tan lluviosa que hemos tenido, el verdor del matorral propio del monte mediterráneo y la cantidad y variedad de flores que tapizan los suelos arcillosos y calcáreos. Destacamos las jaras, rosales silvestres, tomillos, cañahejas, adormideras, hipéricos, gordolobos, linos blancos y azules, aguavientos, candelarias, etc. Una auténtica maravilla que nos obliga a rebajar nuestro ritmo de marcha.
De esta forma, llegamos por el páramo a la carretera de Castromonte, l cruzamos y seguimos por el monte hasta el descenso hacia el pantano, Sus aguas proceden del Río Bajoz. Este año tiene un hermoso aspecto al estar lleno. Seguimos por la senda de la margen izquierda a la sombra de los árboles que llegan hasta la orilla de las aguas.
Al final del pantano nos encontramos con el Río Bajoz que cruzaremos por un pequeño puente de madera. En este punto podríamos volver por la margen derecha del pantano. Nosotros decidimos seguir por una pista, en muy buenas condiciones para transitar por ella, siguiendo el valle que, a lo largo del tiempo, ha formado el propio río. Durante el recorrido vamos disfrutando de los quejigos y encinas, algunos de buen porte, que cubren las cuestas, del matorral en flor y del bosque de ribera con el protagonismo de los chopos lombardos, los álamos blancos y los fresnos. Valle precioso.
Antes de llegar a Castromonte nos detenemos en un viejo molino donde podemos observar la piedra de moler, una antigua colmena y un palomar típico de la zona, construido de adobe.
Una vez estamos a la altura del pueblo, nos desviamos por una pista para acceder al páramo (SW) de nuevo y volver haciendo una ruta circular. Esta parte primera del recorrido está dominada por las tierras de cultivo (trigo y cebada) y salpicada por algún palomar circular, típico de Tierra de Campos. En poco tiempo volvemos, de nuevo, a la zona de monte con abundante vegetación hasta encontrar la pista de bajada (SE) de nuevo al valle (cola del pantano). Ahora volvemos por la margen derecha observando algunos ánades reales y pollas de agua.
Ya pasado el pantano, continuamos por la pista hasta desviarnos de la misma para visitar otros restos de molino, en esta ocasión con indicaciones para el visitante. Merece el pena observar la balsa de agua, el cubo, el desagüe...
Volveremos a la pista y continuamos alegrando nuestra vista con la abundante y verde vegetación de las cuestas, la vegetación de ribera y el canto continuado de los pájaros, ocultos entre las hojas de los árboles.
Después de unas 4 horas de marcha llegamos de nuevo al monasterio cisterciense, situado en el valle del Río Bajoz y en los Montes Torozos.
Una ruta recomendable para disfrutar entre amigos o con la familia.
No olvidar llevar ropa deportiva, buen calzado para caminar, sombrero y mochila con agua abundante.