Sta Maria del Puerto- Pico Penouta (por las Camposas)-Peña Blanca-Pico Cornón- Sta María del Puerto (Ray2020)

Ruta que parte de lo alto del puerto de Somiedo y realiza un recorrido circular, para mi el más guapo en esta zona del parque Natural de Somiedo. Con la ascensión a las cumbres del Penouta por las Camposas, el PeñaBlanca y el Cornon (Techo de Somiedo con 2188 mts de altura).
Recomiendo realizar esta ruta tal como está trazada en días con meteorología favorable, la cresta del penouta con viento es peligrosa y el paso de la “rocalla” del Peñablanca mojada también aumentaría la dificultad técnica y el riesgo de accidente. Con buen tiempo, para personas acostumbradas a la montaña y sin vértigo la ruta técnicamente se podría catalogar incluso como fácil. Pero para gente poco habituada a moverse por canales pindias y con vértigo, la ruta puede resultarles difícil. La catalogo como moderada por el desnivel acumulado (1200 mts) y por la subida por la arista del penouta donde hay que prestar atención en algunos puntos y por el paso del Peñablanca, pues si no se coge desde abajo el camino correcto, te podrías complicar bastante. NO vi fuentes, como tales, en el recorrido, pero si alguna zona de posible manantial, que no marco por no estar seguro de ello ni conocer la calidad de sus aguas para consumo humano.
La Ruta parte frente al Hotel Restaurante el Coronel, tras recorrer las callejuelas del pueblo toma rumbo hacia el Penouta. Inicialmente por una pista ganadera llana, que avanza por el medio del valle y luego ya poco a poco se va aproximando a las veigas del Penouta, donde encontré una buena cantidad de caballos pastando a sus anchas. Un pequeño repecho, con la pista casi cerrándose por las escobas, me deja ya a pie de la arista del penouta, La vista es impresionante y parece increíble que se pueda subir por ahí… pero se puede.
Inicialmente tomo la amplia canal herbosa, ante la mirada impávida de las vacas que se hallan por dichos lares y pronto giro a la izda para tomar la cresta. Hay que tomarlo con calma y parando a cada poco para recobrar un poco de resuello, pues la cresta es muy pindia y la montaña en esta ladera está formada por pequeñas canales que se unen unas con otras y es cosa de ir buscando el mejor paso por las mismas. A mitad de ladera de subida me voy un poco a la derecha y luego rectifico volviendo a coger la canal central. En ocasiones debido al gran desnivel es preciso echar las manos al suelo para avanzar con mayor seguridad, pues un resbalón o tropezón y bajas rodando ladera abajo. Por fin llego a una zona más abierta con grandes farallones de roca a amplios lados, es la antecumbre de las camposas. Zona caótica de caliza por donde puedes caminar por el medio de la misma y luego seguir buscando el mejor paso. De tal manera que para acceder a la cresta del penouta hay que buscar un paso por la izda, encajonado a modo de chimenea de unos 4 mts de altura, por la que se sube con facilidad. Y ya saliendo de las camposas se presenta la impresionante arista y cresta de la montaña. NO es recomendable pegarse mucho a la derecha, sobremanera en días de viento pues la cortada y caída por la cara norte es considerable. Aunque no hay jitos tampoco son necesarios pues a metro y medio o dos metros de la arista se ven pequeñas huellas de senderos y no ofrece mayor dificultad, hasta llegar a la zona alta de las llambrias, que en seco tampoco ofrecen mayor problema y si quieres las puedes bordear por la izda y pasar sin mayores complicaciones. Ya veo la cruz y con ello la cumbre, apenas unos metros mas y puedes contemplar al fondo el pueblo de salida y la crestería entera así como la zona de las camposas. Una montaña realmente bella y muy montañera con su “puntín” de adrenalina sin llegar a tener ninguna paso complicado (yendo por el camino adecuado y no buscando “liar la madeja” claro está…).
Bajo por su ladera opuesta a la de subida, que no tiene nada que ver, amplia y extensa donde serpenteas en la misma para disminuir la pendiente de alguno de sus tramos, y no castigar con ello la articulación de las rodillas ni sobrecargar los gemelos.
Abajo busco senderos de ganado que me acerquen al Peñablanca y segun el mapa paso al lado de la fuente del penouta (que no vi), supongo será algún manantial escondido entre la vegetación. Nuevamente topo con abundante ganado y me detengo a descansar bajo el farallón de rocalla del Peñablanca. El camino para acometer la subida al mismo es el propio pedrero, al principio se ve algún jito evidente, luego según se asciende van desapareciendo pero el paso parece obvio. Te situas bajo la misma y miras hacia arriba y tienes que dibujar una especie de zeta, primero subes en diagonal a la izda hacia un farallón de la pared y luego te vas a la derecha y nuevamente luego hacia la izda y tras una mínima trepada (por llamarla así) te hallas ya en la parte alta de esta terraza de caliza, luego un tramo de pradería que progresivamente se va poniendo más cuesto y ves la cima sobre tu cabeza. Este tramo no representa niguna dificultad, me fui defrente y un poco a la izda para salvar una alambrada y pasar la misma con mayor facilidad y acto seguido subo en diagonal hacia la izda para coronar en breve el Peñablanca.
Preciosas vistas sobre el penouta y al fondo en la otra dirección la pirámide del Cornón. Camino un poco sobre la crestería del Peñablanca, pues invita a ello, donde aún se conservan las formaciones de trincheras de la guerra civil. Desando mis pasos por la cresta y bajo por la otra ladera dirigiéndome ya hacia el Cornón. Bajada sin ninguna dificultad y me dirijo por senderos hacia el collado del barroso. Toda esta zona es muy humeda y aflora agua por todas partes, lo único que hay es seguir el sendero jitado que te aproxima hacia la base del Cornon. El cornon no alberga ninguna dificultad técnica, lo único que tiene mucha arenisca y piedras suelta con lo cual son fáciles los resbalones en la bajada. Me encuentro al inicio de la subida con una pareja que bajaba corriendo del Cornon y sigo camino en ascenso hacia la cumbre llegando al tramo final conocida como la escalera del Cornon. Un sendero que serpentea en zigzag hasta la cumbre. El esfuerzo va haciendo mella y son cada vez más continuas la paradas. Pero las imágenes merecen la pena cada vez que me doy la vuelta. Un último esfuerzo y me aupo en la cumbre.
El cielo despejado de la mañana se ve ahora lleno de nubes por doquier y la temperatura ha bajado unos grados, pero no me impide comer la empanada en la cumbre y disfrutar de maravillosa vistas de toda la cordillera cantábrica desde sus 2188 mts de altura. Bajada por el mismo lugar de subida yendo de nuevo hacia el collado Barroso y luego tomando dirección hacia la derecha en el sentido de la marcha, buscando los fáciles senderos y caminos que me llevan al lugar de Boca ríos para acabar entrando en el valle de santa Maria del Puerto y recorrer los últimos 2 kms por fáciles pistas y caminos.
Acabo la ruta con algo más de 17 kms en las piernas y unos 1200 mts de acumulado positivo, realmente es una ruta de las que hacen afición. Os la recomiendo.