Subida a El Cerrito (Sierra de Gúdar)

Huyendo de los calores de la Comunidad Valenciana, nos hemos ido a la Sierra de Gúdar en Teruel a hacer una ruta de senderismo, en principio cómoda, aunque luego en el camino de vuelta, ha resultado algo menos cómoda de lo que en un principio preveíamos.

La ruta se inicia en el km 38 de la ctra. A-228 que va de Alcalá de la Selva hacia Gúdar. En ese punto sale a la derecha una pista con una indicación de “Senda fluvial río Alfambra”, (no sabemos si este tramo formará parte en el futuro de un proyecto global para acondicionar toda una senda que recorra la totalidad del río Alfambra hasta Teruel, en donde se une al río Turia, y en donde ya se ha acondicionado un tramo del recorrido):

http://naturarteruel.wordpress.com/2013/03/18/zona-1-ribera-del-rio-alfambra/

La pista se dirige hacía las Masías de Huesa y del Rincón, las cuales bordeamos sin entrar en ellas. Pasada la Masía del Rincón iniciamos la subida en dirección hacia el collado Martín a través de una senda, (prácticamente desaparecida), durante unos 500 mts. La senda discurre por la ladera de un pequeño barranco que desemboca en el Barranco de la Tejería. Llegados al punto más alto de la senda, (cota 1640 mts. aprox.), nos “topamos” con un camino que si lo siguiéramos a la derecha, paralelos durante un tramo al Barranco de la Tejería, llegaríamos hasta el Pico Peñarroya. Nuestras pretensiones hoy son mucho más modestas y giramos a la izquierda, en dirección al Collado de la Huesa “cresteando” a lo largo de toda la “cantera” hasta llegar al propio collado y luego a El Cerrito, (1586 mts), cota máxima de nuestro recorrido. Las vistas, durante todo este tramo y desde El Cerrito son espectaculares sobre todos los prados que se extienden a nuestros piés a través de los cuales discurre la carretera que va desde Alcalá de la Selva hacia Gúdar.

Pero todo en la vida, no puede ser felicidad. Así que después de dar varias vueltas por el Collado de la Huesa sin encontrar un camino de vuelta, emprendemos el regreso “campo a través”, en fuerte pendiente, aunque sin demasiada dificultad pero con mucha precaución. Y ya en medio del prado, junto a la carretera, nos encontramos con que un “arroyo invisible” oculto entre los matorrales nos impide el paso hasta el camino donde hemos dejado el coche de modo que, aquí también, después de dar alguna vuelta para encontrar un camino de regreso hacia el coche, decidimos salir a la carretera y de ahí ir hasta el coche.

Una corta y fácil ruta de senderismo para “huir” de esos días de calor estival agobiante en todas las comarcas de Valencia y que nosotros hemos completado con una excelente comida en el restaurante del Hotel La Trufa Negra en Mora de Rubielos y ahí, de nuevo, ….. a disfrutar de la felicidad, que todo en la vida no va a ser sufrimiento.

Agradecemos a raquel y manuel el haber compartido su ruta:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6673941
lo que nos ha permitido a nosotros poder realizar la nuestra