Subida a la Caldera Blanca (Lanzarote)

Ruta de ida y vuelta hasta el vértice geodésico de la montaña de la Caldera Blanca pasando por la Caldereta.

La ruta comienza en una zona de aparcamiento bastante limitado, pasando el pueblo de la Mancha Blanca.

Desde ahí el sendero está muy bien marcado, sin posibilidad de perdida.

Nos lleva primero a través de ríos de lava que nos dejan un paisaje espectacular, en el que únicamente destacan sobre el negro de la roca los líquenes blancos y verdes.

Poco a poco nos vamos acercando al primer volcán, la Caldereta. Un mirador nos permite acceder a su interior, en el que encontraremos restos de cabañas de pastores.

Seguimos caminando tras cruzar un espectacular río de lava y llegamos hasta la Caldera Blanca, el volcán que subiremos hoy.

La subida es por un sendero bastante sencillo, con vistas al mar de lava y el Caldereta, que vamos dejando cada vez más abajo.

Llegamos al borde del cráter y las vistas nos impresionan muchísimo. La Caldera Blanca tiene forma de circunferencia perfecta, tras la que asoma el mar. Hasta aquí, el camino es sencillo y sin ninguna dificultad.

La ruta sigue por la cresta del cráter ascendiendo poco a poco hasta el vértice geodésico. Esta parte está dificultada por el viento intenso que suele haber, y que en nuestro caso se acompañó de lluvia. Además, el sendero está menos marcado e incluso hay que realizar pequeñas trepadas. Quizás con otras condiciones climatológicas sería más sencillo, pero, debido a esto y a la exposición del camino, lo he categorizado como moderado.

En cualquier caso, la llegada al vértice nos regala unas vistas increíbles tanto del cráter, a un lado, como del Parque Nacional de Timanfaya al otro. Un auténtico espectáculo.

Existe la opción de hacerla circular bajando por el otro lado del volcán, pero teniendo en cuenta el viento nos pareció demasiado arriesgado y decidimos volver por el camino de ida.

No miento si digo que es de las rutas más alucinantes que hemos hecho, pero que desde luego no me parece sencilla.