Subida a la Chimba por el sendero de los Madroñales.

• Subida a la Chimba por el sendero de los Madroñales, descendiendo a la Cañada de las Hazadillas.
• Accesos: Por Otiñar en la carretera al Embalse del Quiebrajano, pasado el cruce a la Cañada de las Hazadillas, a unos 3 km, en un ensanche junto al cartel indicativo del Parque periurbano “Monte la Sierra”, hemos dejado el vehículo.

• Hace unos meses hicimos la primera incursión por los senderos abiertos en este bello paraje. En esta ocasión realizamos la ascensión directa a la Chimba, por la ladera de los Madroñales, lo que ha supuesto superar, en poco más de 2 km, un desnivel de 530 metros.
Como ya decíamos entonces, este paraje, por más rutas que hacemos, siempre nos sorprende. La abrupta vegetación del valle del Quiebrajano y la exigente ascensión y descenso por las laderas de sus sierras ha cumplido con creces las expectativas.
• Iniciamos nuestro caminar desde la carretera, por un sendero en descenso hacía el río, entre exuberante vegetación, hasta llegar al nuevo puente que se ha instalado y desde él que empieza sin contemplación la subida por la ladera, por un sendero recientemente arreglado, aunque en algunas zonas ha habido que prestar mayor atención a los hitos de piedras. Después de algo más de un kilómetro ascendiendo, llegamos a un pequeño collado, magnífico mirador natural del valle, que nos sirve para darnos un respiro y disfrutar de las vistas del Castillo de Otiñar, con Jaén al fondo.
• Desde allí se nos une un senderista solitario, que no tenía claro la dirección a tomar, y con la vista de la dura subida que nos espera, iniciamos los siguientes 500 metros, por una senda algo difusa, con tramos bastante pendientes que nos llevan hasta el camino o sendero de las Hazadillas que seguimos hasta la Chimba.
Junto al refugio, reponemos fuerzas y disfrutamos de este magnífico mirador de la sierra sur, con la Pandera, el Cagasebo, Los Grajales, etc.
• Para la vuelta, descendemos a las Hazadillas, donde nos deja el senderista solitario, y a la altura de la piscina de la zona recreativa hemos tomado el sendero, bien definido, de ascensión para bordear el Morrón Romeral, hasta un pequeño collado, otro esplendido mirador, y ya descendiendo, aunque al girar de nuevo a dirección norte sur, ha habido que tener más precaución con el seguimiento del GPS.
Como en anteriores ocasiones el descenso por la ladera de los Madroñales, nos permite contemplar grandes ejemplares de pinos, y realizamos dos paradas: una para observar el sendero de descenso a la señalizada como fuente de Ballesteros, y la segunda al llegar de nuevo al mirador natural, desde donde parte el sendero que asciende a la Chimba. Con las precauciones necesarias, por la pendiente y la pérdida en ocasiones de la senda, llegamos al puente y encaramos la ascensión del sendero que nos lleva a la carretera.

• La realización de la ruta, nos ha parecido difícil, por el esfuerzo en las ascensiones en el inicio y por la dificultad en la orientación en los tramos sin sendas, por lo que nos pareció muy arriesgado la presencia del senderista solitario.
• Para el desarrollo de esta magnífica ruta, el conocimiento de la zona no nos ha hecho necesaria mayor ayuda, no obstante hay que dejar constancia de las dos buenas referencias que hemos obtenido en Wikiloc, de miguel yeguas y avhinojosa, que nos han servido de guía y descubrimiento de estas laderas en anteriores ocasiones.