Subida a La Tiñosa
near Los Villares, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Subida al techo provincial de Córdoba, una ruta corta pero intensa (IBP 80).
Salimos desde el Cortijo del Alto de Torres, después de recorrer por carril unos 2 kilómetros y medio en coche desde Las Lagunillas (a unos 12km de Priego de Córdoba por la A-333). El carril que traíamos continúa después del cortijo, pero mucho más deteriorado, por lo cual dejamos el vehículo y seguimos a pie.
Pasamos junto al cortijo, disfrutando del aroma a choto, ya con el cuestón que conduce hasta la base del Morrión bien a la vista. Superamos un repechete entre prados y encinas dispersas y descendemos entre un par de predios con olivas jóvenes. Unos metros más adelante, cruzamos el arroyo (seco, en esta ocasión) y llegamos a las ruinas del caserío de Cañatienda. Con el fin de hacer una ruta que no fuera de ida y vuelta y previendo que la bajada por el torrente que lleva en línea casi recta hasta la base del Morrión iba a ser complicada, decidimos usar esta ruta para subir y bajar por puerto Mahína, a la izquierda (norte) de nuestra posición.
La subida es bien evidente y, con un poco de intuición, podremos seguir la vereda que transita junto al torrente, entre juncos al principio y por vegetación mediterránea (rala, eso sí) más adelante. Como se ve bien claro ya desde el principio, el sendero se va haciendo mucho más pendiente y el terreno blando y con buen agarre de las praderas se va tornando pedregoso y resbaladizo conforme ganamos altura.
Después de mucho evitar pinchos por cientos y de progresar cuidándonos de no resbalar con las múltiples piedras sueltas, llegamos a la base de la cueva del Morrión. Bordeando la cima rocosa por la derecha (sur), el terreno se vuelve asombrosamente llano (casi siempre picando hacia arriba) y la cima de la Tiñosa se ve perfectamente. Un agradable paseo nos lleva hasta la cumbre, donde debe de haber unas vistas tremendas que las nubes nos robaron el día que hicimos esta ruta.
Emprendemos el camino de vuelta por la misma cresta que nos condujo hasta arriba, poniendo mucha atención para no rodar con las piedrecillas sueltas, hasta alcanzar de nuevo la cueva del Morrión. Por los motivos antes expuestos, tomamos la lamentable decisión de bajar por el camino más marcado, que rodea el Morrión en dirección noroeste y, siempre en bajada, lleva hasta puerto Mahína. La senda atraviesa lanchas de piedra con gran inclinación y grava o piedrecilla suelta que puede ser fatal, pues estos primeros pasos son bastante aéreos. Conforme la pendiente descendente se agudiza, la progresión entre los cantos rodados se hace más difícil, hasta alcanzar un punto (antes del waypoint 4) en que algún gracioso ha marcado hitos por un destrepe con una caída de unos 6 metros que la tierrecilla y las piedras sueltas hacen verdaderamente arriesgado. En lugar de exponerse a este paso, es mejor rodear una piedra grande por la derecha y encontrar un camino más marcado que nos permite bajar con más soltura (esto lo vimos cuando ya estábamos abajo, claro).
Unas cuantas zetas de sufrimiento por piedra más abajo, encontramos los primeros tramos de tierra y rápidamente la vereda se hace mucho más amable, lo que nos permite bajar hasta el puerto con más rapidez. Ya en el puerto, giramos a la derecha para completar la bajada por una vereda muy bien marcada que va hacia el caserío de Cañatienda (poco antes, se pasa por un abrevadero), donde retomamos el carril en mal estado que nos conduce de vuelta hasta el punto de inicio de la ruta.
Salimos desde el Cortijo del Alto de Torres, después de recorrer por carril unos 2 kilómetros y medio en coche desde Las Lagunillas (a unos 12km de Priego de Córdoba por la A-333). El carril que traíamos continúa después del cortijo, pero mucho más deteriorado, por lo cual dejamos el vehículo y seguimos a pie.
Pasamos junto al cortijo, disfrutando del aroma a choto, ya con el cuestón que conduce hasta la base del Morrión bien a la vista. Superamos un repechete entre prados y encinas dispersas y descendemos entre un par de predios con olivas jóvenes. Unos metros más adelante, cruzamos el arroyo (seco, en esta ocasión) y llegamos a las ruinas del caserío de Cañatienda. Con el fin de hacer una ruta que no fuera de ida y vuelta y previendo que la bajada por el torrente que lleva en línea casi recta hasta la base del Morrión iba a ser complicada, decidimos usar esta ruta para subir y bajar por puerto Mahína, a la izquierda (norte) de nuestra posición.
La subida es bien evidente y, con un poco de intuición, podremos seguir la vereda que transita junto al torrente, entre juncos al principio y por vegetación mediterránea (rala, eso sí) más adelante. Como se ve bien claro ya desde el principio, el sendero se va haciendo mucho más pendiente y el terreno blando y con buen agarre de las praderas se va tornando pedregoso y resbaladizo conforme ganamos altura.
Después de mucho evitar pinchos por cientos y de progresar cuidándonos de no resbalar con las múltiples piedras sueltas, llegamos a la base de la cueva del Morrión. Bordeando la cima rocosa por la derecha (sur), el terreno se vuelve asombrosamente llano (casi siempre picando hacia arriba) y la cima de la Tiñosa se ve perfectamente. Un agradable paseo nos lleva hasta la cumbre, donde debe de haber unas vistas tremendas que las nubes nos robaron el día que hicimos esta ruta.
Emprendemos el camino de vuelta por la misma cresta que nos condujo hasta arriba, poniendo mucha atención para no rodar con las piedrecillas sueltas, hasta alcanzar de nuevo la cueva del Morrión. Por los motivos antes expuestos, tomamos la lamentable decisión de bajar por el camino más marcado, que rodea el Morrión en dirección noroeste y, siempre en bajada, lleva hasta puerto Mahína. La senda atraviesa lanchas de piedra con gran inclinación y grava o piedrecilla suelta que puede ser fatal, pues estos primeros pasos son bastante aéreos. Conforme la pendiente descendente se agudiza, la progresión entre los cantos rodados se hace más difícil, hasta alcanzar un punto (antes del waypoint 4) en que algún gracioso ha marcado hitos por un destrepe con una caída de unos 6 metros que la tierrecilla y las piedras sueltas hacen verdaderamente arriesgado. En lugar de exponerse a este paso, es mejor rodear una piedra grande por la derecha y encontrar un camino más marcado que nos permite bajar con más soltura (esto lo vimos cuando ya estábamos abajo, claro).
Unas cuantas zetas de sufrimiento por piedra más abajo, encontramos los primeros tramos de tierra y rápidamente la vereda se hace mucho más amable, lo que nos permite bajar hasta el puerto con más rapidez. Ya en el puerto, giramos a la derecha para completar la bajada por una vereda muy bien marcada que va hacia el caserío de Cañatienda (poco antes, se pasa por un abrevadero), donde retomamos el carril en mal estado que nos conduce de vuelta hasta el punto de inicio de la ruta.
Waypoints
Waypoint
4,301 ft
Tiñosa 04: destrepe expuesto
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