Subida al Al-Mansur(Almanzor). La leyenda del Almanzor.

La subida al pico más alto del sistema central,el Almanzor(2492 m),se podría considerar un centro de peregrinaje en el montañismo español. Es una subida muy hermosa con su trepadilla al final que la hace más entretenida.
Almanzor,( Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir al-Mansur; Torrox(Málaga) 938-Medinaceli(Soria) 1002),significa El Victorioso,fue uno de los personajes más importantes de la baja edad media hispánica,caudillo que ostentó el poder del califato de Córdoba y derrotó en 56 aceifas(incursiones) a los cristianos,supuestamente subió al pico de su nombre,y digo supuestamente porque sinceramente no creo que Almanzor tuviera la intención de subir al pico con su artritis gotosa, pero parece que estuvo en la laguna Grande de Gredos según cuenta la leyenda en el año 989.
Califico esta ruta como moderada,hay pasos de escalada fácil, grado 2-3,según los escaladores que me acompañaban,y seguirla no es muy complicado, aunque arriba hay que extremar mucho las preucaciones puesto que hay grandes precipicios.

En esta ocasión quedé con mi amigo Joaquín en el hostal Almanzor de Navarredonda de Gredos;no podía ser de otra manera,el viernes día 3 de Octubre.
Al día siguiente a las 8.30 h en la plataforma vinieron los supermontañeros de Béjar,Luis,Mario y nuestro imprescindible amigo,GPS humano, Candy.
Salimos de la plataforma a las 8.45 h, por nuestro querido camino empedrado de la laguna grande,el día era muy hermoso,despejado y con un poco de brisa fresca que se apagó en cuanto salió el sol.
Fuimos tranquilamente,por este camino tan poblado de piedras y montañeros,pasando por el cruce del refugio Reguero Llano,prados de las pozas,fuentes de los Cavadores y luego Los barrerones,donde pusimos falta a nuestra habitual cabra fotogénica,aunque un poquito más adelante nos encontramos en la fuente del mismo nombre unos cuantos machos cabríos o cabrones.
Las vistas al circo de Gredos son impresionantes y diferentes en cada estación,en el otoño no era menos,aunque no brille la nieve,que es lo que siempre llama más.
En vez de ir al Elola,tiramos directamente a la charca esmeralda,para variar un poco la ruta, y de ahí a hoya Antón donde empieza la subida,por aquí sin nieve es fácil seguir los hitos aunque es más complicado el andar por nuestro museo natural de rocas y paredes,que te rodean y envuelven en mar escrestado.
A medida que nos acercábamos a nuestra mole,nos dábamos cuenta de la enorme peregrinación en el día de hoy,estabámos por todas partes;los montañeros ansiosos por trepar al pico del moro Almanzor,y curiosamente, llamaba la atención la variedad de edades y la presencia muy abundante de montañeras,tan escasas habitualmente,parece que la afición empieza a calar entre ellas.
Como un reguero de hormiguitas en un empinado hormiguero subíamos por la portilla del crampón,un canal de grandes piedras que se va estrechando en su cima hasta dejarnos a pocos metros de la cumbre del Almanzor.
Un cartel nos dirá que hemos llegado al tope de la portilla del Crampón y una vez allí giramos a la derecha y subiremos por otra estrecha canal,mucho cuidado,se pasa bien,no hay que complicarse la vida.
Es mejor ir por la derecha del canal por una repisa y luego siempre por el margen derecho hasta una pequeña trepada en una pequeña pared,en estas fechas no hay pérdida,sólo ponerse en la fila de subida.
Una vez pasada esta pequeña pared, vamos a la derecha rodeando la cima,y es conveniente dejar por aquí la mochila,arriba es muy peligrosa,sobre todo si hay más personas,la cima es muy estrecha y rodeada de precipicios.
Apenas caben 5 ó 6 personas en lo alto,mucho cuidado con las fotos,que descuidamos los pies y a quien nos rodea,que también está haciendo fotos y te pueden empujar.
Eché en falta que la gente llevara casco,nuestra seguridad es lo primero y no nos damos cuenta de que cualquier piedrecita sin casco es mortal,y en los canales se desprenden con facilidad,sobre todo con tanta gente subiendo.
Tras un rato de infarto con las fotos,realmente difíciles,con tantísimos que estábamos y los que venían por abajo que eran bastantes más.
La bajada por el mismo sitio,con algo más de dificultad,aunque había una cuerda en la pared que ninguno utilizamos,hay que ir muy pendiente para no acabar enriscado.
Cuando llegamos al cartel de la Portilla del Crampón,tiramos para abajo en dirección contraria a la Portilla, para en unos 30 metros más abajo subir de nuevo,volveríamos por la portilla Bermeja,mucho más tranquila sin duda,tiene un par de pasos un poco expuestos, nada difícil si alguien te echa una mano.
Siguiendo los mojones en muy poco damos la vuelta al cuerno del Almanzor y allí paramos a comer,eran cerca de las dos,desde la plataforma hasta arriba habíamos empleado algo más de cuatro horas sin habernos dado ninguna prisa.
Llegamos a Portilla Bermeja por su color se ve fácilmente el motivo de su nombre y desde allí bajamos otra vez a Hoya Antón,un camino entre piedras y mojones que confluye con el de la portilla del Crampón,así que en poco tiempo nos vimos otra vez en la fila hormiguera de los que bajabamos del Almanzor.
Seguimos hacia el refugio de Elola donde disfrutamos de la visión de la laguna y unos caballos. y volvimos por donde habíamos venido sin mayores complicaciones.Llegamos al coche sobre las siete de la tarde.
Es realmente muy bonito el pico, pero no es el mejor sitio para ir a perderse,al menos hoy.


Y estando bajando por la Portilla Bermeja al pie del Almanzor, dí un resbalón que casi da con mis huesos en tierra, y al mirar entre mis pies, vi un brillo metálico. De rodillas me hinqué y con cierto nerviosismo desenterré una gran caja metálica, la guardé en la mochila y la llevé a casa.
Tras abrirla me encontré unos papeles amarillentos, carcomidos y ennegrecidos, donde pude leer lo siguiente:

LA LEYENDA DEL ALMANZOR.

Cuentan las antiguas lenguas
que volviera el Moro Almanzor
de las tierras de Castilla
tras probar su valor.

Llegarónle fuertes rumores
de una laguna profunda y fusca
donde crecieran tempestades
de una nube negra y brusca.

Y de unas cumbres arcanas
donde terribles alaridos,
repicaran entre riscos
y enloquecieran los oídos.

No pudiera el torvo Almanzor
permitir que en sus coyundas
hubiera semejante paraje
del zafio averno iracunda.

Mandara llamar indignado
de las montañas pastores
que contaran con su verbo
tamaño ruines rumores.

Postrados a sus pies
temblaran de terror
y dijeran que en tal lugar
existiera gran horror.

De montañas afiladas
de sucios iblis y fantoches
que rieran y gritaran
todo día y toda noche.

Y de una laguna obscura
del que brotaran desventuras,
de djinns segura cobertura
y de otras nefandas criaturas.

Pusiera sus nobles posaderas
sobre noble blanco corcel,
y mandara que su guardia fiel
cabalgara de rauda manera.

No hubiera sitio infame
en el reino de Almanzor
que se escapara de su alfanje
y de su colérico rubor.

Llegara Almanzor cansado
a este lugar encantado
repleto de picos acerados
y de un lago encalmado.

¿Dónde estuvieran las voces
tamaño genio adversario?
¿dónde se hallara el aullido
de un gran ente nefario?.

Allí no se topara el diablo
sino el silbo del viento,
allí no se encontrara el espanto
sino del silencio su llanto.

Quedó Almanzor prendado
del rincón encantado,
y ordenó a sus hombres reúna
esa tarde junto a la laguna.

Fuera noche clara
de luna en lo alto,
fuera tibia y templada
de rocas y cobalto.

Paseara sosegado Almanzor
solitario junto a la laguna,
aparecióle un gran resplandor
y una humana figura.

Fuera bella y fermosa doncella
de ojos garzos y pelo centella,
de piel perfecta albura
y túnica de plata pura.

Oh, bella hurí
salida del paraíso,
qué quieres tú agora
de un guerrero fiero insumiso.


Oh, noble Almanzor
viniera yo del paraíso,
de allí no te traigo amor
sino un triste aviso.


Pero precio has de pagar
por semejante servicio,
pues esta nueva va librar
tu futuro del suplicio.


Habla ya de una vez
y dime tu precio,
que tengo cerca la vejez
y perder tiempo es necio.


Pagarás veinte y tres
brillantes duras preseas,
pues veinte y tres
grandes cumbres veas.

Y veinte y tres
telas de sirgo de pago
pues veinte y tres
arroyos caen al lago.

Y veinte y tres
mulas campestres,
por veinte y tres
collados terrestres.

Y todas ellas dejarás
en un desfiladero angosto,
el día veinte y tres
del mes de Agosto.

Así será bella hurí
te complaceré en el pago,
pues la nueva no es baladí
aunque sea un mal trago.

Oh,fiero Almanzor
te digo con gran dolor,
que te acecha un traidor
de tu sangre receptor.

Será Abdallah tu hijo,
tu simiente tan amada,
quien se arrimará a los del crucifijo
para pasarte por la espada.


Y su sangre has de verter
si tu reino quieres mantener,
pues es grande la conjura
y para vos grande tortura.


Oh, cruel noticia infausta
de mi vástago adorado,
triste noche injusta
cuando fuere traicionado.

Muera yo desconsolado
y no por acero afilado,
pues su sangre verteré
por mi reino apaciguado.

Pues has de saber Almanzor
que esta montaña es puerta,
y es por mi grande amor
que vine aunque estoy muerta.

Y donde la nieve perdura,
al pie de la más alta cumbre
allí te esperaré segura
cuando se extinga tu lumbre.

No dudes bella hurí
que por ti volveré,
cuando la triste parca
mis ojos por siempre cierre.

Y se apagara el resplandor
en el silencio nocturno,
dejando triste y taciturno
al adusto y fiero Almanzor.

Y cuenta la leyenda
que a su hijo ejecutara,
por no tener enmienda
y su traición consumara.

Y cada veinte y tres
de agosto cargara
a las mulas campestres
con sedas y preseas.

Y llevaránlas dejadas
al pie de la gran cima,
donde fueran ocultadas
por la gualda calima.

Y abriérase una gran grieta
con gran polvo y estruendo,
y volviérase de nuevo quieta
cuando las mulas tragara.

Cada año Almanzor acordara
cumplir su firme promesa,
y cada Agosto una recua mandara
que cuidara su palabra ilesa.

Y en su lecho de muerte
de sus generales rodeado,
estaba echada su suerte
tras su última batalla.

Y todos creyeran de su juicio
hubiera de fiebre escapado,
pues solo hablara de su efugio
de un lago y de un pico escarpado.

Y cuentan en Gredos los pastores
que los veinte y tres de agosto
cuando la noche fuera clara
cuando el lago fuera calma.

Han visto un guerrero doncel
cabalgando un blanco corcel,
y en su grupa una doncella
de ojos claros y pelo centella...