Subida al Cabezo de la Mata (1437 metros) por el barranco del Apio y descenso por el barranco de Morca, desde Litago
near Litago, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Hoy vamos a subir a uno de los balcones del Moncayo, el Cabezo de la Mata, pero en vez de empezar desde la Fuente de los Frailes, lo haremos desde la población de Litago, donde aparcamos a las afueras, bordeando la población por el cementerio.
Una vez en el camino de la Mata, comenzamos caminar, en apenas unos metros, llegamos a una bifurcación, donde tomamos el camino de la Noguera (volveremos por el camino de la Mata), observando nuestro objetivo del día, el Cabezo de la Mata y justo detrás, todo el cordal del Moncayo, cuya cima está cubierta por la característica boina.
Por terreno prácticamente llano, caminamos paralelos al cauce del barranco de Valmediano, represado aguas arriba por el embalse de Valmediano, en el que nos detenemos unos minutos, para disfrutar de la bonita estampa, que conforma con el cabezo de la Mata y el Moncayo, aunque hoy, no se reflejan en sus aguas.
Después, continuamos caminando, el camino se adentra en un pinar y se bifurca en dos, tomando el ramal de la izquierda, que traza un par de lazadas, hasta posicionarnos paralelos al barranco del Apio, que baja prácticamente seco, porque un poco más arriba, a la altura de la carretera, sus aguas se desvían para el consumo humano.
Sobre el kilómetro 4 (4.3 km.), llegamos a la carretera de acceso al Moncayo, que cruzamos para seguir caminando, por un camino de tierra, donde los pinos dan paso a los acebos y robles, todavía sin hoja y es que, a pesar de estar casi en el mes de mayo, apenas ha llovido y ese se nota en el entorno.
Unos metros más adelante, el camino desaparece y avanzamos paralelos al barranco del Apio, atentos a los hitos, que hay colocados, aunque el fácil orientarse. A medida que vamos ganando desnivel, la vegetación es más frondosa, el piso empeora, pero el entorno es más bonito, ¡se nota la humedad!, hasta enlazar con un camino que muere en una pequeña pradera, donde nace un sendero, por el que seguimos ascendiendo, vadeando el cauce del barranco del Apio, para continuar en ligero ascenso, observando como la línea de pinos, está más cerca, síntoma de que estamos llegando al camino del Mojón, al que accedemos en poco más de cinco minutos, por el que llegamos al collado de Juan Abarca.
Encrucijada de caminos, de momento, tomamos un sendero, por el que nos acercamos a la base del cabezo de la Mata, por el que alternamos tramos de sendero, con sencillas trepadas, en las que tan solo tenemos que apoyar las manos, disfrutando de las vistas hacia el Moncayo y sobre todo, la sierra de la Nava Alta, en la que destacan sus dos estandartes, la Peña de las Armas y el Bollón.
Después de tres horas, llegamos a la cima del cabezo de la Mata, un gran mirador debido a su excepcional ubicación, donde las vistas van desde el macizo del Moncayo, pasando por las Peñas de Herrera, la sierra de la Nava Alta, la zona de los embalses de Litago y Lituénigo, además de otras sierras limítrofes.
Como pega el viento, no permanecemos mucho rato, así que, retrocedemos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar de nuevo en collado de Juan Abarca, donde está vez sí, tomamos en sentido descendente el camino del Mojón, hacia el refugio de Valdemanzano, caminando entre un bosque de pinos y acebos, con el circo de Morca como telón de fondo, hasta llegar al bucólico rincón que conforma el barranco de Morca, donde reponemos agua y hacemos un descanso para comer.
Luego, cogemos el sendero R-3, por el que rápidamente nos introducimos en un espectacular bosque mixto de pinos, acebos y robles, por el que descendemos tomando de referencia el cauce del barranco de Morca, que, a pesar de la sequía, lleva un buen caudal, observando entre las ramas, el cabezo de la Mata, hasta que el sendero, desemboca en la Central de Morca.
En este lugar, caminamos unos metros hacia el barranco de Valdemanzano, donde Andrés me enseña un sendero que nace aquí y que sube hasta el refugio de Valdemanzano, con lo que se podría trazar una circular, que dejaremos para otra ocasión, ahora, continuamos caminando por el asfalto, hasta salir a la carretera de acceso al Moncayo, que recorremos apenas un centenar de metros, hasta tomar a mano derecha, el camino de la Mata, que un poco más abajo se bifurca en dos (seguiremos por el de la derecha).
Unos metros más abajo, el camino desemboca en una pista, por la que continuaremos durante un par de kilómetros, tomando de referencia las marcas blancas y rojas del GR.90, echando de vez en cuando una mirada atrás, para disfrutar de las vistas hacia el Moncayo y el cabezo de la Mata, hasta alcanzar las estribaciones de Litago, donde cerramos está bonita circular.
Una vez en el camino de la Mata, comenzamos caminar, en apenas unos metros, llegamos a una bifurcación, donde tomamos el camino de la Noguera (volveremos por el camino de la Mata), observando nuestro objetivo del día, el Cabezo de la Mata y justo detrás, todo el cordal del Moncayo, cuya cima está cubierta por la característica boina.
Por terreno prácticamente llano, caminamos paralelos al cauce del barranco de Valmediano, represado aguas arriba por el embalse de Valmediano, en el que nos detenemos unos minutos, para disfrutar de la bonita estampa, que conforma con el cabezo de la Mata y el Moncayo, aunque hoy, no se reflejan en sus aguas.
Después, continuamos caminando, el camino se adentra en un pinar y se bifurca en dos, tomando el ramal de la izquierda, que traza un par de lazadas, hasta posicionarnos paralelos al barranco del Apio, que baja prácticamente seco, porque un poco más arriba, a la altura de la carretera, sus aguas se desvían para el consumo humano.
Sobre el kilómetro 4 (4.3 km.), llegamos a la carretera de acceso al Moncayo, que cruzamos para seguir caminando, por un camino de tierra, donde los pinos dan paso a los acebos y robles, todavía sin hoja y es que, a pesar de estar casi en el mes de mayo, apenas ha llovido y ese se nota en el entorno.
Unos metros más adelante, el camino desaparece y avanzamos paralelos al barranco del Apio, atentos a los hitos, que hay colocados, aunque el fácil orientarse. A medida que vamos ganando desnivel, la vegetación es más frondosa, el piso empeora, pero el entorno es más bonito, ¡se nota la humedad!, hasta enlazar con un camino que muere en una pequeña pradera, donde nace un sendero, por el que seguimos ascendiendo, vadeando el cauce del barranco del Apio, para continuar en ligero ascenso, observando como la línea de pinos, está más cerca, síntoma de que estamos llegando al camino del Mojón, al que accedemos en poco más de cinco minutos, por el que llegamos al collado de Juan Abarca.
Encrucijada de caminos, de momento, tomamos un sendero, por el que nos acercamos a la base del cabezo de la Mata, por el que alternamos tramos de sendero, con sencillas trepadas, en las que tan solo tenemos que apoyar las manos, disfrutando de las vistas hacia el Moncayo y sobre todo, la sierra de la Nava Alta, en la que destacan sus dos estandartes, la Peña de las Armas y el Bollón.
Después de tres horas, llegamos a la cima del cabezo de la Mata, un gran mirador debido a su excepcional ubicación, donde las vistas van desde el macizo del Moncayo, pasando por las Peñas de Herrera, la sierra de la Nava Alta, la zona de los embalses de Litago y Lituénigo, además de otras sierras limítrofes.
Como pega el viento, no permanecemos mucho rato, así que, retrocedemos sobre nuestros pasos, hasta alcanzar de nuevo en collado de Juan Abarca, donde está vez sí, tomamos en sentido descendente el camino del Mojón, hacia el refugio de Valdemanzano, caminando entre un bosque de pinos y acebos, con el circo de Morca como telón de fondo, hasta llegar al bucólico rincón que conforma el barranco de Morca, donde reponemos agua y hacemos un descanso para comer.
Luego, cogemos el sendero R-3, por el que rápidamente nos introducimos en un espectacular bosque mixto de pinos, acebos y robles, por el que descendemos tomando de referencia el cauce del barranco de Morca, que, a pesar de la sequía, lleva un buen caudal, observando entre las ramas, el cabezo de la Mata, hasta que el sendero, desemboca en la Central de Morca.
En este lugar, caminamos unos metros hacia el barranco de Valdemanzano, donde Andrés me enseña un sendero que nace aquí y que sube hasta el refugio de Valdemanzano, con lo que se podría trazar una circular, que dejaremos para otra ocasión, ahora, continuamos caminando por el asfalto, hasta salir a la carretera de acceso al Moncayo, que recorremos apenas un centenar de metros, hasta tomar a mano derecha, el camino de la Mata, que un poco más abajo se bifurca en dos (seguiremos por el de la derecha).
Unos metros más abajo, el camino desemboca en una pista, por la que continuaremos durante un par de kilómetros, tomando de referencia las marcas blancas y rojas del GR.90, echando de vez en cuando una mirada atrás, para disfrutar de las vistas hacia el Moncayo y el cabezo de la Mata, hasta alcanzar las estribaciones de Litago, donde cerramos está bonita circular.
Waypoints
Intersection
2,951 ft
Enlace GR.90 (izquierda)
Intersection
4,298 ft
Vadeo Barranco Del Apio
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